Dexter: New Blood
La premisa, cuando Dexter se estrenó, en 2006, era arriesgada. ¿Cómo lo iba a hacer para que el público conectase emocionalmente con un asesino en serie? Y el caso es que, semana tras semana, cuando aún no existía la posibilidad de darnos atracones de series, seguíamos las andanzas de Dexter Morgan sin perder ripio. La historia de un asesino en serie que trabajaba como forense especialista en manchas de sangre para la Policía de Miami y que descargaba su impulso criminal haciendo cachitos a otros asesinos y tirándolos al mar, que, además, transmitía sus cuitas emocionales (en su caso, “no emocionales”, pues se supone que los psicópatas carecen de emociones) mediante el relato en off y también intentaba llevar una vida normal, su mayor deseo, con su novia, Rita, y los hijos de esta, no exigía del espectador obviar sus actividades sangrientas y concentrarse en sus problemas amorosos o en cómo iba a librarse de problemas mayores, como la aparición de un hermano aún más despiadado que él o que la aparición de los cuerpos desechados en el mar de repente pusieran a la Policía tras la pista de sus crímenes o una amante enloquecida que lo quería a costa de hacer daño a los suyos. El caso es que, gracias a la dosificación de los capítulos y a un sentido del humor negro y ligeramente autocrítico, lo conseguía, al menos en las primeras temporadas, y al cabo la serie ganó una buena base de fans que la mantuvo durante ocho temporadas. Ahora nos ha llegado una nueva hornada de capítulos bajo el título Dexter: New Blood, que intenta reparar la sensación de abandono y de expectativas frustradas a los que seguimos la serie original hasta su último episodio. Ahora Dexter vive bajo otra identidad, en un pueblo en medio del bosque, e intenta desfogarse cortando leña. Hemos perdido la voz en off y los flashbacks con el padre adoptivo, que le enseñó a cumplir el código para no matar a gente inocente y no ser descubierto, pero el personaje central sigue siendo igual de carismático. Quizá, sirva para que nuevas generaciones lo descubran. Lo que es seguro es que es una buena ocasión para revisar la serie original y volver a disfrutar de todo lo bueno que tenía.
Dónde verla: Movistar+
Estrenos de la semana: lo que no te puedes perder para estar al día
Kamikaze (asesinos en serie)
Una joven de 19 años inicia un viaje de descubrimiento después de perder a toda su familia en un accidente de avión, lo que le hace perder el interés por el mundo de riqueza que la rodeaba. Este viaje la llevará desde su Dinamarca natal a los rincones más recónditos del planeta.
Dónde verla (14/11): HBO Max
Dopesick (drama social)
La adicción a los opiáceos de prescripción médica es uno de los mayores problemas sociales de Estados Unidos. Esta miniserie, protagonizada por Michael Keaton, cuenta la lucha de un pequeño pueblo minero contra una gran farmacéutica, responsable de una epidemia que casi la asoló.
Dónde verla (12/11): Disney+
Nuestros maravillosos años (saga familiar)
La serie más vista de Alemania durante la pandemia cuenta la historia de la acomodada familia Wolf en la posguerra, en los turbios años 40 y 50.
Dónde verla (16/11): Filmin
Eternals (película)
La historia, que abarca miles de años, presenta a un grupo de héroes inmortales, los Eternos, forzados a salir de las sombras para reunirse contra el enemigo más antiguo de la humanidad, los Desviantes. Dirigida por la ganadora del Oscar Chloé Zhao, la nueva película del Universo Marvel está protagonizada por Salma Hayek, Angelina Jolie, Richard Madden —que se ‘reúne’ con su hermano en Juego de Tronos Kit Harington—, Harry Styles y Gemma Chan, entre otros. Se puede ver en cines desde el 5 de noviembre.