Después de cinco años de lucha por la custodia de sus hijos, el proceso de divorcio no parece llegar a su fin. El motivo del último litigio ha sido la fabulosa residencia en la Provenza francesa, el Château Miraval, donde la expareja posee unos viñedos y una finca valorada en 140 millones de euros y donde se casaron en agosto de 2014, en una boda publicada en exclusiva mundial por la revista ¡HOLA! Cuando creíamos que la expareja había llegado a un acuerdo por levantar las ordenes de restricción que evitaba que una de las partes pueda tomar decisiones financieras sobre sus propiedades durante el proceso de separación, una nueva demanda del intérprete de Érase una vez en...Hollywood suma un nuevo obstáculo a este conflicto.
De acuerdo a lo publicado por Entertainment Tonight, este primer acuerdo permitía que la expareja pudiera vender las posesiones que adquirieron durante su matrimonio, lo que aparentemente abría la puerta para que Angelina se deshiciera de las acciones del 50% de su bodega y su finca francesa, Chateau Miraval, como así tenía previsto. La estrella de Eternals, Maléfica o Aquellos que desen mi muerte previamente había acusado a su exmarido de bloquear la venta de los viñedos y reclamó al juez la anulación de esa orden. Según fuentes citadas en PageSix como parte de ese acuerdo Angelina y Brad acordaron pedirse permiso mutuamente si alguna vez querían vender sus acciones, y estaban obligados a ofrecérsela al otro como primera opción. Al parecer, el motivo de la discordia es que Jolie habría intentado vender a un tercero su mitad, sin contar con su exmarido para esta gestión.
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No obstante, la nueva demanda de Pitt podría frenar esas pretensiones de Jolie. El intérprete de Malditos bastardos ha presentado una demanda en la que acusa a su exmujer de un plan "vengativo" para vender sus acciones, eludir su derecho de tanteo y beneficiarse de la "increíble cantidad de trabajo, tiempo y dinero" invertidos por el actor en el negocio, según los documentos legales obtenidos por DailyMail.com.
Chateau Miraval está valorado en 140 millones de euros. Originalmente, cuando la expareja compró las acciones de Quimicum, la empresa propietaria del Chateau Miraval, en 2008, Pitt y su empresa, Mondo Bongo, tenían una participación mayoritaria de 60/40 sobre Jolie y su empresa, Nouvel. Al parecer esa mayoría se equilibró cuando Mondo Bongo transfirió el 10% a Nouvel, según la demanda, por la simbólica cifra de 1 euro en 2013, un año antes de su boda y tres años antes de que Jolie solicitara el divorcio de Pitt. La nueva demanda presentada por los abogados del actor busca que se anule esa transferencia del 10%, en un movimiento para restaurar su mayoría de accioniones de 60/40 en el patrimonio, con el argumento de que el precio de 1 euro no es una cantidad "seria" como así lo requiere la ley de Luxemburgo. El equipo legal de Pitt también alega que Jolie intentó vender sus acciones sin otorgarle a él el derecho de tanteo y se benefició de la "increíble cantidad de trabajo, tiempo y dinero" invertidos por Pitt y sus socios comerciales en el crecimiento de la marca. Si ganase ganar la demanda, Pitt sería el mayor accionista y, por lo tanto, las decisiones sobre el Château Miraval dependerían, en última instancia, de él.
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