El fallecimiento de doña Ana, abuela de Kiko Rivera y Anabel Pantoja, ha llegado en un momento especialmente complicado para la familia, distanciada desde hace más de un año, y cuando la colaboradora de Sálvame está a punto de celebrar su boda, que se celebra este viernes en la isla de La Graciosa. A pesar de que en un primer momento la sobrina de Isabel Pantoja prefirió cancelar el enlace con Omar Sánchez, pocas horas después reflexionaba y cambiaba de idea. Decidía seguir adelante y reunirse con amigos, familiares y seres queridos, ya que el "sí, quiero", ya lo pronunciaron en un matrimonio civil en Pozo Izquierdo (Gran Canaria) el pasado 17 de septiembre. Aunque ya estaban con todo preparado en el archipiélago, la influencer se desplazaba junto a sus primos a Cádiz para poder decir el último adiós a su abuela antes de volver a la cita. Sin embargo, esta pérdida ha hecho que el DJ se replantee su asistencia.
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© Europa PressKiko Rivera se ha pasado la noche dándole vueltas a la situación, tal y como contaban en Sálvame, después de haber abandonado Cantora a las cuatro de la mañana y dirigirse a su hogar en Sevilla. Por la mañana, el DJ decidía hacer una llamada a su prima, Anabel Pantoja, para decirle que no iba a asistir al enlace por el fallecimiento de su abuela, por lo que le pedía por favor que lo aplazara. A pesar de que la colaboradora ha decidido seguir adelante, el hijo de la cantante de Marinero de luces no se siente preparado para celebrar el amor cuando ha perdido a una persona tan importante en su vida, que durante tantos años ha ejercido como una segunda madre.
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© GtresonlineSegún Kiko Hernández, Anabel Pantoja le insistió y le pidió que volviera con ella y con su familia a La Graciosa, como sí ha hecho Isa, para poder celebrar todos juntos el enlace que ya tuvo que ser pospuesto en un primer momento debido a la pandemia. Sin embargo, Kiko Rivera se encuentra profundamente afectado, también por el hecho de que ha entrado por primera vez en un año en Cantora después de haberse enfrentado a su familia por la herencia de Paquirri. Su estado es tal que Irene Rosales y sus hijas habrían decidido también volver a Sevilla en vez de permanecer en la octava isla canaria, donde han sido fotografiadas con otros de los invitados que sí asistirán a la boda, para poder acompañar al DJ en el que es uno de sus peores momentos. "No es una situación nada fácil, mi deber es estar con mi marido", ha dicho la mujer del artista mientras se subía al barco para llegar a un aeropuerto y volver a la península.
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A pesar de que la relación entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera está en un punto muy delicado desde hace doce meses, en esta ocasión están de acuerdo y ninguno de los dos estará en el enlace de Anabel, que se celebra pese a todo con una ceremonia en la playa. En la noche del miércoles, tras el fallecimiento de doña Ana, madre e hijo dejaban de lado sus diferencias para despedirse por última vez de la mujer que tanto les ha cuidado a ambos. El DJ se mostraba conciliador el miércoles diciendo: "A mí se me ha muerto mi abuela, pero a mi madre, sea de la manera que sea, se le ha muerto su madre… así que yo voy a ir a Cantora, evidentemente", explicaba en un audio enviado a Sálvame. "Si me dejan pasar le daré un abrazo a mi madre y me iré. Si no me dejan pasar, me iré igualmente", proseguía, afirmando que era "el momento de apartar ciertas cosas y tirar hacia adelante".
