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El pasado sábado diez de septiembre, el enlace de Jaime Palazuelo, hermano de la duquesa de Huéscar, y la peruana Micaella Rubini en Toledo sirvió de bautismo ante la prensa para una nueva pareja. Se trata de la formada por Fernando, el mayor de los cuatro hermanos Palazuelo Barroso, y Micaela Belmont, quienes mantienen una relación desde hace más de tres años pero que no se había hecho pública hasta la fecha.
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Esta joven peruana, de veintisiete años, es toda una estrella en Perú, donde el hermano de Palazuelo, quien ejerció de padrino en la boda con Fernando Fitz-James, ha desarrollado buena parte de su carrera profesional como promotor inmobiliario. Actriz de formación, la cuñada de la futura duquesa de Alba ha participado en algunas de las telenovelas más exitosas del país, como Torbellino, 20 años después, una conocida serie juvenil, o Los Vílchez. Fue siendo una niña cuando descubrió su pasión por la actuación durante su interpretación de Príamo, rey de Troya, en una función escolar, según contó ella misma en una entrevista para la revista J.
Micaela es hija del fallecido empresario Rafael Belmont, gerente de Perufarma, una conocida importadora de vinos, licores, perfumes y productos de droguerías, y de Diana Álvarez-Calderón, exministra de Cultura de Perú con el gobierno de Ollanta Humala. La joven desciende de una relevante saga política del país. Es bisnieta de Luis Gallo, vicepresidente, primer ministro y ministro de Hacienda de Perú, así como alcalde de Lima, la capital. A su vez, es sobrina segunda de Guillermo Garrido-Lecca Álvarez-Calderón, ex ministro de Justicia. Entre sus antepasados hay hidalgos españoles que emigraron en el siglo XIX.
La interpretación no es el único interés de Micaela Belmont, quien deslumbró en la boda de su cuñado Jaime Palazuelo con un diseño de Ania Álvarez Calderón, su tía segunda. Además de la interpretación y la moda, Micaela es una enamorada de las letras ya que ha realizado la carrera de Literatura. Su tesis versa sobre los ensayos de Jorge Luis Borges y, entre 2016 y 2017, estudió en la universidad La Sorbona de París, donde hizo varios cursos: entre ellos uno sobre la segunda parte de En busca del tiempo perdido, de Proust, un retrato sobre la aristocracia, de la que ahora ella es testigo directo.