En 1977, Lola Flores protagonizó, en la sala de espectáculos Florida Park, de Madrid, uno de los momentos más icónicos de la historia de la televisión. La Faraona se movía como un torbellino de colores mientras interpretaba una de sus rumbas para Esta noche… fiesta, programa de TVE presentado por José María Íñigo, cuando, de súbito, uno de sus pendientes salió volando. Al percatarse, Lola espetó al público con su genial salero: “Ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó”.
Aquella joya fue a parar a los pies de Milagros Pérez, la esposa de Enrique Martín Garea, directivo discográfico y promotor de artistas, quien, nada más darse cuenta, se la hizo llegar a la cantante de inmediato. Más de 40 años después, La Faraona y la esposa del empresario volvieron a estar unidas gracias a la boda de sus respectivos nietos, Elena Furiase y Gonzalo Sierra, celebrada el pasado 18 de septiembre en Vejer de la Frontera (Cádiz).
Esta anécdota ilustra a la perfección la historia de que los dos protagonistas del gran enlace de este otoño estaban predestinados a conocerse. Los abuelos maternos del empresario, Enrique Martín Garea y Milagros Pérez, también fueron vecinos de Lola Flores en El Lerele, su casa en La Moraleja (Madrid). La Faraona les invitó en numerosas ocasiones a sus fiestas, pero el matrimonio llevaba entonces una vida más tranquila…. y no solía participar de las juergas de la familia.
Impulsor de la carrera de Julio Iglesias
Enrique Martín Garea comenzó su carrera en la música trabajando como auxiliar administrativo en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Después creó el sello Hispavox, del que fue director artístico, y trabajó como director general de Discos Columbia, S.A, donde promocionó la carrera de grandes artistas como Raphael, Isabel Pantoja… o Julio Iglesias.
Antes de fallecer en 2018 a los 91 años, Martín Garea contó en Vanity Fair que fue él quien animó al cantante a participar en Benidorm y que tuvo que empujarlo para que saliese al escenario.. “Estaba muy nervioso, pero se sobrepuso. Ya tenía madera de profesional. Mi primera impresión sobre él es que tenía muchas ganas de triunfar (...) Yo tenía muchos artistas y él era uno más, solo que más insistente que el resto. Estaba empeñado en que su canción fuera un éxito. Y lo consiguió”, recordó. Toda una gran personalidad de la música que a partir del inolvidable ‘sí, quiero’ de Elena y Gonzalo también estará unida a la historia familiar de La Faraona.