victoria botana© MIGUEL FLORES-VIANNA/cortesía de RIZZOLI

Victoria Botana de Beauvau-Craon, la nieta de María Cristina Patiño y Borbón, duquesa de Dúrcal, nos abre las puertas del castillo de Haroué, hogar de su familia desde hace trescientos años

La aristócrata publica un libro sobre su ‘château’, considerado uno de los más bellos de Francia


Actualizado 8 de octubre de 2021 - 15:51 CEST

Sans départir (’Nunca hay que abandonar’). Ese es el lema de los Beauvau-Craon, una familia que a lo largo de casi cuatrocientos años de historia ha entroncado con Reyes, príncipes, archiduques y duques, convirtiéndose en una de las más aristocráticas de Francia. “Diría que esa consigna nos describe bastante bien. A través de diferentes generaciones, incluso en tiempos difíciles, nunca nos hemos rendido o abandonado y siempre hemos encontrado soluciones para mantener viva nuestra casa”, dice Victoria Botana de Beauvau-Craon, heredera de esta dinastía.

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© Hola

La casa a la que se refiere no es otra que el castillo de Haroué, en la región de Lorena. Este palacio, obra del arquitecto Germain Boffrand, el mismo que creó la plaza de la Concordia de París, es considerado uno de los más bonitos de Francia: ochenta y dos salones y habitaciones decoradas por los mejores artesanos del siglo XVIII. El diseño de Boffrand hace guiños al año del calendario: trescientas sesenta y cinco ventanas, cincuenta y dos chimeneas, doce torres y cuatro puentes que cruzan un foso de cuento de hadas. Los jardines ‘a la francesa’ son obra del paisajista e interiorista de origen español Emilio Terry, miembro de la conocida familia de bodegueros gaditanos. “Haroué fue construido para la familia en 1720 y ha permanecido en ella desde entonces”, apunta con orgullo Victoria, que acaba de publicar con su madre, la princesa Minnie, un libro sobre la historia de su hogar: Château de Haroué: The Home of Princes de Beauvau-Craon (Rizzoli).

© MIGUEL FLORES-VIANNA/cortesía de RIZZOLI

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Victoria publica ‘Château de Haroué’ (Rizzoli), un libro en el que descubre los secretos de su castillo. En la imagen, posa en los jardines, diseñados por Emilio Terry, miembro de la familia de bodegueros gaditanos.

La propiedad, rodeada de más de ochocientas hectáreas de jardines y bosques, es considerada la quinta esencia francesa. Sin embargo, también tiene una fuerte conexión con nuestro país. El fundador de la dinastía, Marc de Beauvau, primer príncipe de Craon, era Grande de España. Además, Victoria está doblemente emparentada con los Borbones. Eso podría explicar por qué habla español perfectamente. Un antepasado suyo, Isabeau de Beauvau, se casó con Juan de Borbón-Vendôme en 1454 y era tatarabuela de Enrique IV, el primer Borbón que reinó en Francia. Su abuela, María Cristina Patiño y Borbón, duquesa de Dúrcal y Grande de España, es hija de María Cristina de Borbón y del magnate Antenor Patiño, apodado el Rey del Estaño. Y su bisabuelo, el príncipe Charles Louis de Beauvau-Craon, fue diplomático en Madrid y trató con Alfonso XIII.

Desciende del príncipe Marc de Beauvau-Craon, el Grande de España que mandó construir este castillo en Lorena, y está doblemente emparentada con los Borbones

—De pequeña, tú vivías en Londres con tu familia. Pero la repentina muerte de tu abuelo obligó a tu madre a hacerse cargo del castillo. ¿Fue difícil tomar esa decisión? 

—En esas circunstancias, la definición de elección es que no hay elección. Elegimos hacer lo que había que hacer.

—Este castillo es perfecto para jugar al escondite…

—Sí, jugábamos al escondite todo el tiempo con mi hermano, Sebastián, y con mi primo Yunes… Nuestros perros siempre nos encontraban.

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Con su madre, la princesa Marie de Beauvau-Craon.

—¿Cuántas habitaciones tiene Haroué?

—No estoy muy segura de cuántas habitaciones hay en el castillo, pero, afortunadamente, tengo muy buen sentido de la orientación…

—¿Y personal? ¿Cuánta gente trabaja?

—Depende de la temporada. Pero contamos con un ama de llaves muy leal que lleva mucho tiempo con nosotros y que es parte de la familia.

“No estoy muy segura de cuántas habitaciones tiene el castillo, pero, afortunadamente, tengo muy buen sentido de la orientación”, reconoce

—Haroué ha tenido huéspedes muy ilustres: Voltaire, Montesquieu, Napoleón III, la Reina Madre de Inglaterra. ¿Recuerdas algún visitante español?

