El enlace de Anabel Pantoja y Omar Sánchez ha sido todo un acontecimiento mediático que ha copado un sinfín de titulares y ha llenado horas y horas de televisión. Sin embargo, Anabel también ha tenido que enfrentarse a críticas por celebrar su boda y también a rumores sobre la relación con su primo Kiko. De todo ello ha hablado con ¡HOLA!
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—¿Te ha costado seguir adelante con el enlace?
—Sí. Hablé con ¡HOLA! de cancelarlo y lo llegasteis a anunciar, pero, finalmente, mi familia me dijo que no.
—¿También tus tíos?
—Sí. Aunque está mal, mi tía quería que me casara. Me dijo: “Te quiero ver sonriendo, porque la yaya te va a ver y no consentiría que anularas la boda. Yo no lo voy a permitir”. Ella me ha dado tanta seguridad y tanto amor… Mis tíos me han consolado más que yo a ellos y se han preocupado por la gente que estaba en Canarias. Yo les decía que no podía hacerlo, por la yaya, pero me dijeron: “La yaya no está. Ella está arriba viéndote”.
“Mis tíos Isabel y Agustín me han obligado a venir y a seguir con la boda. Me han consolado más que yo a ellos”, nos asegura Anabel
—¿Qué es lo que más te ha dolido de todo lo que se ha dicho estos días?
—Que se cuestione por qué he seguido con la boda. No voy a mencionar a nadie, pero hay personas de mi programa que han pasado por momentos muy muy duros y yo los he visto celebrando, cantando y bailando. Entonces, lo respeté. Es más, me alegré de ver a esa persona feliz dentro de una pérdida tan grande. Ahora he estado con mi familia y ha sido ella quien me ha obligado a continuar con todo. Podía haberla anulado, pero también se casaba Omar Sánchez. Además, han venido personas que están en ERTE, otras que tienen niños y los han dejado en Sevilla… Otras que han llorado en el trabajo para conseguir los días libres y poder estar en la boda… Mucha gente dirá que si toda esa gente está por encima de mi abuela… Pero es que mi abuela no está, está en el cielo. Si mi familia me hubiera pedido que la cancelara o hubiera encontrado una situación muy muy complicada en casa, no hubiera regresado a La Graciosa. Pero me han obligado a venir y a seguir con la boda.
“Mi primo Kiko dijo que él no podía venir porque no sentía eso. Pero yo lo entiendo, igual que ha dicho que él me entiende a mí”
—¿Te refieres a tu tía Isabel Pantoja y a tu primo Kiko?
—A mis tíos.
—¿Tus tíos Isabel y Agustín?
—(Asiente con la cabeza). Apoyándome. Por eso, tengo la conciencia tranquila. Mi yaya siempre quería verme feliz y le hacía ilusión que me casara. Lo que opine la gente me da igual. Se ha hablado también de que me han pagado una millonada por casarme. Es una contradicción, porque la boda se ha celebrado al aire libre y la ha tenido todo el mundo. Luego, se ha dicho que tengo muchísimas colaboraciones con Instagram. ¡Cero! ¡Mentira! Mi vestido lo ha pagado Merchi —su madre—. Hay productos que han estado en mi boda, como los picos o los quesos, porque han querido tener un detalle conmigo y no me han pagado. No me he casado por lo económico, sino porque es mi ilusión. No me voy a justificar más. Con el apoyo de los míos y de mi familia, he venido a La Graciosa a casarme.
—¿Tu primo también te animó?
—No. Me dijo que él no podía venir porque no sentía eso. Yo lo entiendo, igual que ha dicho que él me entiende a mí.
—Pese a todo lo sucedido, has sentido cerca a tu abuela este día.
—Claro. Le pedí a mi tía que me diera algo de ella para la boda y me entregó una pulserita que siempre llevaba mi yaya. También me regaló un rosario y un llamador de ángel de la Virgen del Rocío, de la que mi yaya era devota. El rosario lo voy a colgar en el cabecero de mi casa, como ella lo tenía en el suyo. Pero no hace falta llevar esto para tener a mi abuela presente.
