Han pasado dos años desde que Tamara Falcó se proclamó ganadora de la cuarta edición de MasterChef Celebrity, y, desde entonces, nos ha dejado claro que lo suyo, además de la moda, es la gastronomía. Su destreza en la cocina quedó más que demostrada durante el popular concurso de televisión, donde nos descubrió una faceta suya que, hasta aquel momento, no era conocida para el gran público.
La diseñadora se propuso entonces continuar desarrollando su afición por la cocina, y para ello decidió apuntarse a una de las más prestigiosas escuelas de gastronomía, Le Cordon Bleu. Aunque, debido al estallido de la pandemia, la marquesa de Griñón se vio obligada a posponer sus planes; finalmente, pudo comenzar las clases para obtener el Grand Diplôme, el programa más completo y de mayor reconocimiento internacional, el pasado mes de enero.
Ahora, nueve meses después, puede decir que ha superado el curso de forma oficial. Hace apenas unos días, Tamara compartía con sus seguidores que había aprobado el nivel avanzado de ‘Le Cordon Bleu’, y según puede avanzar ¡HOLA!, en primicia, se acaba de graduar.
A la ceremonia no han faltado su madre, Isabel Preysler (que ha reaparecido tras la muerte de su madre), Mario Vargas Llosa, y su novio, Íñigo Onieva. Los tres han querido celebrar con ella este nuevo éxito, que confirma que se ha convertido en toda una maestra de los fogones.
Tamara estaba muy entusiasmada con este nuevo reto, y es que, tal y como nos confesaba las pasadas Navidades, para ella obtener esta distinción era algo “increíble” porque “es una profesión que respeta muchísimo”. “Las artes culinarias son muy complicadas y es necesario formarte para dedicarte a ello. Para mí, es muy importante la formación de cara a aprender proyectos serios”, añadía.
La gastronomía es una pasión que heredó de su padre, el recordado Carlos Falcó, y que comparte con Íñigo, que, según descubrimos meses atrás, forma parte de un curioso grupo llamado The Gourmen Club. Una iniciativa creada hace año y medio, con varios amigos, cuyo fin es descubrir la oferta gastronómica de Madrid.
Más allá de sus visitas a los mejores restaurantes de la capital, la pareja también disfruta de la cocina en casa. Y es que la hija de Isabel Preysler también se ha animado a poner en práctica sus conocimientos de cocina con su novio, preparándole algún que otro plato.