Continúan los problemas para Mark Zuckerberg que ha sido demandado junto a su esposa, Priscilla Chan, por un presunto comportamiento racista y homófobos de su exjefe de seguridad, Liam Booth, con dos empleados. Además, por no recibir los salarios que les debían durante el tiempo en el que trabajaron en el hogar familiar de la multimillonaria pareja, tal como informa Bussines Insider. Las dos demandas, presentadas el pasado mes de septiembre en la Corte Superior del Condado de San Francisco, citan al director ejecutivo de Facebook y a su mujer, como acusados junto con varias empresas y entidades relacionadas con la familia, según documentos oficiales judiciales obtenidos por NBC News.
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En la demanda conjunta, los documentos judiciales describen a Mia King como una mujer de color y miembro de la comunidad LGTB que trabajó como asistente de operaciones de seguridad, desde mayo de 2018 hasta febrero de 2019, para Limitless Specialty Services, LLC, una compañía que brinda servicios de protección a la familia Zukerberg. En su denuncia, Mia King alegó que fue "sometida a un patrón continuo de acoso y discriminación racial" por parte de sus compañeros de trabajo, incluidos comentarios despectivos y subidos de tono. También afirmó que, a menudo, en su presencia se decían frases inapropiadas dirigidas a empleados homosexuales. Posteriormente presentó una demanda sobre las condiciones de trabajo, en la que Mia afirma que le dijeron que tenía que 'actuar en consecuencia' porque "aquí los hombres están en el liderazgo", según consta en los documentos judiciales. Además de las acusaciones por el entorno de trabajo hostil, King afirmó que nunca fue compensada por trabajar horas extras.
La otra denuncia fue presentada por un hombre no identificado, abiertamente gay, y con epilepsia, a quien se ha llamado Jhon Doe, nombre que se utiliza en las acciones o discusiones legales en Estados Unidos para mantener el anonimato. El demandante expuso que trabajó como Gerente de Operaciones Domésticas de la familia desde enero de 2017 hasta marzo de 2019. Jhon Doe alegó que durante el desarrollo de su trabajo fue vejado por compañeros de trabajo. Afirmó que "a menudo" trabajaba más de 40 horas a la semana y más de ocho horas al día para la familia, tiempo por el que no fue compensado. Debido a la enfermedad que padece experimentó temblores y debilidad en las manos y en las piernas, solicitó no tener que cargar objetos pesados, pero su petición no fue atendida.
El portavoz de la familia Zuckerberg-Chan, Ben LaBolt, afirmó a través de un comunicado que después de varias semanas de investigaciones, las acusaciones incluidas en la denuncia "no pudieron fundamentarse". Explicó además que, tanto en las empresas relacionadas con la pareja, como en su propio hogar, se toman muy en serio las quejas por mala conducta de los empleados en su lugar de trabajo e investigan rápidamente estos casos. Por lo que desde la familia creen que estos trabajadores fueron tratados de manera justa y respetuosa y están confiados en que se demostrará que las afirmaciones son falsas. Añaden que, desde que se filtraron a la prensa estas quejas de manera anónima hace más de dos años, han seguido un estricto código de conducta por el que se requiere un comportamiento adecuado por todos los miembros de sus equipos y que esperaban que todos los trabajadores los llevaran a cabo. Explica del mismo modo que cualquier queja que se presente al personal de Recursos Humanos se toma muy en serio y se investiga. El comunicado finaliza expresando el orgullo del matrimonio por el equipo de profesionales que trabajan en sus empresas y confía en que "estas reclamaciones, que buscan desacreditar injustamente a nuestros colegas, fracasarán".
Este demanda se han conocido pocas semanas después de un revés económico para Mark Zuckerberg. El apagón mundial sufrido el pasado 4 de octubre por Facebook, Whatsapp e Instagram le costó al fundador y CEO de la compañía tecnológica la pérdida de más de 6.000 millones de dólares (5.165 millones de euros) en su patrimonio, a consecuencia principalmente del desplome de las acciones de la popular red social. El empresario atesora una fortuna personal cifrada en 122.000 millones de dólares (105.039 millones de euros), por lo que cede una posición en el ranking de los más ricos del planeta y ocupa el quinto lugar por detrás de Bill Gates, Bernard Arnault, Jeff Bezos y Elon Musk.