"Hemos perdido a un esposo, padre, abuelo y un gran estadounidense extraordinario y amoroso", ha anunciado la familia de Collin Powell en su perfil de Facebook. Conocido por ser una de las caras más visibles en el panorama político estadounidense al comienzo de la controvertida Guerra de Irak, Powell ha fallecido a los 84 años por complicaciones derivadas del COVID-19, pese a estar vacunado. Estaba casado desde hace casi 60 años con Alma Vivian Johnson y tenía tres hijos.
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La de Collin Powell es una historia de superación personal en toda regla. Nació en el popular barrio neoyorquino del Bronx, una de las zonas más conflictivas de la ciudad, pero supo labrarse un prometedor camino. Tanto es así que en los altos círculos del Gobierno se llegó a apostar por él como presidente de Estados Unidos; en concreto, se pensó que sería el primer presidente negro de Estados Unidos. Eso no ocurrió, pero sí logró hacer historia.
-Último adiós al expresidente de Estados Unidos George H.W. Bush
Todo comenzó cuando se puso el uniforme militar por primera vez. "Me sentí algo distintivo vistiendo un uniforme", dijo él mismo en una entrevista a la CNN en el año 2000. "Nunca me había distinguido en mucho más". Le fascinaron "la estructura y la disciplina de los soldados" cuando entró en el Ejército y pronto comenzó a llamar la atención entre sus superiores. Combatió en la Guerra de Vietnam, donde fue herido dos veces, una de ellas en una operación de rescate a otros compañeros. Arriesgó su vida por ellos y, aunque tardó más de una década en ascender en el rango militar, fue recompensado con creces.
Primero se le concedió el cargo de general de brigada, en 1979, y su nombre comenzó a cobrar fuerza hasta el punto de que Ronald Reagan lo designó asesor de Seguridad Nacional en 1987 y, dos años más tarde, ya con Bush padre en la presidencia, se puso al frente del Estado Mayor Conjunto. Fue en la administración de Bush hijo cuando su figura cobró más peso no solo a nivel nacional, sino también internacional.
En medio, ya había sido reconocido con importantes premios por presidentes tanto republicanos como demócratas por su destacado papel en la Guerra del Golfo. Años después, como decíamos, George W. Bush lo nombró secretario de Estado o, lo que es lo mismo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos. Collin Powell fue la primera persona de raza negra en ocupar el cargo.
Su nombre pronto empezó a sonar en los más altos círculos como presidenciable y se veía en él al primer presidente negro del país. Pero, como sabemos, no sería así. Su argumentación para iniciar la Guerra de Irak tras los atentados del 11-S le pasarían factura. Perdió importantes cotas de popularidad y le afectó a su carrera política posterior, pero siguió siendo una figura clave. Una vez acabado el mandato de Bush, decidió pasarse al otro bando, al partido demócrata, para apoyar a un candidato que, esta vez sí, sería el primer presidente negro de Estados Unidos: Barak Obama, que se veía como la antítesis de todo lo que él había representado en la anterior administración.
En cualquier caso, Powell siempre fue un ciudadano entregado a su país que influyó enormemente en la historia con sus decisiones en clave de política internacional. Y, después de haber ganado las más duras batallas, ha perdido otra a la que se ha enfrentado (se enfrenta) toda la humanidad y que ya es histórica: la del coronavirus.