Su verdadero nombre es Claire Boucher, pero todo el mundo conoce a esta artista canadiense como Grimes. Conocida en el terreno musical por su particular estilo, difícil de encasillar, su nombre pasó a ocupar titulares en la prensa del mundo entero no solo por sus trabajos discográficos, sino por la relación que mantiene con Elon Musk, fundador de Tesla y uno de los hombres más ricos del planeta. Su primera aparición pública juntos fue en la Met gala de 2018, donde este año ha desfilado ella en solitario, muy guerrera, con un look que no ha dejado indiferente a nadie.
Según explicaba, eligió este traje para la gala -cuyo dress code tenía como temática Estados Unidos: un léxico de la moda - inspirándose en su libro favorito, Dune, del autor Frank Herbert, considerada una de las mejores novelas de ciencia ficción de la historia, que acaba de ser llevada al cine y se estrena en los próximos días. Llevaba un vestido con transparencias y tonos grises, una mascarilla metálica y una impresionante espada forjada a partir de un rifle Colt AR-15, cuyo diseño imita a las espadas europeas de finales de la Edad Media. Una nueva excentricidad que la cantante suma a su larga lista, pues no deja de sorprender son sus extravagancias, que recopilamos a continuación… Y es que, aunque lo intentara, nunca lograría pasar desapercibida.
El impronunciable nombre de su hijo
Grimes y Elon Musk dieron la bienvenida a su primer hijo en común en mayo de 2020 y lejos de elegir un nombre convencional, decidieron ser originales… y se pasaron. Le pusieron el casi impronunciable nombre de X Æ A-Xii, y no era broma. ¿El motivo? Ellos, al parecer, lo tiene muy claro. Ella explicaba que la ‘X’ corresponde a la variable matemática que expresa una incógnita. ‘Æ’ es una variación élfica de las iniciales ‘AI’, que significan “amor” e “inteligencia artificial”; y ‘A-12’ es el nombre del avión favorito de la pareja, que es un aparato “sin armas, sin sistemas de defensa, sólo veloz, genial en la batalla, pero no violento”. Por último, la ‘A’ es por Arcangel, el nombre de su canción favorita.
Puso su alma en venta por diez millones
Poco después del nacimiento de su hijo, participó en una exposición online, donde expuso parte de sus cuadros, dibujos y fotografías, pero quiso ir más allá y puso a la venta un pedacito de su alma, ofreciendo al comprador un contrato. Eso sí, el precio era desorbitado, costaba diez millones de euros y nunca se supo si alguien llegó a pagarlo, por lo que todo apunta a que no fue así, que era su intención desde el principio. “No quería que nadie compre mi alma, así que le dije a la galería que deberíamos venderla por diez millones y así probablemente nadie lo haga”, explicaba Grimes a la publicación Bloomberg.
Tatuaje de cicatrices alienígenas
El universo y la vida más allá de nuestro planeta es algo que le llama mucho la atención a la artista. De hecho, en más de una ocasión ha expresado su deseo de mudarse a Marte cuando cumpla cincuenta años, para poblar el planeta rojo, así como que está preparada para morir allí. Tanto le gusta el tema, que decidió tatuarse con tinta blanca un dibujo que cubre toda su espalda, al que ella llama “hermosas cicatrices alienígenas”. Se trata de un dibujo creado a partir de procesos matemáticos, cuyo resultado son una especie de curvas y garabatos que parecen cicatrices.
Tres semanas sin comer ni dormir
Uno de sus discos de mayor éxito, tildado por muchos expertos como una auténtica obra de arte, es Visions, publicado en 2012. Un trabajo muy especial para el que estuvo tres semanas aislada en su casa, con las ventanas tapadas, sin comer ni dormir. Esto último no era necesario, pero ella dice que le ayudó a concentrarse y adentrarse en un proceso creativo sin igual. “Era como si supiera exactamente qué hacer a continuación, como si mis canciones ya estuvieran escritas”, confesó por entonces en una entrevista a The Guardian.
Vivir en 37 metros cuadrados
Con la inmensa fortuna de Elon Musk, estimada en 129.000 millones de euros, y los éxitos discográficos de Grimes, la pareja podría permitirse mansiones de película, con todo tipo de comodidades, pero la casa de sus sueños es un piso de 37 metros cuadrados. Musk ya dijo que quería desprenderse de todas sus propiedades, y eso ha ido haciendo hasta terminar en una mini casa en Texas, en los terrenos de las instalaciones de SpaceX (su proyecto espacial) y la nueva fábrica de sus vehículos eléctricos. Aunque, al parecer, ella no vive allí con su hijo a diario.