—Sí, Carmen Martínez-Bordiú vino a la inauguración de una exposición que organizamos con Hubert de Givenchy y Philippe Venet, en la que se exhibía el precioso vestido de novia de Balenciaga que lució ella en su boda con el príncipe Alfonso de Borbón.

—¿Cuál es tu rincón favorito de la casa? 

—Tengo muchas zonas que me inspiran enormemente. La Cueva de Alí Babá es una de las torres del castillo. Me encanta por las vistas que tiene a diferentes partes de la casa: el jardín, el foso y el castillo Bassompierre. Guardo algunos de mis mejores recuerdos de infancia en esa torre. Además, al ser una habitación redonda, transmite una sensación de paz y singularidad.

“Mi bisabuelo fue secretario de la embajada de Francia en España en la década de 1920. Tenemos fotografías de él con el Rey Alfonso XIII y estamos orgullosos de mostrárselas a los visitantes”

—El fundador de la dinastía, Marc de Beauveau, fue Grande de España. ¿Qué puedes contarnos sobre él?

—Marc de Beauvau-Craon nació en Viena, en mil seiscientos setenta y seis. Era amigo de la infancia del duque Leopoldo de Lorena. El duque lo nombró gobernador de Lorena y tutor de su hijo, François. Marc de Beauvau-Craon negoció el matrimonio de François con la archiduquesa María Teresa de Austria, que tuvo lugar en mil setecientos treinta y seis. Gracias a esa unión, Lorena se anexionó a Francia, en mil setecientos sesenta y seis. Para agradecer a Marc de Beauvau todos los servicios prestados al reino, el duque consiguió para él la Grandeza de España.

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Sebastián, con su mujer y su hija, en la biblioteca.

—Estás doblemente emparentada con los Borbones. Isabeau de Beauveau se casó con Juan de Borbón, y tu abuela también es Borbón. ¿Vienes mucho a España?

—Tengo muy buenos amigos que viven en España y disfruto mucho visitando Madrid, Sevilla y Pedraza. Curiosamente, ningún miembro de la Familia Real española ha visitado Haroué. Mi bisabuelo el príncipe Charles Louis de Beauvau-Craon fue secretario de la embajada de Francia en España en la década de mil novecientos veinte. Tenemos fotografías de él con el Rey Alfonso XIII y estamos orgullosos de mostrárselas a los visitantes.

—Tu abuela es la duquesa de Dúrcal, Grande de España. ¿Cómo es ella?

—Mi abuela es una persona muy reservada y discreta. La respeto mucho.

—Los jardines de Haroué fueron diseñados por Emilio Terry, que también era de origen español.

—¡Sí! Emilio Terry era gran amigo de mi abuelo, el príncipe Marc de Beauvau-Craon. Lo que más me gusta de los jardines es la perfecta simetría y estructura de este parque ‘à la française’, que se integra a la perfección con el paisaje. Los jardines están rodeados de bosques y llanuras naturales, y uno no sabe dónde termina una cosa y dónde empieza la otra.

© MIGUEL FLORES-VIANNA/cortesía de RIZZOLI

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Sobre estas líneas, la sala de billar. Arriba, el comedor.

—Hay grandes mujeres en tu familia: desde Marie-Francoise-Catherine, una famosa poeta e intelectual del siglo XVIII, hasta tu madre, la princesa Minnie. ¿Quién es tu favorita y por qué?

—Mi madre siempre ha sido una gran inspiración para mí. La admiro mucho y admiro todo lo que ha hecho con Haroué. Estoy muy agradecida por los valores que nos ha transmitido a mi hermano y a mí.

—Pasaste los meses de confinamiento en Haroué. ¿Cómo es vivir la pandemia dentro de un castillo?

—Tuve mucha suerte de pasar los meses de confinamiento en el castillo con dos amigos. Al quinto día de encierro, mi madre nos puso a trabajar (risas).

—Tu abuelo abrió el castillo a los visitantes en la década de mil novecientos sesenta. ¿No es raro ver a extraños caminando por tu casa?

—Yo no lo imagino de otra manera… Cada visitante trae una energía que nutre la casa.

—Algún día, tu hermano y tú vais a heredar el castillo. Supongo que es una gran responsabilidad…

—Es un honor y, por supuesto, una responsabilidad, ya que queremos que la casa permanezca en la familia para las generaciones futuras.

© MIGUEL FLORES-VIANNA/cortesía de RIZZOLI

Victoria posa con su familia frente a uno de los once famosos tapices que representan las batallas de Alejandro Magno contra el Rey de Persia. Fueron un regalo del duque Leopoldo de Lorena a su amigo Marc de Beauvau-Craon, fundador de la dinastía. De izquierda a derecha: Victoria; su cuñada, Lavinia; su hermano, Sebastián, y su madre, Minnie.