Por fin se han dado el 'sí quiero' Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Lady Charlotte Lindesay-Bethune, un acontecimiento esperado con gran expectación entre los ciudadanos de Monreale, una pequeña localidad cercana a Palermo, en Sicilia, que se despertaba esta mañana entre grandes medidas de seguridad. Con el marco incomparable de la imponente catedral de Santa Maria la Nuova, la novia ha llegado al conocido como el templo más bonito del mundo entre las miradas curiosas de los vecinos y a bordo de un carruaje tirado por cuatro caballos. Ha sido recibida al son de una banda de gaitas escocesas, en un claro homenaje a sus orígenes. Allí le esperaba un emocionado duque de Noto, que llegó en un Mercedes e hizo su entrada del brazo de su madre, Sofía Landaluce, muy elegante de rosa con mantilla, justo detrás de su padre, el duque de Calabria y la madre de la novia, la condesa de Lindsay. Acompañándoles en la romántica ceremonia, oficiada por el cardenal Gerhard Ludwig Müller, han estado representantes de diferentes casas reales y de la aristocracia europea, entre ellos los duques de Huéscar y los condes de osorno, puesto que el linaje de ambos entronca con diferentes dinastías.
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El vestido de la novia ha sido, como es habitual, su secreto mejor guardado y no ha decepcionado. Con encaje, un espectacular velo y una tiara familiar, lady Charlotte ha apostado por una diseñadora británica de alta costura para el look de su gran día, en un claro guiño a Escocia, la tierra que le vio nacer. También su padre, el conde de Lindsay, ha dejado clara su procedencia al apostar por un chaleco de cuadros escoceses en su traje. Entre los invitados se encontraba tambien el alcalde de Monreale, Alberto Arcidiacono. “Fue un gran honor participar en este evento que quedará en la historia de Monreale” , ha afirmado a los medios allí presentes. "Las bellezas arquitectónicas de nuestra ciudad se han visto realzadas por la atmósfera de cuento de hadas que creó la boda real en un escenario que esperamos que permanezca en el corazón de los cónyuges, a quienes les reservo los mejores deseos de una larga y feliz vida".
Tras la ceremonia, ha tenido lugar una recepción en honor a los duques de Noto en el Palacio Real de Palermo, excepcionalmente puesto a su disposición "gracias a la sensibilidad del Presidente de la Asamblea Regional Siciliana, Gianfranco Miccichè". El lugar elegido, también conocido como Palacio de los Normandos, está cargado de significado porque sirvió como sede de los reyes de Sicilia. Por otro lado, la construcción es espléndida, con mosaicos dorados, techos de madera y laboriosas incrustaciones de mármol. Además tiene bonitos patios interiores y está rodeado de jardines. La importancia del edificio es tal que, desde julio de 2015, este palacio es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en conjunto con otras localizaciones sicilianas de estilo árabe-normando, como la exquisita y muy visitada catedral de Monreale, a las afueras de la capital, donde celebrarán el enlace.
Jaime de Borbón-Dos Sicilias, de 28 años, es hijo de los duques de Calabria, Pedro de Borbón-Dos Sicilias y Sofía Landaluce y mantiene una estrecha relación con la familia real española pues que su abuelo era el príncipe Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del rey Juan Carlos además de uno de sus más íntimos amigos. Tanto era así, que le otorgó la dignidad de infante de España. Tras su fallecimiento en 2015, es su hijo Pedro el jefe de la dinastía, quien ha mantenido esa cercanía con los Reyes y es también buen amigo de Don Felipe. No obstante, el monarca y su esposa, inmersos en estos momentos en el seguimiento de la situación en La Palma tras la erupción de un volcán, no han asistido al enlace. a tía del novio, Cristina de Borbón-Dos Sicilias y su marido Pedro López-Quesada son muy cercanos a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin.
Por su parte, Lady Charlotte, también de 28 años, es una aristócrata escocesa y está emparentada con las casas reales de Gran Bretaña, Baviera, Francia, Hannover, Prusia y Dinamarca. Es la menor de los cinco hijos del matrimonio formado por James Randolph Lindesay-Bethune, 16º conde de Lindsay (un título que se remonta 1633), y Diana Mary Chamberlaine-Macdonald, hija de un mayor de la Guardia Escocesa que fue gentilhombre militar de la reina Isabel II y condecorado por el imperio británico.
Ambos se dedican al mundo de las finanzas. El duque de Noto es, desde 2018, director de una compañía especializada en innovación corporativa y capital riesgo y su ya esposa se dedica a las relaciones con los inversores en otro fondo de capital riesgo con sede en Londres. Después de una discreta relación, la pareja escribe ahora un nuevo capítulo de su vida que empieza en una tierra con tanto siginificado para esta rama italiana de los Borbones. Además, Palermo, provincia a la que pertenece Monreale, fue donde se casaron, en año 1931, los bisabuelos del novio, los condes de París, Enrique de Orleans e Isabel de Orleans-Braganza. El matrimonio tuvo once hijos, entre ellos Ana de Orleans, viuda del infante Don Carlos. Monreale lleva meses esperando este enlace que llenará la localidad de realeza durante todo un fin de semana. La expectación es máxima y las medidas de seguridad para garantizar que todo transcurra con normalidad también.