Athina Roussel Onassis no solo heredó una inmensa fortuna tras la fatídica muerte de su madre, Christina Onassis, considerada la mujer más rica de su época. Athina, única nieta del legendario armador griego Aristóteles Onassis, también heredó un apodo: “Pobre niña rica”. Toda su vida ha estado marcada por el dinero —un patrimonio estimado en 2.700 millones de dólares— y la soledad. Huérfana con solo tres años, quedó bajo la tutela de su padre, Thierry Roussel. Creció aislada del mundo, en un pequeño pueblo suizo, compartiendo techo con su madrastra, Marianne “Gaby” Landhage, y tres hermanastros (los dos mayores nacieron cuando Thierry seguía casado con Cristina). Cuando pudo, huyó de allí con el apuesto jinete brasileño Doda Miranda, trece años mayor que ella. En 2017, se separó entre rumores de infidelidades y traición. Desde entonces, no se le conoce pareja.
Ahora, a sus 36 años, Athina vuelve a sentir la soledad. La heredera griega acaba de perder a quien fue su mejor amigo y portavoz durante casi toda su vida: Alexis Mantheakis. El confidente de Onassis falleció el pasado viernes en Atenas. Tenía 68 años. Fue el único hombre que tuvo acceso total a la misteriosa vida de la “pobre niña rica”. Escribió varios libros sobre ella. Athina Onassis, en el ojo de la tormenta, publicado en 2012, fue uno de los más exitosos. En él, descubrió al lector la fabulosa y trágica existencia de una de las jóvenes más ricas del planeta: su traumática infancia, completamente aislada del mundo; su espectacular “huída” de la casa de su padre con un hombre mayor que ella; su boda secreta con Doda Miranda… Mantheakis también reveló entresijos de la vida cotidiana de un Onassis: la fascinante isla de Skorpios, los yates y los jets privados, las cuadras de caballos valorados en cientos de miles de euros, la guerra que libró Thierry por el control de la fortuna de su hija.
Seguramente, Mantheakis ha fallecido guardando muchos secretos de los Onassis. Durante décadas, fue el representante de la familia y la persona que coordinó los dieciséis despachos de abogados contratados por los Roussell-Onassis para librar más de 70 juicios contra la fundación que controlaba los millones de la heredera. Nacido en Tanganica y criado en Kenia, estudió Literatura Inglesa, Comunicación y Escritura Creativa en la Universidad de Stanford y trabajó en el negocio del cine y la televisión en Londres y Atenas. Fue el gran apoyo y confidente de Athina desde 1998 hasta 2017, cuando le reveló información sensible sobre la supuesta doble vida que llevaba Doda Miranda. Según él, eso le permitió a la amazona divorciarse del jinete. Pero también habría pasado factura a su amistad. Tras veinte años de servicio, fue apartado de la vida de la heredera.
Mantheakis ha muerto con una gran pena. Cuando su mujer, Dimitra, enfermó de cáncer, pidió ayuda a su antigua jefa. Y, según él, no la recibió. “Por primera y única vez en los veinte años de nuestra relación, le pedí su ayuda. Mi esposa enfermó y necesitaba asistencia económica. Ella me dijo que hablara con su abogado. La respuesta del letrado a mi correo electrónico fue que no era bueno que Athina se enterara de lo que estaba pidiendo exactamente porque eso podría molestarla”, reveló hace unos años. Desesperado, también le habría enviado un mensaje personal a Athina. Ella lo habría leído, pero nunca habría contestado.
Antes de fallecer, Mantheakis puso otro apodo a Onassis: “Muñeca de acero”. Según él, Athina puede ser “glacial” cuando quiere. Según él, Athina habría dejado durante meses sin pensión a una anciana prima de su abuelo, Aristóteles Onassis, incumpliendo una obligación testamentaria del armador griego. Según él, una de las mujeres más ricas del mundo habría forzado a su pariente a buscar comida entre la basura. Según él, Athina vive “alejada” de todos sus afectos y familiares y centrada en sus caballos. “Pobre niña rica”.