Blanca Suárez y Oscar Casas se conocen desde hace mucho tiempo y el cariño entre ellos es evidente. Aunque es la primera vez que trabajan juntos, la confianza ha sido clave en un rodaje que ha supuesto un reto para ambos. Jaguar , la serie que los ha unido en la pantalla, gira en torno a un grupo de agentes que quieren dar caza a los miles de nazis que se establecieron en nuestro país tras la II Guerra Mundial. En la nueva ficción de Bambú Producciones para Netflix, idea original de Ramón Campos y Gema R. Neira, que, en pocos días desde su estreno, se ha colocado entre las más vistas de la plataforma, la actriz da vida a Isabel Garrido, una superviviente de Mauthausen con ganas de justicia y la idea de que la paz solo llegará si los verdugos mueren. El joven Casas, que acaba de celebrar su veintitrés cumpleaños y pisa fuerte, a Castro. Una época, ‘cuñados’, ahora se han convertido en los mejores compañeros.
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—¿Qué ha sido lo más apasionante de Jaguar?
—Lo más apasionante ha sido generar un grupo de trabajo tan increíble y, a la vez, diferente, porque todos somos muy distintos como actores y como personas, pero, extrañamente, encajamos estupendamente. Y, por otro lado, adentrarse en una historia y unas vidas como las que han tenido nuestros personajes es algo muy complicado, pero ha sido muy gratificante.
—¿Qué te hizo decir sí a este proyecto?
—Este proyecto llegó a mis manos cuando yo todavía estaba rodando Las chicas del cable y, para mí, era complicado tomar la decisión de, sin haber salido de una serie, decir que sí a otra. Pero decidí hacerlo porque la historia y el personaje lo merecían y creo que no me he equivocado al tomar esa decisión.
—¿Ha sido un reto para ti?
—Ha sido un gran reto por la dificultad del personaje y por la sensibilidad y lo extraordinario de lo que estábamos contando. Hay muchos españoles que fueron internados y sometidos a cosas absolutamente terribles en campos de concentración en Europa y se ha hablado poco de esto. Adentrarse en la piel de estas personas es bastante complejo.
—¿Cómo ha sido trabajar con Óscar Casas?
—Trabajar tanto con Óscar como con el resto de mis compañeros ha sido estupendo. Creo que Óscar tiene un talento alucinante y un sentido del trabajo… O sea, hace los deberes muy grande y cada uno de los miembros de este peculiar grupo hemos encajado muy bien, lo hemos pasado muy bien y hemos trabajado muy duro.
—Le conoces desde que era un niño, pero es la primera vez que coincidís rodando, ¿en qué te ha sorprendido?
—Sí, es la primera vez que hemos coincidido rodando y no me ha sorprendido, porque sabía que era muy buen profesional y muy buen actor.
—De El internado a Jaguar ha pasado mucho tiempo… y mucha vida. ¿Sigues siendo la misma?
—Honestamente, creo que algo habré cambiado, porque empecé a trabajar en El Internado cuando tenía diecinueve años y ahora tengo treinta y dos para treinta tres. Como siga siendo la misma que con diecinueve años voy lista —ríe—. He madurado, he trabajado mucho y he aprendido muchísimas cosas. Lo que sí espero es seguir siendo buena persona, la verdad.
—¿Qué es lo que más te divierte del mundo?
—Pasármelo bien, rodearme de gente que tenga mucho sentido del humor y pasar ratos divertidos, que no tienen por qué ser preparados, de una forma muy loca o muy especial en ese sentido, pero que te sorprendan.
“Empecé a trabajar en ‘El internado’ cuando tenía diecinueve años y ahora tengo casi treinta y tres. Algo habré cambiado, porque como siga siendo la misma voy lista”
—Sensible, romántica, apasionada… ¿Te identificas con alguno de estos adjetivos?
—Sí, soy muy sensible, a momentos, soy romántica y creo que tengo un poco de cada cosa. Pero lo mismo, dependiendo del momento en el que esté. Soy, sobre todo, una persona bastante tranquila.
