Paris Hilton, convertida en la gran protagonista estos días por su fastuosa boda con Carter Reum, se ha hecho multimillonaria gracias a la poderosa y osada marca que ha creado, que no es otra que ella misma: desde papeles como actriz a estrella de la televisión en The Simple Life, un reality show en el que abandonaba su acomodada vida, pasando por una firma de moda, perfumes, clubes nocturnos, proyectos hoteleros y hasta discos, libros o su trabajo como Dj. Detrás de su imagen de party-girl, hay una empresaria que se dedica en cuerpo y alma en cada uno de los proyectos en los que se embarca, de los que es, además, su mejor publicidad.
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Famosa desde la cuna, la bisnieta de Conrad N. Hilton, fundador del imperio hotelero, comenzó su carrera como modelo siendo adolescente, pero fue su debut en televisión, en 2003, junto a su amiga Nicole Ritchie, el que la catapultó a la popularidad con mayúsculas. Fueron cinco temporadas gracias a los que la heredera comenzó a hacerse con un reseñable patrimonio inmobiliario. Casas y propiedades donde ha ido plasmando sus gustos y su personalidad… ¡Siempre con especial atención a sus mascotas!
En 2006, en pleno éxito de su programa televisivo, nos recibía en su casa de las colinas de Hollywood, valorada entonces en dos millones y medio de euros, que había comprado un año antes para sentirse como una princesa de cuento. Construida originariamente en los años veinte, el estilo de la mansión recreaba el old style de Hollywood. “He trabajado duro para conseguir todo esto —nos decía—. Es un placer ser capaz de comprar lo que quiero y no tener que pedirles dinero a mis padres”. La casa tenia cuatro dormitorios y cuatro baños, vistas a Sunset Strip y panorámicas de las luces de la ciudad de Los Ángeles. La sala de estar, el comedor y la gran cocina se abrían al patio con terrazas altas y bajas, césped, piscina, spa... También había una sala de juegos con mesa de billar, una espaciosa sala de cine, cuartos de invitados, estudio y una oficina separada.
En aquel hogar, en el que vivió entre 2003 y 2007 y que terminaría poniendo a la venta en 2018, tenía una zona de la cocina habilitada especialmente para sus perros, con una entrada de puertas de hierro forjado y cristal, con la H de Hilton, y todo a juego con los escudos y los comederos –algunos en forma de corona-, mantas con la palabra “dog” y las camitas en rosa y negro con la frase grabada: “Yo amo a los perros”.
En 2009 nos recibía en la fastuosa mansión que adquirió en Beverly Hills, que a día de hoy sigue siendo su hogar y que en aquel momento compartía con trece mascotas: seis perros, dos conejos, un loro, dos ranas, un cerdo y un gato que rescató de un albergue, según nos contaba. “Los animales son adorables y dan sin condiciones. Me hacen feliz, y sienta bien tenerlos alrededor. Me aseguro de cuidarlos bien a todos: son como mis hijos. Todas las vacaciones me aseguro de hacer algo bonito con ellos: les compro muchos conjuntos espléndidos y festivos, y les doy muchos caprichos. Creo que también añadiré algunos nuevos muebles a la perrera; me aseguraré de que la Navidad sea especial para ellos”, contaba entonces.
La empresaria se refería a la réplica de su mansión que construyó en el jardín para sus perros, decorada con muebles de Philippe Starck, de dos pisos, con calefacción, aire acondicionado, sillones de piel, lámparas de cristal negro y hasta armarios y una escalera de caracol. “Has dicho que a veces te haces la tonta en televisión para hacer reír. ¿Te molesta que la gente piense que tú eres realmente así?”, le preguntamos en la entrevista. “Todo eso empezó con The Simple Life. Yo nunca había estado en un reality show y los productores quisieron que hiciera el papel de la típica rubia tonta. Ese programa terminó emitiéndose cinco temporadas, y yo seguí teniendo que hacer el mismo personaje: así es como me presentaron al mundo, y la gente supuso que, de hecho, yo era así. En mi vida diaria no podría ser más diferente a ese tipo... de rubia. De hecho, soy más lista que el hambre. Cuando la gente me conoce, siempre dice: ‘Eres muy diferente a como pensé que eras: eres muy dulce y tienes los pies en la tierra’. Siempre es bueno demostrar que hay gente que se equivoca”.
“¡Hay muchos conceptos erróneos sobre mi! Uno de los principales es que, debido a que soy una Hilton, no tengo que trabajar, y que mis padres me dieron todo en bandeja. En realidad, es lo contrario: he construido esta marca completamente por mi cuenta, y estoy muy involucrada en todo lo que hago. Cuando me presentaron a la gente por primera vez, yo tenía dieciséis años, y se vieron fotos mías asistiendo a fiestas en Nueva York. Entonces, la imagen parece haber permanecido fija, y muchos suponen que eso es todo lo que hago. Sin embargo, eso fue hace mucho tiempo, y ¿qué adolescente no iría a esos eventos si la invitaran? Ahora todo acerca de mí es diferente: soy una mujer muy asentada y auténtica. He trabajado muy duro para conseguir lo que tengo y me siento muy orgullosa de lo que he logrado”.
En 2013 Paris Hilton nos abrió las puertas de su casa de Malibú y posó por primera vez con su novio de entonces, el modelo de origen español River Viiperi. Entonces, la heredera y empresaria acababa de transformar su casa para darle “un toque Paris” durante los dos meses que iba a pasar allí de vacaciones. Sacó todos los muebles y los reemplazó con sus sillones, sillas y accesorios distintivos. En un par de horas, la casa estaba inundada de estampados rosas, dorados y animal print.
“Estoy muy ocupada construyendo mi imperio”, decía Paris, enamorada de Ibiza, su isla preferida, en la que nació River. Precisamente en la pitiusa ejerció como Dj durante varios veranos y adquirió un impresionante triplex, al que también invitó a ¡HOLA!
Recientemente Paris y su ya marido, Carter Reum, han adquirido, por 8,4 millones de dólares, una casa en primera línea de mar en La Costa Beach, en Malibú. La vivienda data de 1955, tiene 269 metros cuadrados distribuidos en tres dormitorios y tres baños. En el exterior, el jardín hace guiños a la isla griega de Mykonos, uno de los lugares favoritos de la famosa socialité.