María Patiño ha sido este domingo protagonista de un episodio ciertamente surrealista al no poder presentar, por causa de fuerza mayor, su programa Socialité desde el principio y en las condiciones que lo suele hacer. La periodista se veía envuelta en un gran atasco por las calles de Madrid debido a la Gran Maratón que se celebraba este domingo en la capital de España, evento multitudinario que obligó a cortar varias calles del centro y a desviar el paso de los coches por otros lugares. Uno de esos automóviles que se veía seriamente afectado para circular era el que llevaba a la presentadora, quien se veía por tanto imposibilitada de llegar con normalidad y a tiempo a las instalaciones de Mediaset por culpa de las retenciones. "¡Alerta socialiteros! María está atrapada ahora mismo en mitad de la ciudad", transmitía primero el espacio de Telecinco a sus seguidores. "Rescatadme. Quiero un helicóptero", suplicaba después la comunicadora. La cosa no quedó ahí, puesto que el propio magacín decidió transmitir el minuto a minuto de la odisea que estaba viviendo María.
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© TelecincoAsí, ella grabó unos vídeos donde iba contando la situación de cada momento. "Estamos parados porque hemos tenido que dar la vuelta. Ha sido una ratonera. Ahora mismo no sé ni donde estoy... y cualquier corredor va más rápido que nosotros", decía resignada mientras asomaba la cabeza por la ventanilla. Además, "me he acostado a las cuatro de la mañana", relataba sobre la hora tardía en la que se había ido a la cama tras participar la noche anterior en Sábado Deluxe. "¿Entiendes lo que es mi vida? No hay nada que me haya salido bien hoy", se lamentaba después sobre la poca batería que le quedaba en el teléfono ya que pensaba cargarlo en la redacción. "He salido de casa a las 11:15 y hemos avanzado muy poco”, relataba después mientras el coche seguía parado por el madrileño Paseo del Prado y ella se maquillaba a duras penas. "Es un maratón con una simbología especial porque implica esperanza, ya que es el primer gran evento deportivo de la capital después de la pandemia. El deporte es muy sano... pero claro, yo lo que pretendo es llegar a mi puesto de trabajo", proseguía.
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© TelecincoEl redactor y reportero Javier de Hoyos fue quien tuvo que hacerse cargo momentáneamente del programa hasta que María, más de media hora después de que empezara la emisión a las 13:30 horas, conseguía por fin acceder a los estudios de Telecinco. "Date un poco más de brío”, bromeaba su compañero mientras la periodista subía las escaleras. Aparecía entonces en pantalla María con ropa deportiva, sandalias y una bolsa de gimnasio, a lo que le decían: "Tienes que presentar en chándal... te quedas aquí". La presentadora explicó entonces cómo felizmente logró encontrar una carretera despejada para superar este contratiempo, y rápidamente tiró de profesionalidad aunque su indumentaria no fuera de lo más ortodoxa. Aunque en un primer momento estaba algo desorientada al no saber los contenidos que se estaban tratando, enseguida se puso manos a la obra para dar paso al resto del equipo y sus informaciones. Incluso más tarde pudo cambiarse de ropa y ponerse un vestido, aprovechando uno de los cortes publicitarios, para continuar con Socialité hasta el cierre.
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