Ya lo anticipó Lolita hace unas semanas a ¡HOLA!, si algo habría en la boda de su hija, Elena Furiase, con Gonzalo Sierra, sería música. “Subiremos al escenario y cantaremos y bailaremos todos. Sé que será una celebración muy divertida”, aseguraba.
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Y no se equivocaba en absoluto. En la unión de un miembro de una familia de artistas como los Flores, no pueden faltar ni el ritmo ni el baile.
En esta ocasión tan importante, Elena se vio sorprendida por algunas de las mujeres de su vida. Su madre, su tía Rosario, Mariola Orellana (esposa de Antonio Carmona, representante de Rosario y gran amiga de la familia) y sus hijas, varias amigas de la actriz y Sonsoles, la madrina de la ceremonia y madre del novio, con la que Elena mantiene una estupenda relación.
Todas ellas tomaron el escenario para cantar a los recién casados una canción que habían compuesto especialmente para ellos, y que como melodía, contaba con la música de la canción Eres tú el príncipe azul, que forma parte de la banda sonora de la conocida película de Disney La bella durmiente.
Este vals clásico dio después paso a un ritmo totalmente distinto. Un tema flamenco (como no podía ser de otra manera), Canastera, que el ya matrimonio bailó solo en la pista.
Rosario, que estaba muy ilusionada con el enlace, quiso tener un bonito detalle con su sobrina, cantando, en directo, su canción Mira qué boda, cuya letra no podía resultar más apropiada para una cita como ésta: “Papa ha nacido una rosa en el rosal, hoy se casa tu sobrina, es el swing de la alegría”, reza parte de su letra.
La voz de Rosario animó este momento lleno de romanticismo, para el que Elena lució un nuevo look, más adecuado para la fiesta.
La novia cambió su llamativo vestido de mantones de Manila que lució la mañana de su ‘sí, quiero’ (celebrado ayer en la Dehesa Montenmedio de Vejer de la Frontera, Cádiz) por un diseño con escote bustier (confeccionado con la misma tela) y una falda midi en tafetán de seda blanca con vuelo. Una silueta al más puro estilo New Look que recuerda a aquella creada por Christian Dior en 1947 durante la presentación de su primera colección de Alta Costura.
La transformación del vestido también necesitaba que el peinado y el maquillaje evolucionaran . Por eso Elena reemplazó la coleta por una melena extralarga texturizada con un hilado de trenzas, muy hippie. La maquilladora también nos explica que aunque mantuvo la misma sombra que hace que los ojos de Elena parezcan más miel, remarcó y alargó la mirada con una raya negra, consiguiendo un look más flamenco.