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Bajo el nombre artístico de Rigoberta Bandini se esconde Paula Ribó y tras su voz muchas historias. A sus 30 años se ha convertido en una de las cantantes emergentes más punteras del momento gracias a temas como A ver qué pasa, una de sus canciones más populares y melodía del último anuncio veraniego de Estrella Damm, el mismo que protagonizó Mario Casas. Pero es probable que ya la hubieras escuchado mucho antes de que sus composiciones se convirtieran en un fenómeno viral, puesto que Rigoberta Bandini lleva trabajando como actriz de doblaje y locutora desde que era una niña. Entre lo personajes más reseñables a los que ha puesto voz se encuentran Caillou, Anna de Frozen en la versión en catalán o las hermanas Dakota y Elle Fanning, entre otros. Con el confinamiento y su reciente maternidad como fuentes de inspiración, en poco más de un año Paula Ribó ha conseguido escribir su nombre en los letreros luminosos de Times Square o en la lista 'Los 100 españoles más creativos en el mundo de los negocios' de la revista Forbes.
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Actriz de doblaje, dramaturga, escritora – tiene una novela llamada Vértigo – y, por supuesto, cantante. Las inquietudes artísticas de la barcelonesa Paula Ribó parecen no tener límites. La que canta en sus composiciones es ella misma, con el nombre de Rigoberta Bandini, un alter ego formado en el confinamiento con el que ha asegurado en varias entrevistas que se "atreve" a experimentar más, en cuestiones que van desde la estética hasta en su habilidad para mezclar idiomas en el spanglish tan característico que incluyen sus letras. Aunque cuando sale al escenario como Rigoberta Bandini conserva la esencia de Paula Ribó y lo demuestra en detalles como el hecho de que actúa con el que fue su uniforme de colegiala de las Teresianas de la calle Ganduxer.
La maternidad ha sido otra de las fuentes de inspiración de Paula Ribó, ya que, casi a la par que el proyecto artístico de Rigoberta Bandini nació Nico, su primer hijo fruto de su relación con Esteban Navarro, del dúo cómico Vengamonjas. A su pareja se refiere cariñosamente como el "Rigoberto", puesto que fue quien le impulsó a seguir adelante con su aventura musical en plena pandemia y le considera una pieza fundamental para poder llevar a cabo una conciliación real entre su carrera artística y su vida personal.
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El éxito de las canciones de Rigoberta Bandini, muy aplaudidas por el público millennial, ha estado impulsado por el apoyo de algunas de las series nacionales más exitosas. Por ejemplo, el tema Too many drugs aparece en Veneno, de Los Javis; mientras que, In Spain we call it soledad, tomó adquirió un gran protagonismo gracias a la serie Valeria, aunque antes ya presumía de 200.000 escuchas mensuales en Spotify.
Cabe mencionar que la cantante barcelonesa ya había probado suerte en la música antes de arrancar su carrera en solitario. Lo hizo durante casi una década con el grupo The Mamzelles, en el que sus compañeras eran las actrices Paula Malia (El Vecino, Valeria o Gente que viene y bah) y Bàrbara Mestanza (Amar es para siempre o Mercado Central). Unas experiencias musicales que combinaba con su trabajo como actriz de doblaje, en el que debutó con tan solo 7 años. Desde entonces, ha puesto voz a Emma Stone, a Shailene Woodley en la saga Divergente, a la princesa Disney Mérida en Brave, a El viaje de Chihiro o a Wendy en Peter Pan: La Gran Aventura.
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