Tras más de un año en pie de guerra, Isabel Pantoja y Kiko Rivera se han reencontrado en Cantora. El fallecimiento de doña Ana ha propiciado este esperando momento entre madre e hijo, del que ya han trascendido algunos detalles. El DJ llegó a la finca sobre la una y media de la madrugada en un coche conducido por Manuel Cortés, el hijo mayor de Raquel Bollo. Con semblamente triste y muy serio, el sevillano dio las buenas noches a la prensa y mientras esperaba a que les abrieran la famosa cancela de Cantora, se bajó del vehículo para dar un abrazo a un conocido de la familia. Una vez dentro, Kiko pudo ver de nuevo a su madre. Según un amigo de Paquirri, que fue testigo del encuentro, todo fue "muy bien, estupendamente". Además, reveló que Isabel se había emocionado "mucho" al ver a su hijo en Cantora.
El DJ estuvo cerca de tres horas en la finca. A las cuatro y media de la madrugada, abandonó Cantora junto a Manuel Cortés, sin hacer declaraciones a la prensa sobre el encuentro con su madre. Kiko no se quedó a pasar la noche en Cantora, algo que sí hicieron su hermana Isa, su prima Anabel, Raquel Bollo y Antonio Abad, el peluquero de Isabel Pantoja y gran amigo de la colaboradora de Sálvame. Este jueves por la mañana, Isa, Anabel, Raquel Bollo y Antonio Abad seguían en el interior de la finca a la espera de coger un avión que les lleve de nuevo a la isla de La Graciosa.
Ana Rosa Quintana también ha dado más información al respecto. Según ha contado la periodista en su programa, Isabel y Kiko "estuvieron hablando un tiempo". "Para mí, lo más sobresaliente es que madre e hijo quedaron en verse para hablar de la herencia y de todos los conflictos que tienen abiertos", ha asegurado. También ha revelado que Isabel se va a quedar con las cenizas de su madre en Cantora y que tiene proyectos laborales en marcha, pero que todavía no lo va a contar. Por último, la presentadora ha aclarado que doña Ana falleció el martes, 28 de septiembre, a las 20:00 horas, y no el miércoles de madrugada como se apuntó en un primer momento.
La noticia de la muerte de doña Ana sorprendió al DJ en la isla de La Graciosa, donde este viernes se casa su prima Anabel. Después de compartir un desgarrador mensaje en el que aseguraba que la orden de Cantora era que no fuera nadie a despedir a la matriarca de los Pantoja, el sevillano tomó la decisión de viajar a la península para dar el último adiós a su abuela.
- Isabel Pantoja decidió no ir al tanatorio y vivir su dolor en la intimidad de su finca Cantora
Kiko Rivera llevaba más de un año sin entrar en Cantora. Hay que recordar que la felicidad de la familia Pantoja saltó por los aires el 2 de agosto de 2020, durante el cumpleaños de la cantante de Marinero de luces. Aquel día, según reconoció el DJ en una demoledora entrevista, vio, por casualidad, que en la habitación de Paquirri, que estaba siempre cerrada con llave, estaban todos los objetos personales de su padre, cuando en su día se denunció que los habían robado. "Ahora entendéis cuál es el motivo por el que mi vida cambia", afirmó tras esta revelación, y fue entonces cuando comenzó a investigar la controvertida herencia del torero.
Madre e hijo han aparcado por unas horas sus diferencias para llorar juntos la muerte de doña Ana. Para Isabel Pantoja, su madre era mucho más que eso. "Es un orgullo tener la madre que tengo. Ella fue la primera persona que vio lo que valía su hija. Ella era quien me arropaba y me preparaba la comida cuando yo estaba actuando y no se ha separado de mi ni un solo segundo", decía. Para Kiko Rivera, su abuela era como una segunda madre. "No existe un cariño tan puro y verdadero como el de una abuela", aseguraba.