Lucía Pariente, que ha vivido grandes momentos de tensión en Secret Story: la casa de los secretos estos días junto a Isabel Rábago, ha sido expulsada del reality por el 58,2% de los votos de la audiencia. La madre de Alba Carrillo se ha enfrentado a la nominación con Adara Molinero, la última participante en entrar tras la eliminación disciplinaria de Sofía Cristo. Ambas eran dos de los pesos pesados de la edición y aunque su relación no ha sido del todo buena lo cierto es que las dos se han agradecido haber sido tan valientes durante su estancia en esta aventura. "A nivel emocional estoy fatal porque me he llevado más bofetadas de las que me merecía. Así de claro lo digo. Bajo ningún concepto he venido a esta vida a sufrir, pero ni yo ni nadie. Por eso lo que pienso, lo digo. Cuando me he equivocado en la casa no ha pasado ni un minuto sin que haya pedido perdón", ha relatado la concursante a Jorge Javier Vázquez, que ha señalado lo triste que era que cualquiera de las dos se fuera.
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La madre de Alba Carrillo, que ha expresado que no quería irse porque ahora veía todo con "otra perspectiva", también ha confesado al presentador que el principal problema en el concurso ha sido ella misma, pero que quizá sin la presencia de Isabel Rábago habría tenido menos presión. "Por las buenas soy muy buena, pero por las mañas soy un pelín canalla. Y lo peor es que me gusto así", ha explicado la expulsada, emocionada porque se va a reencontrar con su hija y su nieto. Triste por su salida, Lucía ha querido decir que Secret Story ha sido una experiencia increíble, "el parque de atracciones para adultos más bonito que existe". "He hecho cosas aquí que jamás pensé que iba a hacer", ha contado emocionada.
Además, la expulsada ha reconocido que Cristina Porta ha sido una gran rival y que se ha arrepentido de haber comenzado en el concurso demasiado fuerte, aunque para ella la vida es "todo o nada". "Todo lo malo tiene algo bueno. Qué mal lo he hecho, no he escuchado ni un consejo. Pero he disfrutado y me llevo muy buena gente", ha relatado Lucía, entre lágrimas, en su última conexión desde la casa con su su hija Alba, quien ha contado que su nieto está deseando verla y que por la mañana deseaba que su abuela estuviera eliminada.
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A su llegada a plató, Lucía también ha querido compartir con todos una reflexión sobre quienes han fastidiado su concurso y el de Emmy Russ, la expulsada de la semana anterior: "Han sido los mismos. Isabel Rábado y Luis Rollán. Ella era ganadora y te perjudicó que te arroparan cuando no te hacía falta".