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Elena Furiase y Gonzalo Sierra acaban de cumplir su sueño de contraer matrimonio. Ha sido pasadas las 13:42 horas de este sábado 18 de septiembre cuando la actriz, de 33 años, y el músico, de 29, se han dado el ‘sí, quiero’. Unas mágicas palabras que primero ha pronunciado el novio.
A continuación, Elena ha respondido, muy divertida, con un ‘menos mal’ que ha provocado la risa de los asistentes. Cuando ha llegado su turno, la flamante novia ha pronunciado el ‘quiero’ en tres ocasiones, respondiendo, ante su ya marido un‘sí, quiero, quiero y quiero’.
La emoción se respira en la finca Dehesa de Montenmedio, situada en Vejer de la Frontera (Cádiz), donde los novios han decidido celebrar un enlace que hace un tiempo se vieron obligados a retrasar por la pandemia, entre otros motivos. El acontecimiento ha reunido a sus respectivas familias y también ha contado con la asistencia de buenos amigos, como los Carmona al completo.
© Fernando JuncoLos invitados han vivido con ilusión el momento del intercambio de alianzas, uno de los más especiales de la ceremonia junto al beso con el que la pareja ha sellado cuatro años de relación. El enlace ha comenzado un poco después de las 13:15. A pesar de que las condiciones climatológicas en septiembre suelen ser más imprevisibles, la temperatura ha rozado los 25 grados y el sol ha brillado, lo que puede ser señal de buen augurio y el inicio de un matrimonio luminoso.
La novia, bella y con la emoción a flor de piel, ha hecho su entrada en el altar de la finca, un verdísimo paraje en medio del campo y rodeada de naturaleza, del brazo de su padre, el argentino Guillermo Furiase. Ha sido entonces cuando la nieta de Lola Flores ha revelado uno de los secretos mejor guardados de los últimos meses: el espectacular vestido elaborado por Roberto Diz, un diseño vanguardista, pero a la vez andaluz elaborado con mantones de manila. Todo un guiño a los orígenes de la novia. El creador, nacido en Tui (Pontevedra) pero con gran predicamento en la jet set sureña, también se encargó de vestir a una emocionada Lolita, una de las invitadas más elegantes. Por su parte, el novio ha llegado del brazo de su madre, Sonsoles Martín-Garea. La familia de Gonzalo también está vinculada a la industria discográfica. Su abuelo fue Enrique Martín Garea, impulsor de la carrera de Julio Iglesias, entre otros artistas, y fundador de la conocida compañía Hispavox.
© Fernando JuncoHa sido una boda civil única y especial. Oficiada por el teniente de alcalde de Vejer de la Frontera, Pepe Ortiz, acompañado del alcalde, Francisco Manuel Flor. El acto ha contado a su vez como maestra de ceremonias con Mariola Orellana, esposa de Antonio Carmona. La representante de artistas como Rosario es una persona muy importante para el clan Flores y, especialmente para Elena Furiase, a la que ha visto crecer. La decoración del lugar elegido por la pareja para el ‘sí, quiero’ ha sido muy sencilla con el objetivo de que el espectáculo de la naturaleza en la que se ubica la finca brillara con luz propia.
Un espacio bañado por una energía muy especial por su vínculo con la familia de la novia. En Jerez, a setenta kilómetros de Vejer de la Frontera y en la misma provincia gaditana, nació su abuela Lola Flores hace casi cien años. En Caños de Meca, a unos diez kilómetros, Elena Furiase y el clan de los González Flores suelen veranear desde que dejaran de hacerlo en Marbella. A su vez, Rosario tiene casa allí y pasa gran parte de su tiempo allí. En definitiva, un paraíso que, gracias a este enlace, lo será todavía más.
Elena Furiase y Gonzalo Sierra se conocen desde hace mucho tiempo gracias a Guillermo Furiase , el hermano pequeño de la actriz, ya que son amigos íntimos desde la infancia. Además, Gonzalo era uno de los integrantes del grupo de rock del hermano de Elena, llamado Albha. Pero fue hace cuatro años, en octubre de 2017, cuando se enamoraron. Un año después de iniciar su relación, nació Noah. Este sábado 18 de septiembre, el pequeño, de dos años, tuvo el privilegio de asistir al enlace de sus padres, quienes estaban eufóricos al poder celebrar su amor. Sin duda, ha sido el sí, quiero ha sido mágico y especial, pero la boda no ha hecho más que empezar.