—¿Con qué te quedas de ella?
—Con mil historias. Teníamos una conexión muy especial. Obviamente, no ha sido la misma que la que tenía con Kiko, porque ella lo ha criado y porque mi yaya sentía devoción por mi primo, pero la conexión con mi ella era muy guay. Me decía cómo andar, qué llevar puesto… Luego, yo le gastaba bromas, sustos… Nuestra relación era muy divertida.
“A mi tía le pedí algo de la yaya para llevarlo en la boda y me dio una pulserita de ella. También un rosario y un llamador de ángel de la Virgen del Rocío, de la que mi yaya era devota”
—¿Cómo fue enterarte del fallecimiento de tu abuela por la prensa?
—Fue duro para mí. Como había estado en el hospital, me imaginé que ningún medio se inventaría una historia así. Entonces, me sentí mal porque me vi muy, muy lejos de ‘Cantora’. Pero estoy bien, porque yo me he despedido de ella. Es que nos hemos despedido todos.
—¿Y no conocer la noticia por tu familia?
—Ellos me han dado sus motivos. Fue para protegerme a mí.
—¿Pensaban que la noticia no trascendería?
—(Asiente). Y quedaba solo un día para la boda…
—Se ha dicho que os dijeron que no fueseis a ‘Cantora’ a despediros de tu abuela.
—Eso es mentira.
—Es el propio Kiko quien lo escribió en sus redes. ¿Le llegó un mensaje erróneo?
—A mí no me llegó ese mensaje. Tampoco sé si le llegó a él, pero hacía mucho tiempo que no pisaba esa casa y no tenía relación con su madre… No sabíamos cómo sería la reacción, pero todo el mundo le aconsejó que estuviese con ella. Creo que ha sido la mejor decisión.
“Mi padre no ha venido a la boda, pero le quiero porque me ha traído a este mundo. No tengo la misma relación que con mi madre, pero siempre que me necesite voy a estar ahí”
—¿En algún momento tú dudaste en ir a ‘Cantora’?
—No. Pero yo tenía claro que volvería a La Graciosa Decidí que todo seguía adelante una vez que hablé con mi familia. El único que tomó la decisión de quedarse fue Kiko. Y es normal porque a él le ha afectado de otra manera y tiene otras cosas más. No es solo lo de mi yaya.
—¿Te refieres a arreglar las cosas con tu tía Isabel?
—Totalmente. Ahora mismo, él tiene un daño interior y entiendo que no le haya apetecido estar aquí.
—¿Cómo has encontrado a tu tía?
—Es algo íntimo y personal.
—Pero sí puedes decirnos que has estado arropándola.
—Totalmente. Todos hemos ido a eso. Pero, como te he dicho, ella me ha ayudado más a mí, porque sabía que yo estaba a dos días de casarme. Ella tuvo una boda con mil invitados y sabe lo que es esto.
—Se han dicho muchas cosas sobre el regreso de tu primo Kiko a ‘Cantora’. Por ejemplo, que tus tíos Isabel y Agustín han tenido un enfrentamiento por él.
—Me han pedido que no hable de cosas íntimas, pero eso no es cierto. No era el momento. Además, Kiko iba a su casa y no había ningún motivo. ¿Qué más han dicho?
—Que tu tía te habría comunicado que no celebraras la boda.
—Eso es mentira.
—Es el propio Kiko quien lo escribió en sus redes. ¿Le llegó un mensaje erróneo?
—A mí no me llegó ese mensaje. Tampoco sé si le llegó a él, pero hacía mucho tiempo que no pisaba esa casa y no tenía relación con su madre… No sabíamos cómo sería la reacción, pero todo el mundo le aconsejó que estuviese con ella. Creo que ha sido la mejor decisión.
