Ana Boyer está viviendo una etapa muy dulce como mamá de dos preciosos niños, Miguel, de dos años, y Mateo, que vino al mundo el 21 de diciembre de 2020. La empresaria se desvive por sus hijos y suele compartir con todos sus seguidores diversos momentos del día con ellos. Si hace unos días la veíamos en la nieve con su primogénito, ahora ha cedido todo el protagonismo a sus pequeños. "Amor absoluto", ha escrito mientras contempla con ternura a sus bebés. Los dos han disfrutado de una tarde de juegos. Mateo, que está a punto de cumplir un año, tiene entre sus manos una excavadora, pero observa con atención a su hermano mayor, que juega con un coche amarillo. Los niños están rodeados de construcciones de madera y sobre la alfombra también aparecen varias vías de tren.
Tras este ratito entre juguetes, Ana Boyer y sus hijos celebraron el 38 cumpleaños de Fernando Verdasco. "Felicidades, mi amor", publicó la empresaria mientras el tenista soplaba las velas de su tarta, que fue regalo de Tamara Falcó. La ganadora de la quinta edición de MasterChef Celebrity no quiso perderse esta tarde en familia, a la que también se unió su novio, Íñigo Onieva, y su primo, Álvaro Preysler, con su prometida, Cristina Fernández Torres. La familia de Verdasco no podía faltar a la celebración. Estuvieron sus padres, José y Olga, y sus hermanas, Sara y Ana. "Muy feliz y agradecido por haber tenido un día tan especial", declaró el deportista tras la fiesta.
Ana Boyer y Fernando Verdasco son la viva imagen de la felicidad cuando están con sus hijos y no descartan seguir ampliando la familia. "Hay que ir viéndolo sobre la marcha, pero no nos cerramos a que sea el último. Sí que apetece tener una niña, pero eso no está asegurado", declaró la empresaria en ¡HOLA! al anunciar su segundo embarazo.
Por ahora, su plan más inmediato es seguir disfrutando de Miguel y Mateo, dos niños que llenan de alegría a toda la familia. Según contó Isabel Preysler en ¡HOLA! con motivo de su 70 cumpleaños, es un regalo poder pasar tanto tiempo con ellos. "Mateo es una preciosidad de niño y muy bueno. Miguel es también muy bueno de sentimientos, pero ha llegado antes de tiempo a los terrible two y no para ni un minuto quieto. No tiene celos de su hermano porque, como todavía es muy pequeño y él tiene toda la atención, pues, de momento, está encantado con el bebé. A él le gusta mucho su hermano. Le quiere dar el biberón, le da besos…", declaró con orgullo.