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Cuando uno piensa en un deportista español, actual y exitoso, es muy probable que de los primeros nombres que le vengan a la cabeza es el de Pau Gasol. El jugador de baloncesto catalán ha labrado una de las carreras más fructíferas de la historia reciente de nuestro país, y a sus 41 años se encuentra en un momento clave de su vida y recorrido. Es por eso que el martes a las 17 horas ofrecerá una rueda de prensa en la que dé a conocer cuál será el siguiente paso que va a tomar. Una decisión que sin duda ha resultado difícil para él pero que supondrá continuar el camino de honestidad y resiliencia que ha ido marcando durante sus más de 20 años en el mundo del baloncesto, tras haber conseguido convertirse en el mejor español en lo suyo, habiendo representado a su país internacionalmente, con dos anillos de la NBA y tres medallas olímpicas. Para cualquier cambio en su vida, Pau cuenta con el apoyo de su mujer, Cat McDonnell, que le acompañó de vuelta a Cataluña la pasada temporada junto a su hija recién nacida.
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Pau y Cat se mudaron a Barcelona en marzo, después de que el jugador fichara por el Barça tras dos años de lesión que le habían alejado de las pistas. En la presentación en su nuevo equipo, el mismo en el que comenzó su carrera, contó con el apoyo de su madre, Marisa Sáez; su esposa, Cat McDonnell, y su hija, Elisabet Gianna, que tenía entonces casi siete meses. Con este emotivo acto comenzó la estancia de la familia en España y durante lo que quedaba de liga el ala-pívot siguió destacando sobre la pista, ganando la Liga Endesa y quedándose a solo un partido de llevarse la Euroliga, el único título que no se ha llevado nunca a lo largo de su carrera.
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El deportista catalán aseguró que los últimos meses, con su vuelta a la competición después de dos años lesionado y este título, habían sido "muy bonitos" y que se alegraba "mucho de haber acabado así". "Vivir un momento así con casi 41 años, acabando de ser padre hace unos meses, es algo muy especial que nunca he vivido como jugador", explicó en los micrófonos de Vamos, aunque no especificó si se retiraría tras el verano. "Lo he dicho siempre que puede ser el último partido, sobre todo cuando estás ya a estas alturas, que has batido todos los pronósticos, sobre todo con la lesión y todo. Toca descansar y plantearse un poco el futuro, pero estoy muy contento de haber podido jugar a este nivel a estas alturas de mi carrera", añadió. Sea cual sea su decisión, está claro que la ha tomado con la ayuda de su familia, su madre, su hermano Marc, su mujer y su hija, que han estado junto a él en los peores y mejores momentos de su vida.
La lesión de Pau Gasol significaba que se perdería los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio, pero la pandemia le dio una segunda oportunidad y pudo disputar los últimos partidos con el equipo de España con el que ya ha conseguido dos medallas de plata y una de bronce. Sin embargo, se retiró de la selección tras la eliminación de La Roja, tras lo que vino una buena noticia que compensaba el disgusto. Pau fue elegido por todos los deportistas participantes en esta última edición para ser miembro de la Comisión de Atletas del COI (Comité Olímpico Internacional), y sentenciaba: "El reto es formar parte del movimiento olímpico y ayudar a los atletas a seguir creciendo".
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Ahora que su hija con Cat McDonnell ya ha cumplido su primer año de vida en España, la vida de la familia podría continuar en nuestro país o en Estados Unidos, donde Pau Gasol tiene otro núcleo familiar que siempre estárá de su lado. Hablamos de Vanessa Bryant, la viuda de Kobe Bryant, y sus hijas, a quienes el jugador de baloncesto ha acogido como si fueran de su sangre tras el fallecimiento del que fuera su compañero de los Lakers. La madre de Natalia, Capri, Bianka y la fallecida Gianna, es la madrina de Elísabet, y las dos familias se han unido una y otra vez a lo largo del último año y medio para hacer viajes y pasar vacaciones juntos. No hay duda de que, sea cual sea su decisión final sobre su futuro, también contará con ellas para la siguiente etapa de su vida.