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Hablamos con Inés Ballester del cáncer de mama: su lucha y su mensaje a Ana Rosa

La periodista castellonense, que se enfrentó a la enfermedad en 2012, le manda unas palabras de ánimo a su compañera. ‘Ana es una mujer muy fuerte’, afirma a ¡HOLA!


9 de noviembre de 2021 - 14:06 CET

El pasado martes dos, Ana Rosa Quintana anunciaba su retirada temporal de la televisión a causa de una recaída en el cáncer de mama, enfermedad contra la que ya luchó en 2010. Desde entonces, la presentadora de Telecinco ha recibido el apoyo de numerosos compañeros en la profesión. Sin duda, uno de los mensajes más reconfortantes ha sido el de Inés Ballester. No hay que olvidar que la periodista castellonense –que fue rival de Ana Rosa en la época en que se encargaba de las mañanas de TVE– también plantó cara a un cáncer de mama hace nueve años. En conversaciones con ¡HOLA!, Inés no sólo recuerda su batalla contra la enfermedad, sino que también nos cuenta cómo ha animado a su compañera.

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\'La Chica A La que No Supiste Amar\' Book Presentation© GettyImages
La periodista durante la presentación del libro ‘La chica a la que no supiste amar’, de Marta Robles.

-¿Has podido hablar con Ana Rosa desde su inesperado anuncio?

-Le he enviado un mensaje, porque entiendo que estará saturada de llamadas. Cada uno reacciona de una manera diferente, pero, en mi caso concreto, me desbordaron tantas llamadas. También dar tantas explicaciones agota mucho.

-¿Qué mensaje le has transmitido?

-Le he escrito: “Ana, ya sabes que esto también pasará y que estaremos otra vez dando guerra”. O algo parecido. Poco se puede decir en estos momentos, pero Ana es una mujer muy fuerte, así que pronto va a volver a dar guerra (ríe). Es importante tener un grupo muy cercano, muy cerrado, porque agota mucho dar tantas explicaciones. Luego, el cáncer es una enfermedad que es muy larga y hay días que te dan noticias estupendas, que parece que has encontrado el final, pero luego te dan una mala noticia. En ese sentido, en el emocional, es como una noria: subes y bajas, de un día para otro, con las noticias buenas y las malas. Es una enfermedad que no es lineal, te toca mucho por eso.

© GettyImages
Ana Rosa anunció recientemente que se retira temporalmente de la televisión a causa de una recaída en su cáncer de mama.

-Te enfrentaste a la enfermedad en 2012.

-Pues a ver… –se para a pensar–. ¿Han pasado tantos años? Eso es buen síntoma (ríe). Siempre digo que se puede ser feliz antes, durante y después. También que esto también pasa, al igual que lo bueno y lo malo. Fíjate que no me acuerdo de cuántos años hace que lo tuve…

-Eso significa que, en tu caso, la enfermedad no se ha complicado.

-Se te olvida y tienes otras cosas para vivir: trabajo, otras emociones… Por supuestísimo, sigo haciendo mis revisiones, pero, en el día a día, ni me acuerdo. Lo que sí te puedo decir es que, durante el periodo de mi cáncer, tuve una relación muy estrecha con mi marido. Era quien me acompañaba a los médicos y la relación se reforzó mucho. Aparte de mi hijo, por supuestísimo.

-¿Cómo reaccionaste cuando recibiste el diagnóstico?

-Lo primero en lo que pensé fue en él, que es una tontería. “Por lo menos, a mi hijo no le toca”. Fue lo que me vino por la cabeza. Como si yo pudiera evitar que le afectara, aunque sé que eso es imposible. A continuación, pensé con resignación: “Me ha tocado”. El porcentaje de mujeres con cáncer es tan elevado que, a partir de una edad, empiezas a plantearte que es posible que te toque. Por suerte, mis mamas eran complicadas, porque no se veían bien en las ecografías, y la ginecóloga me pedía los índices tumorales cada vez que me hacía una revisión. Gracias a eso, pudimos pillarlo a tiempo.

© @estapasandotm
Inés junto a Alberto Herrera, cuando presentaba ‘Está pasando’, en Telemadrid.

-Por eso es tan importante hacerse revisiones.

