En un lugar de La Mancha de cuyo nombre sí quiere acordarse nació José Fernández-Pacheco hace 41 años. Josie, nombre por el que lo reconocerán, es la última de las estrellas de esta tierra que ha dado figuras únicas como Ruphert, Antonio López, Sara Montiel o Pedro Almodóvar. ¿Sus credenciales? Hacer soñar a sus seguidores. El estilista creció en Manzanares, Ciudad Real, un pueblo que, en sus propias palabras, le ayudó a fomentar una imaginación que, desde pequeño, cultivó “devorando revistas de moda”. Una pasión que, junto a su innegable talento y su formación en Periodismo y Moda, le ha llevado a desarrollar una de las carreras más impresionantes de España en este sector. Hoy, también se ha convertido en estrella de televisión, gracias primero a Supermodelo y, más recientemente, a MasterChef o Veo cómo cantas , el programa de Antena 3 presentado por Manel Fuentes, del que forma parte como jurado y con el que inicia una nueva posible etapa como artista. Desde la pequeña pantalla, gracias a su carisma y sus fantasiosos estilismos, se ha convertido en un referente para todos aquellos niños que, como él, no quieren elegir y sueñan con dedicarse a la moda o quizá a la televisión o quizá a la cocina. Josie es único: canta, baila, crea... ¡No se lo pierdan!
—Periodista, editor at large, estilista, cocinero, influencer... ¿Cuál es tu oficio?
—La libertad. Soy un verso libre. ¡Hago lo que quiero! Lo mejor en una carrera es no ponerse límites y, si sabes hacer algo, que sea lo mejor posible. Es lo que yo he intentado toda mi vida. Mi trayectoria ha sido muy apasionada. Por ejemplo, en mis trabajos en las revistas, me he lanzado a muchas piscinas. No tengo zona de confort ni fronteras. Ayer estuve en Zapeando, este fin de semana en los Premios Platino cubriendo la alfombra roja, en unos días tengo que cocinar una receta… y los miércoles en Veo cómo cantas. Soy reportero, periodista de estilo de vida, de decoración, cocinero… y ahora también cantante.
—Efectivamente. Has vuelto a sorprender cantando y participando en Veo cómo cantas. ¿Por qué te animaste a decir que sí a este formato?
—El tema del karaoke me parece fascinante. He sido fan del Toni 2 de Madrid desde siempre. ¡Espero que no desaparezca jamás! Me encanta divertirme y lo mejor de este programa es que es para toda la familia. Hay una interacción entre la televisión y el espectador que es muy importante para que funcione. Reivindicamos también a cantantes que son historia de España, como Marta Sánchez.
—Ahora que le has cogido gusto a la música. ¿Te animarías a grabar un disco?
—No sé, si Jesulín lo hizo, a lo mejor me arranco. Mi registro sería un pop en plan Cher saliendo por una pasarela. Ahora en serio, me encantaría hacer un programa de entrevistas, donde se pudiera cantar, bailar… ¡Estoy disfrutando tanto en Veo cómo cantas!
—¿Imaginaste alguna vez convertirte en un fenómeno de masas?
—No, jamás. Cuando me llamaron para hacer Supermodelo, yo era editor de moda de la revista Vanidad. Todos los que han sido más importantes en la moda editorial de mi generación han salido de allí. Jamás pensé convertirme en nada. Lo mío ha sido muy paulatino. He tenido diferentes booms a lo largo de mi carrera. En 2020 tuve uno muy fuerte que ha continuado este año. No puedes pedirle a la vida que te mantenga en ningún sitio: voy haciendo mi camino, pasándolo bien… ¡Me encanta que la gente me conozca!
—¿Cuál es la mejor anécdota que tienes con la popularidad?
—Hace poco fui a Sevilla. Salimos a pasear con los caballos por toda la ciudad. Imagínate entrar en Triana y ver a todo el mundo emocionado. Me sentía La Pantoja el día que se fue a casar con Paquirri con las yeguas vírgenes. Yo saludando, dando besos... La gente es simpatiquísima, maravillosa. Nunca he tenido ningún problema.
—Creciste en Manzanares, un pueblo de Ciudad Real. ¿Te reciben también como en Triana cuando vas?
—No, porque no salgo. Es mi refugio e interactúo poco. Tengo a mis amigos, pero muchos viven fuera de allí y nos vemos en Madrid.
—Entonces, Manzanares te debe un homenaje.
—No me debe nada. Al revés, yo le debo a Manzanares. Allí he vivido años maravillosos y ojalá pueda volver.
—¿Cómo fue tu infancia allí?
—Fenomenal, nunca he tenido ningún problema. He tenido mucha protección de mis seres queridos. La Mancha es un lugar perfecto para desarrollar tu imaginación, ahora mismo es el sitio más cool de España. La gente es muy fuerte. Porque no se explora más, pero si yo quisiera descubrir futuras estrellas me iría por ahí.
—O sea que, con tus estilismos, no eres ni mucho menos un OVNI en La Mancha.
—Me considero la persona más normal del mundo porque allí todo el mundo me supera en todos los sentidos. ¡Esa gente es mucho más fuerte que yo! La gastronomía me encanta, aunque no me puedo permitir unas gachas de pitos (Risas).
