La vida de Mar Torres, nieta del fundador del holding cárnico El Pozo Alimentación, cambió en 2014, cuando coincidió con Felipe de Marichalar en el internado de Sigüenza (Guadalajara). Allí comenzaron una historia de amor que finalizó cinco años después, aunque no todo podría estar dicho: a lo largo de estas últimas semanas, han surgido rumores sobre una posible reconciliación entre ambos. Mar ha aclarado su relación con el hijo de la infanta Elena durante su asistencia al estreno de Medjugorje, película documental sobre este centro de peregrinación en Bosnia-Herzegovina, donde la influencer también nos ha hablado de su conversión católica, su popularidad y su arranque de curso.
- ¿Cómo ha sido tu experiencia en Medjugorje, ha sido una revelación para ti?
- La verdad es que sí. La experiencia fue increíble con la HAM –la orden religioso Las Hijas del Amor Misericordioso–. El ir en grupo me ayudó muchísimo porque hicimos muchos sacrificios y me ayudó mucho a a estar conmigo misma y con la Virgen. El poder de interioridad, el poder pedir… El yo dar… La verdad es que fue algo muy bonito.
- ¿Cómo llegó Medjugorje a tu vida?
- Yo fui por primera vez cuando tenía catorce años. Mi abuela fue de las primeras personas que estuvo en Medjugorje, después de la Guerra de Mostar –el conflicto bosniocroata–, la acompañamos mi hermana y yo. Mi hermana fue más veces y yo dejé de ir, pero he estado unas cuatro veces.
- Además, has hecho el ascenso a la Virgen descalza.
- Ah, eso no es nada. ¡Me duele más llevar tacones! (Ríe).
- ¿Has sido siempre tan religiosa?
- No.
- ¿Por qué esta conversión?
- Porque necesitaba algo en lo que apoyarme y pensar. Veía que mi hermana era muy feliz y pensé: “¿Por qué no darle una oportunidad?”.
- Siendo tu hermana tan religiosa, ¿cómo ha vivido tu conversión?
- Está muy feliz. Ella vivió todo conmigo.
- ¿Qué tiene Medjugorje para que personas como Tamara Falcó y tú os mostréis tan entusiasmadas?
- Tienes que ir. Tienes que ver la película y luego visitar. A cada persona le toca de una manera distinta.
- ¿Has hablado con Tamara de este tema?
- No, nunca.
- ¿La conoces personalmente?
- No. Conozco a Iñigo [Onieva], pero a Tamara no.
- ¿Y qué puedes decir de él?
- Es muy buena persona.
- ¿Os habéis conocido o ha habido algo más?
- Nos hemos conocido. Nada más (ríe).
- Supongo que, en muchas ocasiones, las redes proyectan una imagen frívola, pero tú también tienes tu lado espiritual.
- Exactamente.
- Habrá quien se sorprenda.
- En las redes sociales me gustaría expresar más esa parte experimental que tengo. Me cuesta, pero, poco a poco, enseñaré esta parte más espiritual y religiosa que tengo.
- ¿Piensas que la gente tiene una imagen de ti frívola?
- Sí, por supuesto. Creo que tienen una imagen equivocada de mí.
- Acabas de retomar las clases. ¿Cómo está siendo este arranque de curso para ti?
- La verdad es que muy bueno. No apostaba tanto por mí (ríe). Tenía miedo y hay asignaturas que no las veía. Pero me he sorprendido, porque ya he tenido que hacer trabajos y he hecho algún examen y he sacado muy buena nota.
- ¿Es tu último curso?
- No, me queda uno más.
- ¿Y tienes pensado qué hacer después, cuando finalices tu etapa universitaria?
- Tengo algo en mente, pero la vida da muchas vueltas y tengo que pensar mucho.
- ¿Alguna incursión en la moda?
- Bueno, eso era más de antes. La moda me encanta. Me encanta arreglarme, el ponerme complementos…
- Eres muy coqueta.
- Supercoqueta. Pero el estar tan pendiente lo veo como algo superficial.
- ¿Desde que estás más pendiente de la religión?
- Es que las personas maduran y las cosas cambian.
- En las últimas semanas se ha hablado de una posible reconciliación con Felipe de Marichalar.
- No, de eso no hablo.
- Pero, ¿es verdad o no?
- No me apetece hablar de eso. Estoy muy bien como estoy.
- ¿Estás soltera?
- Estoy muy bien como estoy. Me afecta que hablen de mí y no voy a decir nada.
- Pero, ¿no crees que se terminarían las especulaciones si lo aclararas?
- Somos amigos.
- Aclarado queda. También compañeros de clase.
- Sí. Nos llevamos muy bien y nunca voy a decir nada sobre él, porque no. Luego me afecta a mí.
- ¿Te han llamado la atención para que no hables de él?
- Es que no quiero hablar (ríe).
- Una última pregunta sobre Felipe. ¿Qué tiene él para que le tengas tanto afecto?
- Nos apoyamos muchísimo en todo. Hemos estado mucho tiempo de noviazgo y tenemos muy buena relación. Conmigo se ha portado muy bien, siempre se ha preocupado por mí.
- ¿Te apetece enamorarte o no tienes ganas?
- Estoy muy bien, estoy muy bien.
- ¿Te consideras una mujer que llamas la atención?
- Sí, por supuesto. Por mi carácter, me gano a la gente, la verdad.
- Cambiemos de tema. ¿Cómo va la eliminación del tatuaje en tu brazo?
- (Ríe).
- ¿Cuántas veces te has arrepentido de hacerlo?
- ¡Muchas! De hecho, no me he puesto anestesia para quitármelo. Para no hacerme ninguno más (ríe).
- En algún momento se ha dicho que querías hacerte otro retoque.
- No, no. A ver… Siempre es bueno hacerse cosas, porque hay que cuidarse, pero estoy muy bien como estoy.
- ¿Qué te dicen tus padres de tu popularidad?
- No les gusta, obviamente.
- ¿Te lo dicen o prefieren que vueles libre?
- Ya ni leen nada. Ni se enteran, creo. Pero me respetan, claro.