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Carla Goyanes ha disfrutado de grandes momentos especiales durante todo su verano, inaugurado con la boda de su primo Felipe Cortina con la interiorista Amelia Millán, y finalizado con el enlace entre su primo Carlos Cortina y la abogada Carla Vega-Penichet Domecq. Sin duda, son celebraciones que han devuelto la alegría a toda su familia, tras unos meses de pandemia especialmente duros para su tía Myriam Lapique, quien sufrió la dolorosa pérdida de su marido, el empresario Alfonso Cortina, expresidente de Repsol, en abril de 2020, por coronavirus.
© GettyImagesDurante su asistencia al tablao flamenco La Pacheca, de Madrid, Carla Goyanes habló con ¡HOLA! y destacó la lección de fortaleza que está demostrando su tía Myriam. Igualmente, hizo balance de sus diez años de matrimonio con el financiero Jorge Benguría, el padre de sus tres niños. Se trata de un aniversario especial que la hija de Cari Lapique y Carles Goyanes espera celebrar con un viaje de ensueño, tal y como nos desveló ella misma, aunque la situación sanitaria le haya obligado a posponerlo.
-¿Cómo has pasado el verano?
-No he parado. Hemos estado en Marbella, Ibiza... También fuimos a Palma unos días con mi tía. Muy bien, la verdad. Menos mal, porque después del año pasado y del miedo... Este año ha sido de súper relax y superintenso.
-Además, con celebraciones familiares.
-Este año hemos tenido de todo: la primera comunión de mi hijo, el cuarenta cumpleaños de mi marido, las bodas de mis primos, que son como mis hermanos... Ha sido supercompleto. No ha faltado de nada.
-¿Cómo has vivido las dos bodas de tus primos Felipe y Carlos?
-Muy intensamente. Me fui casi la última en las dos ocasiones (ríe).
-Celebrándolo por todo lo alto, vaya.
-Hombre, claro (ríe). Había que quedarse hasta el final y disfrutarlo. En esos momentos, que también tenían su parte amarga, había que darle toda la felicidad y toda la alegría que se le pudiese dar.
© GTres-En la boda de tu primo Carlos, tus hijos estaban muy graciosos, vestidos de pajes.
-Bueno, ¡cómo estaban! Parecían unos príncipes, monísimos. Estaban muy emocionados. Se veían muy raros, por cómo estaban vestidos, pero muy emocionados por el papel protagonista que se les había concedido.
-A tu tía Myriam le habrán venido bien estas celebraciones familiares, después de la triste pérdida de tu tío.
-Supongo que tendría mucha ilusión por ver casar a sus hijos, porque ella no es muy de compartir sus sentimientos... Pero está siempre poniendo una sonrisa.
-Tu tía es un ejemplo de superación.
-Pues sí, porque mi tío y ella estaban muy unidos. Eran muy felices juntos, que no es fácil después de tanto tiempo. La verdad es que ha sido muy duro, pero sí, ella está dando un ejemplo de fortaleza y entereza a sus hijos. También tiene la suerte de contar con el apoyo de mi madre, que se ha convertido en su sombra.
-Tu madre estará muy pendiente de ella, ¿verdad?
-Sí. Están todo el día juntas.
-¿Habéis pasado el coronavirus en casa?
-Afortunadamente, no. Pero el marido de mi hermana lo ha pasado tres veces. ¡Es una bomba de relojería! Hasta vacunado coge el virus (ríe). La última vez que lo pilló se pensaban que era una broma. Ahí también lo pasaron mi hermana y los niños. Estaban con mis padres, que, gracias a Dios, no se contagiaron.
-¿Cómo se encuentra tu situación laboral? ¿Ha remontado el sector inmobiliario, donde trabajas para tu padre?
-Ha remontado un montón. A nivel de ventas, hubo un parón gordo al principio. Ahora se está vendiendo al mismo nivel que antes del Covid. También es verdad que antes se negociaba cero y ahora hay un poco más de flexibilidad. Pero se vende y se está financiando. También es que mi sector es muy grande y nosotros estamos especializados en las viviendas de lujo, que se ve menos afectado por la demanda en el extranjero.
© GettyImages-¿Qué propósitos te has fijado para este nuevo curso?
-Intentar que los fines de semana sean sólo para mi familia, sin tener que trabajar. A ver si lo consigo (ríe). Muchas veces me toca trabajar los sábados. Incluso me toca ir fuera de Madrid, a Segovia, a enseñar fincas.
-¿Cómo han vivido tus hijos la vuelta al colegio y a la normalidad?
-Los pobres siguen con la mascarilla en el colegio. Entonces, no hay tanta normalidad. Pero es verdad que este verano lo han disfrutado mucho y ya pueden jugar al fútbol sin mascarilla.
-¿No están extrañados por la situación?
-No. Creo que los niños se adaptan mejor que cualquier de nosotros. Por ejemplo, mi marido, que también juega al fútbol, era incapaz de jugar con la mascarilla. Mis hijos jugaban como si no la llevaran.
-Hablando de tu marido, en julio se cumplieron diez años de tu boda. ¿Lo has celebrado de alguna manera especial con tu marido?
-No. Siempre dijimos que nos iríamos a Australia y ahora está cerrado el país... Estamos esperando a que se pueda ir.
-¿Iréis en invierno?
-La idea es ir el próximo verano. Llevamos diez años ahorrando para nuestro viaje a Australia... ¡Y ahora no se puede! (ríe).
-¿Qué balance haces de estos diez años de casada?
-Han sido maravillosos, con sus más y sus menos. Hemos aprendido, madurado, disfrutado y creado una familia maravillosa, que ha sido mi gran éxito en esta vida. La verdad es que el balance es muy positivo.
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