—¿En ti qué prevalece: el corazón o la cabeza?
—Soy un mix bastante curioso porque le doy bastantes vueltas a las cosas, pero siempre me acabo guiando por el corazón.
—¿Qué te ha enseñado el amor?
—No sé, es que he tenido la suerte de recibir muchísimo amor de muchísimas clases. De mi familia, amor romántico, de amigos…, muchísimas clases de amor y me ha enseñado siempre cosas muy bonitas.
—Puesto en la balanza, ¿el amor te ha dado más alegrías que sinsabores?
—No me parece muy justo ni bien poner en la balanza nada. En la vida te pasan cosas y todo lo que te pasa te enseña. No le doy muchas más vueltas y todo lo que he vivido en relación con el amor ha sido positivo e increíble. Y me ha enseñado, así que en eso soy muy afortunada.
—¿Ahora en qué momento vital te encuentras?
—Me siento muy afortunada del momento en que estoy y, honestamente, llevo estando mucho tiempo. Tengo trabajo, tengo salud, la gente a la quiero está bien, intento cuidarlos, ellos intentan cuidarme a mí, así que, bueno, eso es lo más importante al final.
Habla Óscar
—Óscar, ¿qué destacarías de tu personaje de Castro?
—Es un tío con una máscara y contramáscara, yo creo. Y eso es precisamente lo que más me ha movido. Por un lado, es un medio loco con ganas de venganza, con ganas de vida, de tener una familia y de demostrar todo el rato su valentía, su masculinidad, y luego tenemos, como te decía, la contra máscara, con esa persona sensible, insegura, con esos miedos por los que le pasa internamente y por sus sentimientos.
—¿Y qué tal trabajar al lado de Blanca Suárez?
—La había visto en muchísimos proyectos que había hecho antes y siempre me había encantado, así que trabajar con ella ha sido increíble, la verdad. Ver cómo hace su arte es maravilloso.
“De Blanca se pueden destacar muchas cosas…, su simpatía, la felicidad que da en el set, su delicadeza, su arte…”
—¿Algo que destacarías de ella?
—Muchas cosas. Su simpatía, la felicidad que da en el set, su delicadeza y su arte. Blanca tiene algo innato en ella, en su mirada, que es increíble, no se puede explicar y es brutal verlo en primera persona.
—Has participado en muchas series, desde que eras un niño y cada vez con más protagonismo, ¿cómo afrontaste este nuevo proyecto desde un punto ya más maduro?
—Cuando me llegaron los guiones y leí a Castro me encantó y me apasioné desde el primer momento, porque, como dices, es el primer proyecto más maduro, un poco más adulto y me apetecía mucho cruzar ya esta línea. Ha sido super interesante y me lo he pasado bomba, la verdad.
—Empezaste como hermano de… y te has hecho tu propio nombre en la profesión. ¿En qué momento sentiste que habías dado ese salto?
—A ver, hermano de Mario voy a ser siempre porque es mi hermano —ríe—… José, en Instinto, fue un personaje muy bonito que tuve la suerte de interpretar, a la gente y al público les gustó mucho y creo que ese personaje fue un momento importante en mi carrera.
—¿Le pides consejos y los sigues siempre?
—Sí, claro. Para mí Mario, al fin y al cabo, es uno de los mejores actores de España. Siempre me da muchos consejos, me ayuda mucho…, pues lo que hace un buen hermano. Nos queremos mucho, él quiere lo mejor para mí y yo le estoy agradecido.
—¿Para ti la familia es lo más importante?
—Sin duda, mi vida, mi prioridad y el motor de mi vida es mi familia, mis hermanos, mis padres. Estoy muy tranquilo con eso -—ríe—.
—¿Te ves en Hollywood?
—Hombre, sé hay algún que otro proyecto chulo por ahí, no estaría mal —ríe—; Hollywood es muy grande, pero soñar no tiene límites.