,type=downsize)
Con millones de discos vendidos y miles de conciertos alrededor de todo el planeta, Il Divo se convirtió hace unos años en uno de los grupos musicales más importantes de todos los tiempos. Pocas personas hay en el mundo que no reconozcan a este cuarteto de artistas que ha logrado que las canciones populares suenen a ritmo de ópera. Pero la fama internacional a veces muestra la otra cara de la moneda. Desde el pasado mes de febrero, Carlos Marín, uno de sus integrantes, sufre acoso , amenazas de muerte y propuestas sexuales peligrosas .
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Al parecer, la presunta acosadora sería una mujer de Barcelona, de setenta y dos años, a la que el barítono ha denunciado finalmente por coacciones y amenazas. “Lo cierto es que estoy un poco preocupado con toda esta historia, ha sido una sorpresa bastante desagradable”, nos confiesa el cantante, con quien charlamos semanas después de que se celebrase el juicio en el Juzgado nº 34 de la Plaza de Castilla, en Madrid: “Lo que más me sorprendió es que ella no se presentó. No apareció ni siquiera su abogado, que envió una carta alegando que esta mujer, que padece esquizofrenia y trastorno bipolar, no sabía lo que estaba haciendo”.
-¿Cuándo empezó a ocurrir todo?
El pasado mes de febrero, cuando empezó a llamar a mi antigua casa discográfica, Sony Music, haciéndose pasar por una empresaria que quería contratarme para un proyecto artístico. Llamaba todos los días, como diez o doce veces, e insistía para que le dieran mi dirección privada y mi número de teléfono particular. Obviamente, se negaron.
-¿Y qué pasó después?
Que lo que empezó como una broma de mal gusto se transformó en cuarenta y siete cartas escritas de puño y letra bastante groseras, con frases de alto contenido sexual, insultos y amenazas de muerte. Lo que más me llamaba la atención es que me hablaba en plural. “Te vamos a coger en la calle, te meteremos en una casa, te ataremos de pies y manos y te vamos a matar. Después de matarte, iremos a por tu familia”, decía. Eso fue lo que realmente hizo que saltasen todas las alarmas.
-¿No la conocías de nada?
No tenía ni idea de quién era. Como te contaba, insistía, insistía e insistía en localizarme. Alarmados, desde la compañía se pusieron en contacto conmigo y me dijeron: “Carlos, nos está llamando una mujer que te quiere contratar para unos conciertos, pero no se identifica y sólo nos pide tu dirección y número de teléfono.
-Aparte de las cartas, ¿te envió más cosas?
-Un álbum de fotos de unos quince kilos con imágenes de cuando era pequeña, de su padre, de su familia e incluso de ella desnuda cuando debía tener más o menos cuarenta años. Al ver aquello, tanto el maganement como la casa discográfica me aconsejaron que presentara una denuncia y fuese a juicio. En mi declaración, le he dicho al juez que no me gustaría que este desagradable incidente se convirtiese en un caso como el de la doctora Noelia de Mingo, que asesinó a tres personas en la Fundación Jiménez Díaz.
-¿Qué más has pedido?
-Lo que hemos pedido es una orden de alejamiento con seguridad y ahora estamos esperando que se dicte sentencia. Espero que me la concedan porque, por lo que he visto en la televisión, es una mujer que no está bien y también tiene problemas con sus vecinos.
-¿De qué manera te ha afectado todo este asunto?
-Me ha quitado un poco el sueño porque esta señora vive lejos de mí, en Barcelona, pero no sé si puede haber más gente involucrada. Y profesionalmente me hace ser más cauto a la hora de aproximarme a mis fans. Es una circunstancia que me genera intranquilidad porque no sé quién se me puede acercar y temo por mi integridad física. Más ahora que comienzo mis conciertos en solitario y la gira con Il Divo el próximo mes de noviembre, en Gran Canaria.
-¿Cómo han reaccionado tus compañeros?
-Cuando les conté un poco cómo había ido el juicio, se quedaron muy sorprendidos y me ofrecieron su apoyo. Llevamos dieciséis años juntos y nunca habíamos recibido amenazas de nadie. Normalmente, el noventa y cinco por ciento de mis fans son superamables, incluso cuando me los encuentro en un restaurante y me piden una foto conmigo. Por eso me ha sorprendido tanto todo esto, no me cuadra.
-¿Tu familia, que también ha sido amenazada, cómo está viviendo esto?
-Están superpreocupados. Mi madre, mi hermana y mis amigos me llaman a casa a todas horas para saber cómo me encuentro. Están asustados desde que la noticia trascendió a los medios
-¿Te habrán apoyado mucho tus fans?
-Sí, todo el mundo me ha escrito. “No te preocupes, que te apoyamos”, me dicen. Pero claro, yo no sé cómo es esta mujer en realidad porque sólo tengo fotos de ella de cuando tenía unos cuarenta años. Estamos viendo si conseguimos una foto actual para que no se pueda acercar a mí si va a un concierto y yo pueda estar más pendiente en la calle.
-Cambiando de tema, ¿qué proyectos profesionales tienes aparte de la gira con Il Divo?
-A nivel individual saque un disco en solitario en Japón con canciones de los años ochenta y noventa, en el cual he hecho un dúo con mi exmujer, Innocence. Hemos hecho una versión fantástica de Bohemian Rapsoy. Estoy esperando a hacer la gira y después quiero grabar un disco de duetos y tercetos con cantantes españoles como Shaila Dúrcal, Pastora Soler, India Martínez, Chenoa, Carlos Baute, Pitingo, Gloria Trevi, Pimpinela e Innocence, a quien siempre incluyo en mis trabajos porque, aparte de ser mi ex, es una fabulosa cantante y mantenemos una relación fantástica de amistad.