Una imagen siempre vale más que mil palabras. El príncipe vuelve a sonreír a la vida, después de años convulsos y difíciles. Un tiempo marcado por el enfrentamiento con su hijo mayor, Ernst, con el que pronto tendrá que encontrarse ante el Tribunal de la capital de Baja Sajonia; la soledad; los tropiezos con la ley; la mala salud… Y, también, la mala fama que le persigue incluso desde antes de separarse de la princesa Carolina… Pero, ahora, el jefe de la Casa Gëlfa no parece el mismo hombre. Puede que haya encontrado su sitio entre el amor a Claudia Stilianopoulos y los momentos felices como padre y abuelo.
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Ernst de Hannover ha cambiado la guerra de Austria por la paz y el amor en Madrid. Ha recobrado la ilusión junto a la hija artista de Pitita Ridruejo; es un abuelo entregado con sus nietos, a los que aúpa en brazos; un padre divertido que se apunta a conducir un patinete eléctrico, y también un suegro querido. Alessandra de Osma, princesa, abogada y diseñadora, parece estar encantada de que sus hijos, Sofía y Nicolás, compartan tiempo con su abuelo.
Un príncipe renovado que ya nos llamaba la atención, este verano, ejerciendo su papel con los mellizos durante sus vacaciones en Ibiza. La isla donde, gracias a unos amigos en común, conoció a Claudia, la famosa escultora, de cuarenta y ocho años y madre de dos hijas, que parece haberle robado el corazón, tal y como puede verse en estas imágenes exclusivas.
Llevan tan solo tres meses juntos, pero las fotografías son una muestra de su cariño y de una relación que va a más. Clo —así la llaman su familia y sus amigos— y Ernst se han vuelto inseparables. De sus citas secretas a disfrutar juntos del otoño en Madrid como una pareja de enamorados. Risas, abrazos, confidencias y mucha complicidad, con los que dejan de lado cualquier tipo de enfado o pelea. España gana otro príncipe.