Aunque los rumores sobre su amistad especial ya comenzaron a sonar hace más de un año, Miguel Báez, el Litri, nunca había sido fotografiado en público con su nueva pareja, Casilda Ybarra de Fontcuberta. Ambos, muy discretos, han intentado mantener su noviazgo alejado del escrutinio mediático. Hasta esta semana, cuando ¡HOLA! publica las primeras imágenes que confirman la relación sentimental del torero tras su divorcio en 2017 de Carolina Herrera, hija de la diseñadora venezolana.
El Litri y su novia han sido inmortalizados recientemente en el domicilio que el diestro tiene en el centro de Madrid, donde, ajenos a las miradas indiscretas, se saludaron con un romántico beso. Él se mostró muy cariñoso en todo momento con su novia, a la que ayudó, caballeroso, a instalarse en su domicilio.
Casilda, tan discreta como su novio, es sevillana, se dedica a la gestión cultural y desciende de una relevante familia de aristócratas, entre cuyos miembros figura el fundador de la Feria de Abril
Casilda Ybarra Fontcuberta, licenciada en Historia del Arte y experta en gestión cultural, trabaja, en la actualidad, en Factum Foundation, una organización sin ánimo de lucro ubicada en la capital que se dedica a la conservación de obras de arte. La sevillana, nieta de los marqueses de Bellamar, pertenece a una conocida familia de la alta sociedad hispalense. Entre sus antepasados se encuentran José María Ybarra, alcalde de Sevilla y promotor de la creación de la Feria de Sevilla, y está emparentada con los Medinaceli.
A sus cincuenta y tres años, Miguel Báez vuelve a sonreír tras poner punto final a trece años de matrimonio con Carolina Herrera, con la que tuvo tres hijos, Olimpia, Miguel y Atalanta.