Hace poco más de una semana saltó la noticia de que el estado de salud de la madre de Isabel Pantoja era muy delicado. Después de permanecer varios días ingresada en un hospital de Cádiz, doña Ana recibió el alta, y lo último que se conocía era que se encontraba en Cantora recuperándose. Sin embargo, finalmente doña Ana no ha podido superar este úl
Hace poco más de una semana saltó la noticia de que el estado de salud de la madre de Isabel Pantoja era muy delicado. Después de permanecer varios días ingresada en un hospital de Cádiz, doña Ana recibió el alta, y lo último que se conocía era que se encontraba en Cantora recuperándose. Sin embargo, finalmente doña Ana no ha podido superar este último contratiempo, y ha fallecido.
Doña Ana, que nos ha dejado a los 90 años de edad, ha sido un pilar fundamental, un “motor” (como la describió su nieto Kiko Rivera) en la familia de los Pantoja. Sobre todo para sus hijos, y, de forma especial, para su querida Isabel, con quien vivía, y a la que ha acompañado durante toda su vida. Aunque ella siempre ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano, alejada del foco mediático y los flashes que acaparaba su hija artista, siempre ha permanecido a su lado, apoyándola a lo largo de su carrera, y convirtiéndose en su mejor apoyo tanto en los buenos como en los malos momentos.
Repasamos, en imágenes, los momentos más importantes de su vida de entrega y dedicación a los suyos.
Una madre orgullosa el día de la boda de su hija
Doña Ana siempre ha estado ahí para su hija, y el día de su sonada boda con el añorado Francisco Rivera, Paquirri, el 30 de abril de 1983, no podía ser una excepción. En el enlace del diestro e Isabel Pantoja, ayudó a la artista con los últimos preparativos de su look nupcial, tal y como se puede apreciar en la imagen, en la que aparecen en el domicilio familiar.
Flamante madrina del esperado enlace
Además de ayudar a su hija con el vestido, doña Ana jugó un papel muy importante en esta boda. Fue ella quien ejerció como madrina del ‘sí, quiero’ de Paquirri e Isabel Pantoja, acompañando al torero, en carruaje, hasta la iglesia del Jesús del Gran Poder, en Sevilla, lugar del enlace. Una boda que fue portada de ¡HOLA! y, sin duda, uno de los acontecimientos sociales más sonados de la época, que congregó a personalidades como la Duquesa de Alba o Rocío Jurado.
Con el gran amor de su hija
La relación de doña Ana con Paquirri, el marido de Isabel, fue excelente. De hecho, hace unos días el abogado Ramón Calderón (amigo del diestro y de la cantante), recordaba en declaraciones a Europa Press, que se llevaban muy bien, y que, sobre todo, lo más importante para ella era que su hija fuese feliz. El torero fue el gran amor de la cantante, se conocieron en 1979, cuando coincidieron en la Feria de Jerez. Manuel Gallardo, colaborador gráfico de ¡HOLA! fue quien los presentó.
El feliz nacimiento de su nieto Kiko
El 9 de febrero de 1984 llegó al mundo Kiko Rivera, el primer hijo de Isabel Pantoja y Paquirri. Su nacimiento llenó de felicidad al matrimonio, y también fue una gran noticia para doña Ana, que desde el primer momento asumió, con gran entrega, su papel de abuela.
La querida abuela y madrina de Kiko
Doña Ana no sólo era la abuela de Kiko, también era su madrina. En la imagen, la madre de Isabel Pantoja aparece sosteniendo al pequeño en brazos en un momento de su bautizo, celebrado en una iglesia cercana a Cantora.
El apoyo de Isabel en sus momentos más complicados
El 26 de septiembre de 1984 la cantante sufrió uno de los golpes más duros de su vida: el fallecimiento de su marido, Francisco Rivera. Paquirri murió a consecuencia de una grave cogida en la plaza de toros de Cantoblanco. El torero tan sólo tenía 36 años y apenas se había cumplido un año de su boda con Isabel Pantoja. Dejaba también huérfano de padre a su único hijo con la cantante, Kiko. Su inesperado fallecimiento supuso una gran pérdida para la familia. Tras el fallecimiento del diestro, doña Ana se convirtió en un apoyo imprescindible para su hija.
El motor de la familia
En la primera entrevista que Isabel Pantoja concedió a ¡HOLA! tras la muerte de Paquirri, la cantante nos confesaba: “No voy a querer a nadie como he querido, como quiero, a Paco, pero que Dios no me haga pasar nunca por ese mal trago”. A pesar del difícil momento que vivía, la cantante contó en todo momento con el apoyo de su madre.
La mayor ‘fan’ de su hija
Quienes la conocieron han asegurado que doña Ana sentía absoluta devoción por su hija, a la que siempre apoyó en su carrera como cantante. Esa admiración era mutua. Para Isabel, su madre era una figura clave en su vida. Doña Ana también se dedicó al arte: fue bailaora en las compañías de Pepe Pinto, y su marido, Juan Pantoja, cantaor y letrista de flamenco.
En los momentos clave
Doña Ana siempre se encontraba en los momentos clave de la familia. En esta fotografía, en la Primera Comunión de Kiko.
Una ‘segunda madre’ para Kiko Rivera
Tal y como nos contó el propio Kiko Rivera el día de su boda con Irene Rosales, su abuela era “el motor de la familia entera”. Para el ‘dj’ era una persona que significaba muchísimo para él. Tanto que ha llegado a referirse a ella como “una segunda madre”.
Anabel, su otra alegría
Otra de sus nietas más conocidas es Anabel, hija de Bernardo Pantoja. La colaboradora de ‘Sálvame’ (en la imagen, el día de su Primera Comunión), estaba muy unida a su abuela, de la que solía destacar su gran fortaleza. “Sacas fuerzas de todo y la transmites siempre para seguir luchando”, tal y como compartió en una de sus publicaciones de redes sociales.
‘Es mi madre’
Isabel Pantoja siempre ha hablado de su madre como “lo más grande del mundo”. Su cariño hacia ella es tal que incluso se lo mostró en una canción, ‘Es mi madre’, dedicada a doña Ana. “Es mucho más que amiga mía”, como asegura en el tema musical.
Su familia, lo más importante
Doña Ana siempre prefirió mantenerse alejada de los focos. Siempre en un segundo plano, pero al lado de sus cuatro hijos, Juan, Bernardo, Agustín e Isabel. La madre de la cantante, al igual que su hija, enviudó muy joven, a los 43 años, pero logró sacar adelante a su familia.