Hablar de Marta Lozano y Teresa Andrés Gonzalvo es hablar de una gran amistad y casi de vidas paralelas. Son como hermanas, inseparables, espontáneas, divertidas y con muchas cosas en común. Las dos son valencianas, arrasan en las redes sociales -Marta cuenta con una legión de casi un millón de seguidores y Teresa roza los setecientos mil-, pero además, caprichos del destino, las dos se han prometido con pocas semanas de diferencia y preparan sus respectivas bodas para el año que viene. Por eso, en las redes ya las llaman “las princesas prometidas”. Fue el pasado mes de junio cuando Marta anunciaba que su novio, el odontólogo Lorenzo Remohi, le había pedido matrimonio tras cuatro años de relación; y en agosto, era Teresa quien daba la noticia de que, después de diez años juntos, Ignacio Ayllón, que trabaja de profesor de Educación Infantil, le había hecho la gran pregunta frente al mar… y la respuesta fue ‘sí’.
Mientras empiezan a perfilar sus bodas, siguen adelante con su trabajo como influencers y con sus respectivas empresas. Marta tiene su firma de cosmética y maquillaje, Glowfilter, con la que arrasa; y Teresa abrió Enea, una clínica estética, a principios de este año en Alicante, en la que trabaja todos los días cuando no está de viaje por trabajo. Hablamos con ellas en la inauguración de la Finca Los Jazmines -el nuevo proyecto de la familia Cándido en Segovia-, que fue una auténtica cumbre de influencers , antes de poner rumbo a la Fashion Week de Milán y París y nos desvelaron la fecha de boda de Teresa y cómo llevan sus preparativos.
-Chicas, sois las nuevas princesas prometidas
-Marta: Sí, así nos hacemos llamar (ríe). La realidad es que sí.
-Teresa: Princesas quizá no mucho, pero prometidas sí
-¿Cómo vais con los preparativos de la boda? Marta, tú empezaste antes ¿verdad?
-M: Sí, yo empecé antes, porque a Tere le pidieron matrimonio un poquito después y, no sé Tere, pero yo ahora estoy un poco en stand by porque ahora estamos organizando Fashion Week, que nos vamos a Milán y luego a París. Pero sí que es verdad que hemos adelantado cositas… ¡que no nos pille el toro! Pero aún queda tiempo, ¿eh?
-T: Yo estoy un poco en los inicios, porque estoy con mucho trabajo, centrada en mi clínica (Enea) y en Fashion Week, entonces estamos un poco esperando, pero aún nos queda tiempo… Aunque Ignacio y yo somos de acomodarnos mucho.
-¿Ya habéis visto vestidos de novia?
-T: Yo lo tengo muy claro. Desde hace muchos años lo tengo muy claro.
-Qué bien. ¿Qué nos puedes adelantar?
-T: Voy de blanco, eso sí, pero no puedo adelantar mucho… Solo puedo decir que creo que igual sorprende mucho.
-Marta, ¿y tú?
-M: Yo digo siempre que lo tengo claro, pero me han dicho que cuando te empiezas a probar, cambias mucho de idea. Hay cosas que creo que sí que quiero, pero voy a esperar a vérmelas puestas para ver si sí o no. Y sorprender, no sé si lo haré, pero al final un vestido de novia es algo que no he llevado nunca… obviamente no me he casado nunca. Pero de momento no tengo ni diseñador, no se Tere.
-T: Yo tampoco.
-Y vuestros novios, ¿están nerviosos?
-M: Cero, no sé el tuyo, pero el mío nada. Parece que se haya casado siempre, yo no sé por qué (Ríe). Estoy nerviosa yo, pero él no. Y yo le digo “pero ¿por qué no te pones nervioso?”… Pero de momento no.
-T: El mío tampoco. Pero yo tampoco estoy nerviosa. Estoy ilusionada, pero no nerviosa.
-M: Yo sí, yo es que soy nerviosa de por sí.
-Marta tú te casas en Jávea y Tere, tú en Valencia, ¿habéis empezado la búsqueda del sitio?
-M: Sí, yo sí.
-T: Yo sí que es verdad que lo hemos cerrado, más o menos, en estas últimas semanas y es en Valencia… lo dejo ahí, lo anticipo, pero ya no puedo decir nada más.
-Marta, tú te casas primero, ¿verdad?
-M: Sí, la mía es el 28 de mayo.
-¿Y tú, Teresa?
-T: Realmente aún no lo he dicho… pero es el 8 de julio.
-Vais muy seguidas. Marta, ¿vas a estar de luna de miel cuando se case Teresa?
-M: Yo creo que soy una de las primeras personas en saberlo por eso. Se lo pregunté porque yo hasta que no se case Tere, no me voy. Tengo un mes, pero no… ¡yo me espero!