Desde que se hiciera pública su relación con Sara Carbonero, a principios de julio, Kiki Morente se ha convertido uno de los personajes más buscados. Sin embargo, el cantaor granadino, hijo del recordado Enrique Morente, ha estado centrado, estos últimos meses, en terminar El Cante, su segundo álbum. “Hay mestizaje entre flamenco, música electrónica, psicodélica… Hay algo inquieto. Aquí quiero transmitir mi nuevo sonido, frescura, un disco con movimiento”, explica a ¡HOLA! sobre el proyecto, en el que cuenta con colaboraciones muy especiales. Al tiempo que compagina la promoción de este trabajo con las grabaciones de La Voz Senior, donde acaba de incorporarse como asesor de uno de los coaches, Kiki nos descubre su faceta artística y se sincera sobre el interés de su relación con Sara.
—Para la gente que no te conozca tanto, ¿de dónde viene el nombre de Kiki?
—De Kike, de Enrique. Como mi padre también se llamaba Enrique, me empezaron a llamar Kiki. Me gusta el nombre, porque mi familia y mis amigos me han llamado así toda la vida
—¿Cómo llevas que tu vida personal quede recogida en las revistas?
—Lo llevo genial, voy a mi bola. Me dedico a trabaja y a defender mi disco, mi trabajo.
—¿Te afecta en algún momento?
—No. Algún miércoles se comenta entre risas… Está todo bien.
—Háblanos de la creación de este segundo disco.
—Me metí en mi estudio de Granada y empecé a investigar y trabajar con el productor. La pandemia nos pausó todo, pero lo retomamos y hemos ido conduciendo hasta donde queríamos llegar.
—Tus hermanas, Estrella y Soleá, te han apoyado.
—Sí, con sus opiniones y colaborando en el disco, porque cantan un tema conmigo. Mi madre y mi abuela también están contentas. Toda la familia me anima, me da consejos y sus críticas positivas.
Casi toda su familia en el álbum
—En el álbum, hay varias colaboraciones.
—Como es un trabajo muy personal y conceptual, he querido contar con mis hermanas. También canto con mi padre en una malagueña, que es un cante ortodoxo, pero con sonidos electrónicos. He tenido la suerte de encontrarnos a través del cante.
—¿Cuáles son tus referentes, aparte de tu familia?
—Mi padre es un genio del cante y mi madre, bailaora, es muy creativa y también pintora. Me he criado en una casa llena de artistas. Pero, de niño, siempre tenía en mente a Michael Jackson. Aunque no tenga nada que ver con mi música, me llamaba la atención lo que representa artísticamente, esa manera de disfrutar y crear. Yo tenía todos sus discos.
—¿En qué te inspiras para componer tus temas?
—En todo: en la vida, la playa, el sol, el flamenco, el resto de la música… En la alegría y las cosas bonitas. La inspiración viene cuando menos te lo esperas.