Ser una estrella de fama mundial no es garantía para estar siempre en la cresta de la ola y sino que se lo pregunten a la cantante Adele, quien tras tocar fondo ha renacido de sus cenizas como el Ave Fénix adquiriendo la fortaleza necesaria para hablar de uno de los capítulos más amargos de su vida: su divorcio con Simon Konecki, padre de su hijo Angelo, de 9 años.
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La cantante de Easy on Me, de 33 años, ha relatado a la revista Rolling Stone las dificultades que tuvo para adaptarse a su nuevo papel como madre soltera y cómo tuvo que librar una dura batalla contra la ansiedad y la depresión, incluso antes de su separación, ya que estos problemas psicológicos no hicieron más que agravar las discusiones con su por aquel entonces marido, convirtiendo su hogar en una auténtica bomba de relojería.
La separación de Adele y Simon, con quien se casó en 2011 y con quien, como hemos dicho anteriormente comparte un hijo, salió a la luz el Viernes Santo de 2019 y fue, en ese momento, cuando la intérprete se vio sobrepasada por la situación dando así comienzo a una lucha consigo misma, que ya os adelantamos, acabó ganando. "Me entristeció mucho que mi matrimonio fracasara" admite la cantante. "Tener a tantas personas que no conozco enterarse de que no pude hacer funcionar mi matrimonio fue devastador, estaba muy avergonzada. Nadie me hizo sentir así, pero yo sentí que no había hecho un buen trabajo" añade.
El acuerdo de custodia compartida le hizo pasar cada vez más tiempo sola, lo que la llevó a pasar días y noches metida en la cama viendo Los Soprano y lidiando con el "tsunami de emociones". La artista ha confesado que cuando celebró su cumpleaños número 31 en mayo de 2019 con un grupo de amigos, se sintió muy positiva, pero que al día siguiente su cruda realidad acabó golpeándola. "Recuerdo que subí las escaleras, me desmaquillé y me metí en la cama. Me sentí bastante esperanzada. Fue la primera vez tras mi divorcio que había tenido una noche realmente agradable y que estaba bien estando en casa y yendo sola a la cama". "No estaba emocionada, pero estaba deseando que llegara el día siguiente". Sin embargo,tras pasar la noche fui incapaz de levantarme de la cama y me quede viendo la tele, en lugar de mantener mi cabeza ocupada como sabía que había que hacerlo".
Consciente de que le tocaba lidiar con un periodo de altibajos, Adele explicaba: "Decidí lanzarme de cabeza a cualquier cosa que pudiera calmar mi ansiedad". Y entre esas cosas, estaba viajar, por lo que la intérprete aprovechó este tiempo para visitar Jamaica, Grecia y un desierto en Arizona, antes de descubrir también que era alérgica a la mayoría de las formas de gluten y que uno de los efectos secundarios de esta alergia puede presentarse en forma de depresión.
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Sin embargo, tan dedicarse un tiempo a conocerse mejor a sí misma y asimilar todo lo que le había sucedido ( alejada de la vida pública) y rodeada de grandes amigos, entre los que se encuentran Nicole Richie y Jennifer Lawrence, Adele regresaba de nuevo y lo hacía luciendo una imagen completamente diferente a la que teníamos de ella tras perder más de 45 kilos. "Me hice adicta al gimnasio" confesaba la cantante. "Me di cuenta de que si podía transformar mi fuerza y mi cuerpo de esta manera, seguramente podría hacerlo con mis emociones, mi cerebro y mi bienestar interior. Eso fue lo que me impulsó. Simplemente coincidió con todo el trabajo emocional que estaba haciendo conmigo mismo con el visual, básicamente" cuenta con detalle la artista.
Una nueva ilusión
En septiembre, la ganadora de 15 premios Grammy volvía a ser noticia cuando ella y el agente de la NBA Rich Paul hicieron público su romance. La pareja se conoció hace años en la fiesta de cumpleaños de un amigo en común donde se llevaron bien. “Realmente no se lo dije a muchos de mis amigos al principio porque quería guardarlo para mí", explicó Adele, quien agregaba, pero, "¡ninguno de ellos lo creyó!".
Antes de comenzar a salir con Paul, los amigos de Adele le organizaron algunas citas a ciegas, que nunca llegaron a nada. "Duraba solo cinco segundos" bromea la cantante durante la entrevista. "Yo siempre pensaba : ‘No podéis prepararme una maldita cita a ciegas. ¿Cómo pensáis que va a funcionar ? Habrá paparazzis afuera o sino alguien les informara de mi presencia" relata la artista.
Superados aquellos años de inestabilidad, Adele, quien ha señalado que Simon "era un gran esposo" y "sigue siendo uno de sus mejores amigos", se encuentra centrada ahora en el cuidado de su hijo, en su historia de amor y en su nuevo disco, 30 en el que ha vuelto a desnudar su alma.