—¿En algún momento tú dudaste en ir a ‘Cantora’?
—No. Pero yo tenía claro que volvería a La Graciosa. Decidí que todo seguía adelante una vez que hablé con mi familia. El único que tomó la decisión de quedarse fue Kiko. Y es normal porque a él le ha afectado de otra manera y tiene otras cosas más. No es solo lo de mi yaya.
—¿Te refieres a arreglar las cosas con tu tía Isabel?
—Totalmente. Ahora mismo, él tiene un daño interior y entiendo que no le haya apetecido estar aquí.
“Después de la boda, pasaré dos días en mi casa para procesarlo todo. Luego, iré a “Cantora” para estar con mi tía
—¿Cómo has encontrado a tu tía?
—Es algo íntimo y personal.
—Pero sí puedes decirnos que has estado arropándola.
—Totalmente. Todos hemos ido a eso. Pero, como te he dicho, ella me ha ayudado más a mí, porque sabía que yo estaba a dos días de casarme. Ella tuvo una boda con mil invitados y sabe lo que es esto.
—Se han dicho muchas cosas sobre el regreso de tu primo Kiko a ‘Cantora’. Por ejemplo, que tus tíos Isabel y Agustín han tenido un enfrentamiento por él.
—Me han pedido que no hable de cosas íntimas, pero eso no es cierto. No era el momento. Además, Kiko iba a su casa y no había ningún motivo. ¿Qué más han dicho?
—Que tu tía te habría comunicado que no celebraras la boda.
—Eso es mentira.
El regalo de su yaya
—Lo único positivo de esta pérdida tan dolorosa ha sido el acercamiento entre tu tía Isabel y tu primo después de más de un año sin hablarse.
—Es una cosa entre ellos y yo no me puedo meter, pero se ha dado un paso muy grande y es con lo que me quedo. El regalo de Kiko era estar en mi boda, pero creo que el regalo nos lo ha dado mi yaya, porque, gracias a ella, se ha dado un paso muy grande. Y no quiero hablar más de este tema.
—¿Cómo has visto a tu prima Isa?
—En shock. Nada más bajarse del barco, se encontró con la noticia y se volvió. La pobre estuvo sin dormir veinticuatro horas, pero ha estado ahí, con su madre. Su madre necesitaba a sus dos hijos.
—¿En algún momento tu prima Isa se planteó quedarse en ‘Cantora’?
—No, porque mi tía nos tranquilizó mucho. Nos obligó a ella, a mí, a Raquel (Bollo)... “Irse. Habéis estado conmigo aquí. Cuando termine todo, os espero aquí”. Nos dio tranquilidad. Además, Isa tenía a su hijo, Alberto, en la isla.
“Mi familia me ha dado los motivos de por qué no me comunicaron el fallecimiento de mi yaya… Fue para protegerme a mí”
—¿Cómo te comunicó tu primo Kiko que no volvería a Canarias?
—En el aeropuerto, yendo para Sevilla, ya me dijo que no creía que volviera. Ahí me puse muy triste. Luego, me lo confirmó Irene. He echado de menos a las dos niñas, que me iban a acompañar —formaban parte del grupo de pajes de Anabel—. Pero yo quiero el bien para mi primo. Ya haré otra celebración, en Sevilla, el año que viene.
—¿Cuándo te lo confirmó Irene?
—Me escribió un mensaje para decirme que se había comprado un billete para unirse a Kiko. Ellos lo han decidido y no tengo que dar más explicaciones.
—¿Te ha enviado un mensaje tu primo el día de la boda?
—No. He llamado a Irene para preguntar por Kiko, pero él estaba llamando por teléfono. Le he pedido a Irene que le transmita que le quiero mucho y que, a pesar de que me casaba, no me olvidaba de que él está mal. Además, le he dicho a Irene que la quiero mucho y le he dado las gracias por haber venido. También que, si me veían las niñas por la tele, que les dijera que ellas serán también mis damitas de honor cuando lo celebre en Sevilla… Las quiero mucho (rompe a llorar).
