La NBA tiene la suerte de contar con Ricky Rubio, que está viviendo uno de las mejores etapas de su carrera. El jugador español milita en los Cleveland Cavaliers, donde el domingo rompió su récord personal y consiguió llevar a su equipo un paso más cerca del anillo. El primer jugador capaz de anotar al menos 30 puntos, repartir 10 asistencias y anotar 8 triples, una actuación histórica según ha anunciado su propio equipo. Se quedó a un solo tiro de tres de superar el récord de la liga estadounidense de tiros de tres tirados seguidos y anotados. Todo un hito en su recorrido, después de 10 años jugando en los mejores equipos del mundo y contra algunos de los mejores jugadores de baloncesto del panorama actual.
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Pero Ricky, de 31 años, tiene todo un sistema de apoyo tras él que resulta imprescindible para ser la estrella de la NBA que es. Vive en Estados Unidos desde 2011, pero en 2019 se mudó con él Sara Colomé, una empresaria de Badalona, propietaria de un restaurante. La pareja ha sido siempre muy discreta, y apenas hay imágenes de ellos juntos: el deportista apenas las comparte, y cuando lo hace ella siempre sale de espaldas. ¡HOLA! fue quien anunció a finales de ese mismo año que estaban esperando su primer hijo juntos, un niño que nació en enero de 2020 y que ha sido una de sus mayores alegrías: "Es lo mejor que me ha pasado en la vida", aseguraba el base español al dar a conocer la noticia.
Además, la vida de Ricky está para siempre marcada por el fallecimiento de su madre, Tona Vives, a causa de un cáncer en 2016. "Cuando alguien que amas muere, es como si una niebla te envolviera. Así fue para mí. Me sentía perdido", confesó en una carta abierta publicada en 2019 en un medio estadounidense, hablando con sinceridad sobre el que ha sido uno de los peores momentos de su vida.
"El año siguiente estuve enfadado, culpaba muchas cosas, el baloncesto, la gente a mi alrededor, lo culpaba todo. Pasé una depresión", contaba. Sin embargo, gracias a la ayuda de sus familiares y amigos, y de su asistencia a terapia, consiguió salir adelante. Desde entonces, se ha volcado en la lucha contra el cáncer y a través de su fundación ha inaugurado en el Hospital Universitario Dexeus (Barcelona) una sala para que pacientes oncológicos y familiares puedan distraerse, leer y hablar con otras personas. "Mi madre estaría más orgullosa de verme inaugurar esta sala que de haber ganado un Mundial", declaró a El País durante el acto, en el que contó con el apoyo del fallecido cantante Pau Donés. A día de hoy aún sigue teniendo a su madre muy presente, porque en junio celebraba el aniversario de su fundación diciendo: "Hoy, hace 3 años, cumplí un sueño y una promesa muy especial", comentaba a sus seguidores. "Hay alguien allí arriba que estara sonriendo", añadía.