Adriana Abenia ha decidido corregir con algo de ayuda unas marcas que veía en su cara y no la terminaban de convencer. La presentadora zaragozana de 37 años no ha tenido problema en contar con mucha naturalidad ante todos sus seguidores la que era su primera experiencia con el bótox, técnica de eliminación de arrugas cuyo uso está bastante extendido desde tiempo entre muchas de nuestras celebrities. La colaboradora de programas como Espejo público y Cuatro al día se sometía por tanto a dicho retoque estético y explicaba los motivos que le habían llevado a ello. Cuenta que este era el momento idóneo para hacerlo porque "cuando duermo frunzo el ceño" y eso el provoca una señal en la cara que se va arraigando con el tiempo. "No es que me esté viendo ni grabando por la noche, me lo dice Sergio (Abad)", relata sobre lo que le transmite su marido y padre de su hija Luna.
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Adriana Abenia se toma con humor el percance doméstico que ha sufrido
"No soy una tía que esté todo el día enfadada", ha remarcado con énfasis la comunicadora aragonesa, confesando que había ido a la clínica sin pensar demasiado en ello. "Las arrugas de expresión de sonreír me encantan, pero estas no", puntualizaba tras haber recibido el pinchazo de rigor. Por último, la comunicadora ha asegurado que "no se me nota absolutamente nada" y "me he portado cojonudamente bien", si bien no había podido evitar los nervios lógicos de un momento así porque "el corazón me iba cien por hora". Si hay una cosa que caracteriza a Adriana Abenia es su sinceridad, como en noviembre de 2020 cuando nos sorprendió al anunciar que había tenido que ser operada de "un bulto sospechoso en el pecho". Afortunadamente, una vez fue intervenida con éxito, compartía como estaba yendo e proceso de su recuperación.
Adriana Abenia rompe a llorar por la situación de su abuela en una residencia
"No hay mejor sitio que cerca del mar. Gracias a todos", decía mientras llevaba aún el vendaje post-operatorio durante el viaje a Sitges con su pareja, al que llamaba cariñosamente "mi enfermero". Después de días llenos de incertidumbre, respiraba aliviada tras su paso por el hospital IM Clinic. "No sabía si contarlo o no, pero siempre he procurado ser honesta con lo que siento y lo que hago. Con el fin de evitar especulaciones, prefiero decíroslo yo, puesto que habéis sido muy respetuosos con mi vida", explicaba. "Todo ha ido muy bien y de hecho he aprovechado para corregir el volumen perdido después de convertirme en mamá, aumentándolo un poquito", señalaba. Entonces, recordaba al terminar la importancia de la detección temprana para poder atajar cuanto antes, como ha sido su caso, los posibles tumores. "No lo olvidemos", recalcaba.
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