El día a día de Iñaki Urdangarin ha cambiado mucho en los últimos meses. Tras dos años y medio cumpliendo condena por el caso Nóos en la prisión de Brieva (Ávila), a comienzos de año le concedieron el tercer grado penitenciario e inició una nueva etapa en la cárcel de Zaballa (Álava) a la que ahora tiene que ir tan solo un día a la semana mientras que el resto suele estar en casa de su madre. Este regimen de semilibertad le permite disfrutar del tiempo libre con sus seres queridos y estar presente en fechas tan señaladas como la que acaba de vivir este sábado con el debut de su hijo Pablo como jugador del primer equipo del Barcelona de balonmano. Para asistir al partido se desplazó junto a la infanta Cristina a la ciudad condal, donde disfrutó del encuentro, se reencontró con antiguos compañeros, celebró las 'bodas de oro' del Palau blaugrana y habló de esta nueva etapa de su vida.
-Pablo Urdangarin, un jugador muy entregado en la pista de balonmano
"Estoy bien, remontando, volviendo a mi nueva normalidad", explicaba en Catalunya Radio el exjugador de balonmano de 53 años durante la conemoración del medio siglo de historia de este recinto deportivo en el que guarda tantos recuerdos. El cuñado de Felipe VI reconoce que no tiene ante sí una tarea fácil pero considera que el deporte es un aliado porque "ayuda a no parar de empujar hasta el final". Además, en medio de este proceso de cambio reconoce que las personas de su entorno le acompañan: "Los amigos siempre están ayudando, eso no cambia ni en los buenos momentos ni en los no tan buenos. Ellos me conocen y saben quien soy"
Una de las grandes alegrías de Iñaki es ver cómo su segundo hijo, que decidió hace tiempo seguir sus pasos deportivos, va poco a poco afianzando su carrera como jugador profesional y tiene ahora una gran oportunidad en la Liga Asobal, la máxima categoría masculina de balonmano. Lo hace bajo las órdenes del entrenador Antonio Carlos Ortega, con el que coincidió cuando jugaba en el TSV Hannover Burgdorf. En una entrevista con La Vanguardia, el marido de doña Cristina ha asegurado que la única similutud entre ambos es que son zurdos pero que Pablo, que en diciembre cumplirá 21 años, "tiene más talento" que él "cuando jugaba". En este sentido ha resaltado las importantes cualidades que el joven de 1.94 metros de altura y complexión delgada posee: polivalencia y rapidez.
Para Urdangarin es emocionante e histórico ver a su hijo en la misma pista que él tantas veces pisó, la primera vez hace justo 35 años, en 1986. Iñaki formó parte del Barça durante 14 temporadas en las que cosechó importantes éxitos como seis Copas de Europa. Disputó también con la Selección Española dos Olimpiadas en las que lograron sendas medallas de bronce. Fue precisamente en una de estas competiciones que tuvo como sede Atlanta cuando conoció a la hija mediana de los reyes Juan Carlos y Sofía. Sus caminos se cruzaron en 1996, un año más tarde se dieron el "sí, quiero" en Barcelona y han formado una numerosa familia compuesta por cuatro hijos. El matrimonio "sigue igual de unido" a pesar de las adversidades y su relación es "indestructible" tal y como contaban a ¡HOLA! fuentes cercanas la pareja.
La curiosa anécdota de Iñaki Urdangarin al hacerse una foto con una admiradora