Hacía tiempo que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina no se dejaban ver en público en Barcelona, la ciudad en la que vivieron hasta que hace ocho años se mudaron a Suiza y, más tarde, él entró en prisión por el caso Nóos. Pero, en los últimos días, ya son dos veces las que la hermana del Rey Felipe VI y su marido se han reunido en la Ciudad Condal con motivo del los partidos de su hijo Pablo como jugador del primer equipo de balonmano del Barça. En ambas ocasiones su hija, Irene Urdangarín, de dieciséis años, ha viajado junto a ellos.
En este tiempo en Barcelona, la joven también ha aprovechado para reunirse con algunos amigos que viven en la capital catalana, a la que, por cierto, suele desplazarse con regularidad para visitar a su tía Ana Urdangarin y a sus primos catalanes. La benjamina de los exduques de Palma llamó la atención por su altura, sus profundos ojos azules, su figura atlética y, sin duda, su estilo único, que la ha convertido en una de las jóvenes royals más analizadas por sus estilismos.
En esta ocasión, lució un outfit de estética boho donde los complementos como pendientes y pulseras tenían gran importancia. Anudada en su muñeca, Irene llevaba una cinta con la bandera de España. Todo un gesto patriótico que no pasó inadvertido. Tras esta escapada a Barcelona, regresó a Suiza, donde vive con su madre y continúa con su formación académica.