Susanna Griso ha abordado en el magacín matinal de Antena 3 cómo la interrupción en el servicio de WhatsApp y todas las aplicaciones móviles del grupo que tuvo lugar este lunes ha afectado a gran parte de la población de todo el mundo, incluyendo la forma en la que le influyó a ella misma en su rutina del día. La periodista ha revelado que no poder acceder a varias de las plataformas digitales más habituales le produjo "un poco de ansiedad" por "estar incomunicada". Además, la presentadora ha explicado que, por primera vez después de mucho tiempo, volvió a utilizar vías de comunicación que, para ella, ya han quedado relegadas a un segundo plano, como los mensajes de texto o las llamadas telefónicas.
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La presentadora de Espejo Público ha confesado que le desconcertó la repentina caída de WhatsApp durante las más de seis horas en las que el servicio de mensajería no estuvo operativo: "Yo tuve incluso un poco de ansiedad", ha expresado ante sus compañeros de programa. La periodista ha revelado también que, en su caso, esta sensación se limitó al ámbito personal, ya que, a nivel laboral no sufrió ninguna consecuencia porque el equipo del programa hace tiempo que utiliza otra aplicación como vía de comunicación ajena a las compañías pertenecientes a Mark Zuckerberg.
Susanna Griso ha ironizado, además, sobre algunos de los "efectos positivos" que el fallo informático tuvo en la sociedad: "Dicen que durante la caída de WhatsApp la gente caminaba sin mirar el móvil, e hubo incluso gente que habló con su pareja y amigos", comenzó a bromear la presentadora.
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Sin embargo, Susanna Griso no fue la única persona que llegó a tener síntomas de ansiedad relacionados con la caída de estas aplicaciones, ya que, según los expertos en materias digitales se trata de algo común y serían las consecuencias directas de la dependencia que muchos usuarios tienen de las redes sociales. Los psicólogos también han explicado que son efectos normales de tener muy incorporada la utilización de ciertas aplicaciones en nuestra rutina, algo que nada tendría que ver con la postura más extrema de la "adicción" a la tecnología.
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