Paulina Rubio vuelve a pisar el escenario con fuerza después de casi dos años de silencio debido a la pandemia con su nuevo single Yo soy, un tema con el que de nuevo ha conquistado a sus incondicionales. Ha sido precisamente durante esta promoción cuando la conocida como Chica Dorada ha dejado a un lado la estrella para hablar de su vida más personal como Paulina. Explicó algunos de los planes que hace con sus dos hijos, Andrea y Eros, lo más importante de su vida, recordó su divorcio de Nicolás Vallejo- Nágera y sorprendió revelando que no está cerrada a enamorarse de nuevo, eso sí, no tiene ninguna prisa.
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La intérprete se sinceró, en declaraciones a Pati Chapoy, sobre el final de su historia de amor con Nicolás Vallejo-Nágera (en 2012 se hizo oficial su separación y en 2014 firmaron el acuerdo). “Yo creo que fue algo inevitable, prefería no estar con él a tener algo tan tóxico, sobre todo, porque sentía que no era necesario” aseguró. Explicó que mientras estuvieron casados (contrajeron matrimonio en 2007 en Cancún), había cosas que no funcionaban con a ella le hubiera gustado. ”Y yo por amor fui muy confiada, en ese momento, mi mamá me decía: ‘Tienes que hacer las cosas más organizadas’, pero así salieron las cosas al principio”. Nicolás y Paulina siguen inmersos en una guerra judicial desde su separación. Reconoció que de estas cosas “uno aprende”, lo mismo que contestó sobre su relación con Gerardo Bazúa, padre de su segundo hijo (salieron unos cinco años, hasta 2018).
No descarta la cantante volver a enamorarse, aunque no es algo que quiera precipitar. “Sí, sí, pero no tengo prisa, estoy tan bien en mi piel, en este momento. Para empezar, mis hijos, ellos son pasión y aventura, ellos necesitan mucho de mí, entonces, no me quiero distraer en ese momento”. Andrea, de once años, y Eros, de cinco, son el centro de su mundo, pues son ellos quienes la llenan de amor. “Ellos son mi prioridad. Cuando no estoy trabajando voy por ellos a la escuela, me despierto temprano y los llevo, paso por ellos y vamos al karate, los llevo a hacer una tienda de campaña o los picnics, lo disfruto tanto que no lo cambiaría por nada”.
El ejemplo en casa
El ejemplo para ejercer de supermamá lo aprendió de la suya Susana Dosamantes, que le enseñó a compaginar una profesión exigente como la de artista con el cuidado de sus hijos. “No lo podría lograr sin una familia, sin mi mamá y sin el seno familiar que ella me dio. Sí, somos mamás trabajadoras, sí, tenemos que trabajar y dejar a los niños, con mi mamá o con el abuelo, o con el padre, pero mis hijos entienden muy bien el valor de tener a su madre, a la abuela que tienen” aseguró. La cantante se siente a gusto en su piel, como aseguró tras haber aparecido en Forbes como una de las mujeres latinoamericanas más poderosas. “Cuando tengo el amor del público, me siento poderosísima y cuando tengo a mis hijos el día de la madre, siento que mi poder es infinito”.
El pasado mes de junio la mexicana celebró una gran fiesta con motivo de su 50 cumpleaños, una celebración en Miami a la que asistió su madre, Susana Dosamantes, su hermano Enrique y sus hijos, además de un grupo de amigos. Presumiendo de figura con un minivestido azul metálico (del diseñador Michael Costello que también asistió a la velada), Paulina cortó una original tarta, coronada por su inicial, en medio de una lluvia de chispas de las bengalas que agitaron los asistentes al ritmo de su éxito Yo sigo aquí. “Me siento afortunada, plena y tengo la inspiración de mis dos niños. Cada día con ellos es acción y una aventura. Estoy lista para los próximos cincuenta” apuntó en ¡HOLA!