—Tu boda ha tenido muchas ausencias. ¿A quién has echado más en falta?
—Principalmente, a mi padre. También a toda la familia que se ha quedado en ‘Cantora’, pero el motivo era obvio y no puedo quejarme.
—La ausencia de tu padre ha generado especulaciones. ¿Cómo es tu relación con él?
—No es la misma que tengo con mi madre, por supuesto, pero siempre que me necesite voy a estar ahí. Él me ha dado la vida, que es lo más importante que te puede dar una persona, y le tengo un respeto. Me da pena que no haya podido venir, pero ya hablé con él en su casa y era muy difícil llegar hasta aquí: el avión, el ferri… Todos los que han estado en la boda se han dado cuenta de por qué mi padre no ha podido estar. Pero en la celebración de Sevilla no va a faltar.
—¿Qué vas a hacer cuando abandones La Graciosa?
—Me iré a mi pueblo, a Pozo Izquierdo (Gran Canaria), y estaré dos días en casa para procesarlo todo. Luego, pasaré unos días en ‘Cantora’ con mi tía.
—¿Y la luna de miel?
—No tenemos nada. Pero no por mi abuela, sino porque no teníamos pensado irnos ahora. Pero mi sueño es hacer un safari en África y, después, bañarme con un tiburón blanco, en una jaula. Ahora quiero estar con mi tía y ella quiere que yo esté allí. He pasado tanta intensidad con la boda que quiero pasar unos días en «Cantora», que allí no hay cobertura. A mi tía le enseñaré a hacer ejercicio y ella me enseñará a cocinar sus platos. Así nos entretenemos las dos.
—¿Ser madre entra en tus planes?
—No. No me apetece. Yo quiero a mis sobrinos como hijos, pero un rato. Quiero disfrutar de esta etapa. Tampoco tengo cerca a nadie de mi familia en Canarias… ¿Y si tengo que irme fuera a trabajar? Cuando se tiene a un niño, es para dedicarse a él.
Sobre el enfado de Kiko
A pesar de la felicidad que vive por poder haber celebrado su boda, Anabel se ha encontrado con otro imprevisto: su primo Kiko ha dejado de seguirla en las redes. Por ello, este lunes cuatro, ¡HOLA! ha vuelto a hablar con la colaboradora, a pesar de encontrarse en la cama con anginas. Tanto desgaste emocional y físico —por los preparativos y los inesperados viajes a ‘Cantora’—, han terminado pasando factura a Anabel.
—¿Qué ha sucedido con tu primo?
—No sé, no tengo constancia de nada. Le llamé antes de la boda y comunicaba su teléfono… Luego, hablé con su mujer, que me dio ánimos y me dijo que disfrutara muchísimo. Me emocioné. Le pedí a Irene que Kiko me llamara…
—¿Y no le has vuelto a llamar?
—No, porque, después de la boda, ya me enteré de que no me seguía.
“No he vuelto a hablar con Kiko tras la boda. Irene no sabe nada y siempre la quiero mantener al margen”, nos confiesa Anabel. “¿Mi tía enfadada? Al revés”, añade
—¿Has hablado con Irene o con alguien que te pueda dar una explicación?
—Irene no sabe nada. Y yo siempre la quiero mantener al margen, porque me llevo fenomenal con ella. Así tengo mucho trato con ella y, sobre todo, con mis sobrinas.
—¿Has hablado con tu tía para saber si ella está enfadada?
—¿Enfadada? ¿Por qué?
—Se ha comentado que tu tía ha dicho que, al final, no veía apropiada la boda.
—Al revés. Le encantó cómo iba yo y se emocionó muchísimo al verme. Ella y mi tío Agustín me han apoyado para seguir con la boda. Siempre.