Refugiado en la numerosa familia que ha formado junto a su mujer, Hilaria, Alec Baldwin está intentando hacer frente al momento más difícil de su vida. El pasado 22 de octubre, el actor mataba accidentalmente de un disparo a Halyna Hutchins, directora de fotografía, durante el rodaje de la película Rust. Una tragedia que ha conmocionado al mundo del cine y ha dejado consternado al actor, que ha cancelado temporalmente sus compromisos profesionales y continúa en permanente contacto con la familia de la víctima y los responsables de la investigación.
Mientras se prosigue con las indagaciones para averiguar lo ocurrido, Baldwin intenta mantenerse alejado de la polémica. Concretamente, en la localidad de Mánchester, perteneciente al condado de Vermont (Estados Unidos), donde el ganador de tres Globos de Oro fue captado por los fotógrafos junto a su mujer y rompió su silencio para pronunciarse sobre el trágico suceso: “¿Qué queréis saber? Una mujer ha muerto y era mi amiga. El día que llegué a Santa Fe para comenzar a rodar la llevé a cenar con Joel (Souza), el director. Éramos un equipo muy bien engrasado rodando juntos una película hasta que sucedió este horrible suceso”, exclamó el actor, para acto seguido señalar: “Hay accidentes de vez en cuando en los sets de grabación, pero nada como esto. Este es un episodio de uno entre un billón”.
En cuanto al cambio de normativas para que se limite el uso de armas en los rodajes, el protagonista de La caza del octubre rojo afirmó rotundo: “Es algo en lo que estoy extremadamente interesado, pero ¿cuántas balas se han disparado en películas y programas de televisión en los últimos setenta y cinco años? Miles de millones. Esto es América. Cuando sucede algo horrible, deben tomarse nuevas medidas como usar armas de plástico y no reales, pero no me corresponde a mí decidirlo”.