—Háblame de tu familia. ¿Eres el primer personaje conocido?
—No, no soy el único caso. En plan divertido sí; en serio, no.
—¿Quién es tu ilustre antecesor?
—¡Eso me lo guardo para mis memorias! Es importante mantener tu vida privada al margen de la exposición pública. Nadie sabe de mi vida sentimental ni va a saber, porque yo no comercio con mi vida. Tienes que tener un refugio, un mundo donde puedas evadirte y nadie pueda pasar. Hay mucha gente que le encanta mostrar ese aspecto, en las redes sociales e incluso comercializar. Yo no lo critico, pero no me veo. Yo soy público y los que sean anónimos tienen que ser anónimos. Yo prefiero ser Josie, como me llamaron mis amigas de la facultad, y no arrastrar a mi familia conmigo.
—Pero, en realidad, te llamas José Fernández-Pacheco Gallego. Hay gente que mataría por un apellido compuesto y tú, en cambio, te haces llamar solo Josie. ¿Es de mal gusto presumir de guion entre apellido y apellido?
—Los apellidos me dan igual. Tú al final eres una persona. Tengo millones de amistades de todo tipo. ¡Eso es lo que te enriquece! Si vives en un clima endogámico, te tragas mucha visibilidad, porque no ves el plantel visual del mundo. Y a mí me encanta pasear, ver a la gente…
—¿Josie es un personaje o existe realmente?
—Soy yo, lo que pasa que la gente tiene que entender que no voy con capas por la calle, como sí hago en televisión. Un domingo, hace poco, me puse un vaquero, una camiseta blanca, los cascos y salí de casa. Me escribió una persona por Twitter, que dónde iba con camiseta y que, además, no le hice caso. Yo no me di ni cuenta, pero no soy un personaje, lo que pasa es que soy el mismo que se pone la capa y una camiseta.
—Además de periodista, estilista y ahora estrella de la televisión, formas parte de la alta sociedad madrileña. ¿Cómo has logrado hacerte en un mundo tan selecto?
—Es más normal de lo que se pueda pensar. Con cultura y educación, llegas a cualquier sitio en el mundo. Todas mis amigas me enriquecen. Desde las militantes comunistas a las que son monjas o duquesas.
—Eres muy amigo de Sofía Palazuelo, ¿será una buena duquesa de Alba?
—Sí, va a ser buena en lo que quiera. Es una persona trabajadora y buena gente. No sé si transmite de verdad lo guay que es. Va a ser la mejor duquesa de Alba... ¡y la mejor madre de duquesa de Alba! Es estupenda y una persona que se hace querer. Tiene un montón de valores increíbles. Estoy muy orgulloso de ella. Es importante tener un plantel femenino en tu vida y yo tengo grandes amigas.
—Los podríamos bautizar, al estilo de Capote, como “los cisnes de Josie”.
—Sí, me han comparado muchas veces con Truman Capote. No sé por qué. Él escribe infinitamente mejor que yo y lo admiro mucho.
—También te comparan con Hamish Bowles, con André León Talley… Tú eres único, pero ¿cuál es tu gran referencia?
—Son periodistas de moda que han hecho lo que han querido, han venido a la moda a servir, como yo, porque yo no vine a que me regalaran bolsos.
—En tus intervenciones, intentas recordar a grandes personajes de la historia reciente de España como Pitita Ridruejo. ¿A quién habría que reivindicar más?
—Hay personajes fascinantes que, desgraciadamente, la gente no conoce. Yo solo leo biografías de personajes vinculados a la historia de España. Ahora mismo, La vida plural y dinámica del marqués de Santillana, duque del Infantado. Cuando salgo en televisión, me encanta llevar mi granito de arena para despertar la curiosidad en niños que sueñan con la moda, para que siempre tengan una avidez de cultura, porque sino la vida es muy aburrida. Si no tienes inquietudes intelectuales, la vida es una pereza.
—Leo que la pasión por la moda empezó devorando revistas de pequeño. ¿Leías también ¡HOLA!?
—Sí, las tengo, las colecciono. Es un formato maravilloso, y me alegro muchísimo de que haya encontrado su camino en el incierto siglo XXI. Ha sido la reina del siglo XX y se ha sabido mantener porque no ha perdido su esencia. ¡Larga vida a las revistas!
—No quieres hablar de tu vida privada, pero, ¿ligas más desde que sales en la tele?
—Ligo lo mismo, igual debería ligar menos. La tele engorda. Como te decía, yo te puedo enseñar mi casa, pero no a los habitantes… aunque nunca digas nunca, pero es que, sino, el show no tiene fin.
—¿Cuál va a ser tu próximo show, tu próxima reinvención?
—Hay una cosa que nunca dejaré: la moda. Seguramente me moriré con las botas puestas. De eso no te jubilas nunca. Si algún día tanto show televisivo se acaba, me encantaría divertirme y escribir libros. Esa faceta editorial sí que me gustaría desarrollarla. Me animaría incluso a publicar mi biografía, porque es muy fuerte. Yo soy consciente de que a todo el mundo le pasa lo que a mí.
—¿Ya tienes título para tus memorias?
—Sí, Viviendo rasé (de raza, uno de sus mantras más usados).