Jennifer Gates, la hija mayor de los todopoderosos Bill y Melinda Gates, por fin cumplió su sueño de casarse con Nayel Nassar. Después de prometerse en enero de 2020 y retrasar su enlace soñado a causa de la crisis sanitaria, la pareja celebró, el pasado fin de semana, una doble boda. La noche del viernes, la estudiante de Medicina, de veinticinco años, y el jinete egipcio, de treinta, contrajeron matrimonio en una ceremonia íntima por el rito musulmán. Al día siguiente, y en el mismo escenario, el espectacular rancho de caballos de cincuenta hectáreas y valorado en catorce millones de euros que los padres de la novia le regalaron tras graduarse en Biología Humana, en Stanford, volvieron a darse el ‘sí, quiero’, esta vez, en una ceremonia civil y ante trescientos invitados.
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Para su gran día, Jennifer lució un vaporoso vestido hecho a medida por Vera Wang, con manga larga y un velo que partía de su peinado semirrecogido, mientras que Nayel vistió el clásico esmoquin negro.
La ceremonia acabó aproximadamente a las cinco de la tarde, con un gran aplauso para celebrar que los anfitriones eran oficialmente marido y mujer. Entre los invitados, además de familiares como Mimi Gardner Gates, abuela de la novia, se encontraba Georgina Bloomberg, hija del exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg. Tanto Bill como Melinda Gates, que mantienen una buena relación, tras divorciarse el pasado verano, estuvieron en todo momento pendientes de su primogénita, al igual que las nueve damas de honor de la novia. El creador de Microsoft tuvo un papel destacado durante la celebración, ya que bailó con su hija la canción Can you feel the love tonight, de Elton John.
Después de la cena y de cortar la tradicional tarta nupcial, un pastel de ocho pisos creado por la exclusiva casa de repostería francesa Ladurée, todos disfrutaron al ritmo de la música en directo de Coldplay y Harry Hudson.