Todo ternura. Así es Sofía Palazuelo, la mujer de Fernando Fitz-James Stuart, en el papel más importante de su vida: el de madre. Como cualquier mujer de hoy día, la duquesa de Huéscar concilia su discreta vida familiar y el cuidado de su hija, Rosario, de un año, con su trabajo junto a su madre en Around Art, empresa que se encarga de proporcionar experiencias artísticas en colecciones particulares y en museos a puerta cerrada. Días atrás, aprovechando uno de sus momentos de tiempo libre, Sofía fue fotografiada dando un paseo con su pequeña por los alrededores de su domicilio, en Madrid, en compañía de su simpático e inseparable ejemplar de teckel. Un momento en el que volvió a hacer gala de su estilo impecable, demostrando que es una de las aristócratas más elegantes del panorama social, tanto en sus apariciones púbicas como con sus estilismos de street style.
Estos están siendo, además, unos días de numerosas celebraciones para los duques de Huéscar, puesto que no solo han vivido su primer cumpleaños como padres, el pasado ocho de septiembre, sino que también celebraron los treinta y un años del heredero al Ducado de Alba, el 14 de septiembre, y su tercer aniversario de boda. Cabe recordar que el hijo del actual duque de Alba y Sofía Palazuelo se casaron el seis de octubre de 2018, en el palacio de Liria, de Madrid; un enlace por todo lo alto que contó con la asistencia de más de cuatrocientos invitados, entre quienes se encontraban la Reina doña Sofía y numerosas personalidades de la vida social y empresarial.
Sumamente discretos, Fernando y su mujer se conocieron en el año 2013, cuando coincidieron en el College for International Studies, estudiando un máster. Desde entonces, no volvieron a separarse hasta que oficializaron su noviazgo, en la Feria de Sevilla, en 2016.