Como ya avanzó hace semanas, Anabel no pudo contar con la asistencia de su padre, Bernardo Pantoja, durante la celebración de su boda con Omar Sánchez, que tuvo lugar el viernes 1 en la playa de la isla canaria de La Graciosa. Sin embargo, la novia sí que estuvo arropada por su madre, Mercedes Bernal, quien acudió con Fernando, su pareja. Durante la ceremonia, Merchi, que es como la llama cariñosamente Anabel, ofreció un sentido discurso en el que destacó más las presencias que las ausencias. “Quiero agradecer a todos lo que estáis aquí acompañándola, familiares y amigos, porque, con vuestra asistencia, demostráis lo mucho que queréis a mi Anabel y a Omar”, dijo entre lágrimas.
La madre de la novia también quiso resaltar los valores de su hija. “No es perfecta. Tiene sus cosas buenas y malas, pero es transparente, cercana, bondadosa, sincera… Ayuda a su familia, a sus amigos y a la gente que no es tan amiga”, destacó visiblemente emocionada, antes de dar el mejor consejo para que la unión de Anabel y su marido sea fructífera: “Solo desearos lo mejor de lo mejor: felicidad, amor respeto, cariño confianza, tolerancia, paciencia… Que así llegaréis muy lejos”.
Pero ¡HOLA! también ha hablado con Merchi para conocer su opinión sobre las críticas que ha recibido Anabel por seguir adelante con la celebración, días después del fallecimiento de su abuela paterna, doña Ana. Y no solo eso. También nos ha explicado cómo ha sido su recuperación del accidente doméstico que sufrió en diciembre de 2019, del que todavía arrastra problemas de movilidad. Además, la madre de Anabel nos ha confesado si planea boda con su pareja, Fernando, con el que mantiene quince años de relación sentimental y con el que no está casada.
- ¿Cómo ha encontrado a Anabel estos días?
- Hemos pasado unos momentos muy, muy duros. Ella tenía mucha ilusión, pero hemos tenido muchos problemas. Cuando se habían apaciguado las cosas, nos hemos encontrado con el palo tan duro de su yaya. Ha sido un momento muy agridulce, por la celebración de la boda y su muerte… Imagínate.
- ¿Ha ayudado a su hija con los preparativos?
- No le he podido ayudar mucho porque estaba en la distancia. Ahora, cuando he venido, ella ya lo tenía todo preparado. Entonces, he estado acompañándola e intentando ayudarla en lo que necesitara.
- Pero le habrá dado algún consejo.
- Las madres siempre damos consejos, pero eso se queda entre madre e hija. Lo que sí te puedo decir es que le deseo que sea la más feliz del mundo.
“La boda suponía el esfuerzo de muchas personas y ya no se podía hacer nada. Era la tercera vez que la boda se iba a pique”
- Anabel ha recibido críticas por su boda. Cuando falleció doña Ana, su hija le preguntaría a usted si casarse o no. ¿Qué le dijo?
- Por el tiempo que era y por todo, que siguiera adelante. Su yaya ya estaba malita y no sentía. Entonces, le dije que siguiera. La boda suponía el esfuerzo de muchas personas y ya no se podía hacer nada. Era la tercera vez que la boda se iba a pique y no se podía celebrar. Además, su yaya ya se ha ido y la pena la lleva Anabel por dentro. Todas las personas llevamos la pena dentro, aunque por fuera demostremos otra cosa.
- ¿Qué opina de la ausencia de Kiko Rivera en la boda?
- No opino.
- Después de estos meses de pandemia, ha podido pasar unos días con Anabel en Canarias.
- Hemos estado casi dos años sin vernos porque yo también he tenido unos problemas con las operaciones –de la pierna– y no me podía mover. Es que me caí y me rompí la rótula.
- ¿Ya está recuperada usted?
- No he quedado bien. Después las agujas se me clavaron en el tendón y lo tengo dañado. Entonces, estoy muy limitada y no puedo andar mucho. Por eso, he estado de baja y no he podido viajar para verla. Encima, ella también se partió el peroné y no podía ayudarla… En fin…
- Qué mala suerte.
- Nos ha pasado de todo en dos años.
- Dicen que de una boda sale otra. ¿Se animará usted a casarse con su pareja?
- Ay, no. No estamos casados, no, pero hemos tenido suficiente con esta boda (ríe).
- Nadie conoce a Anabel como usted, que es su madre ¿Qué destacaría de su hija?
- Su corazón. La veis una persona con carácter, fuerte y con genio, pero luego se viene abajo. Es humilde. No te puedes imaginar cómo ayuda a todo el mundo, y no sólo a personas cercanas, sino también a las que están en la lejanía. Tiene un corazón tremendo y humilde.
- ¿Qué le parece Omar?
- Encantador. Además, los dos tienen una conexión estupenda entre los dos.
- Después de la boda, ¿cree que Anabel y Omar le darán un nieto pronto?
- No. Yo estaría encantada porque me encantan los niños. Me gustaría muchísimo, pero no entran en sus planes.