-Eso es. En un principio, no pensábamos que fuese de las mamas, sino de otra cosa, pero ya el internista me hizo una revisión completa. Y cuando escuché la palabra cáncer… En el fondo de mí, pensaba: “Se han equivocado, porque no me ha salido ningún bulto”. No tuve ningún dolor ni nada. Por eso no hay que esperar a que salga un bulto ni a que te encuentren nada. Sistemáticamente, hay que hacerse revisiones, al menos, una vez al año. Hay una lucha porque la administración no empieza a hacer las ecografías mamarias hasta los cincuenta años. Por desgracia, la enfermedad se está adelantando en las mujeres y, cuando son jóvenes, es más virulenta, más grave. Luego está el problema de personas a las que despiden durante la enfermedad. Eso es una faena, porque es un mazazo sobre otro mazazo.

-En tu caso, ¿en quién te apoyaste?

-Primero, en los médicos. Pero, si quieres consultar con otro porque no te convence, pues lo consultas. Yo consulté hasta con tres. En el fondo, pensaba que se habían equivocado y que alguno me iba a decir: “Es mentira”. De hecho, me dijeron que no habían encontrado nada en la biopsia. Luego, llamaron y confirmaron el diagnóstico. Mentalmente, hay que estar preparado porque el proceso es largo y pasas por muchas emociones. Es mejor que te pille con alguien cerca, a quien quieras mucho, y contar con un buen médico. En mi caso, me traté en la Fundación Jiménez Díaz y tenía los teléfonos particulares tanto de mi oncóloga como de mi ginecóloga. Me daba mucha paz, aunque sé que es un sacrificio enorme para los médicos, porque están con total disponibilidad y hay muchos altibajos de emociones. Es un trabajo muy meritorio y con muchísima dedicación. Luego, también te digo que hay muchos divorcios durante la enfermedad.

“Poco se puede decir en estos momentos, pero Ana es una mujer muy fuerte, así que pronto va a volver a dar guerra “

-Pero, en tu caso, la enfermedad te unión más a tu marido, tal y como nos contabas antes.

-Sí. Pero conozco muchos casos de divorcios, de personas que llegaban a casa con la quimio, después de trabajar, luego tenían que encargarse de cosas en la casa. O de personas que llegaban tarde a casa porque se estaban dando la radio y las parejas les estaban esperando para que les hicieran la comida o la cena. Eso tensiona mucho.

-Durante tu tratamiento, ¿recibiste radio o quimioterapia?

-En el cáncer, lo más importante es el apellido. Según el tipo, recibes un tratamiento u otro. En mi caso, enviaron una muestra a Estados Unidos y nos dijeron que la quimioterapia me podía proporcionar muy poca ayuda en relación a lo que podía hacerme. Por eso, los médicos decidieron no dármela.

-Entonces, ¿sólo radioterapia?

-Sí, solo radio. También tiene sus consecuencias, pero no son como las de la quimioterapia. Yo no lo pasé tan mal como otras mujeres.

-Ahora seguirás con las revisiones.

-Sí, voy cada año.

© @estapasandotm
La presentadora, que se había dado un tiempo para descansar, acaba de anunciar un nuevo programa en Telemadrid.

-Curiosamente, has llegado a confesar que lo pasaste peor con el coronavirus que con el cáncer.

-Sí. Antes te decía lo importante que es el apoyo de la familia en la lucha contra el cáncer. En el caso del COVID, sentí justamente lo contrario: ese aislamiento, el desconocimiento… Por suerte o por desgracia, se conoce mucho sobre el cáncer y los médicos te lo explican muy bien. Sin embargo, con el COVID no se sabía nada cuando lo pasé. El aislamiento fue horrible para mí.

-¿Te ha quedado alguna secuela del coronavirus?

-No, ninguna.

-Bueno, acabas de anunciar nuevo programa en Telemadrid, que es la prueba de lo bien que te encuentras de salud. 

-Sí, sí (ríe). Estoy muy contenta, la verdad. Me ha dado tiempo a descansar un poquito y ahora estamos con un proyecto que llevábamos tiempo madurándolo. Creo que va a estar muy bien.

-Afortunadamente, tu lucha con el cáncer tiene un buen final. Por eso hay que incidir en la importancia de las revisiones ginecológicas en las mujeres.

-Es verdad que muchas veces se transmite el mensaje de que hay que tocarse el pecho y examinarse, pero hay casos que no se manifiestan y son más graves. A mí me tuvieron que hacer una mastectomía porque [mi mama] estaba muy diseminada, aunque tenía muy poquito.

-En ningún caso hay que bajar la guardia.

-Total. A las mujeres que lo están pasando quiero decirles que, en mi caso, han pasado nueve años y ni me acuerdo.

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