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Joaquín Prat y Yolanda Bravo han decidido emprender caminos por separado, tras doce años de relación y un hijo en común. Así lo ha avanzado la revista Semana y lo ha confirmado ¡HOLA! a través del entorno más cercano de la pareja. Las mismas fuentes nos deslizan que la ruptura se produjo “hace varios meses” en términos “amistosos” y “cordiales”. Se trata de una decisión “muy meditada” por ambas partes y tomada por el bien de su hijo en común, el pequeño Joaquín, de seis años. “En paz con uno mismo”, manifestó a sus seguidores en junio.
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Además, la expareja no ha tenido ningún tipo de disputas por sus propiedades. El que ha sido el domicilio conyugal es propiedad de Yolanda —una vivienda de 122 metros cuadrados que dispone de otros 150 metros cuadrados de jardín y que está ubicada al norte de Madrid—. Por su parte, el comunicador posee un ático de 174 metros cuadrados, también a las afueras de la capital, que adquirió en solitario, en 2019.
“En paz con uno mismo”, dijo Joaquín a finales de junio, semanas antes de que el presentador viajara a Mallorca para desconectar junto a su madre y la familia de su hermana
Las pruebas que corroboran que Joaquín afronta nueva etapa personal, con serenidad y calma, son las imágenes que acompañan estas líneas. Fueron tomadas el pasado viernes 10, en una terraza próxima a las instalaciones de Mediaset, que es donde su compañera Patricia Pardo —la presentadora que releva a Ana Rosa Quintana durante el verano— celebró su treinta y ocho cumpleaños. A la cita no faltaron otros rostros del magacín matutino, como la propia Ana Rosa.
A pesar de la tranquilidad que proyecta Joaquín Prat, la noticia de su ruptura ha desatado algunas especulaciones que apuntan a la apretada agenda del comunicador como la causante de su ruptura. Él mismo ya bromeó sobre ello hace ahora dos años, cuando se anunció que el presentador se ponía al frente de Cuatro al día y empezaba a compaginar este espacio de las tardes con El programa de Ana Rosa, que emite Telecinco por las mañanas. “Igual me cuesta el divorcio, porque estoy en la tele desde las once de la mañana hasta las nueve de la noche y apenas veo a la familia”, declaró con su humor y espontaneidad. Lo cierto es que los rumores de crisis y ruptura habían surgido en más ocasiones durante sus años de unión. Los últimos, el verano pasado. En aquella ocasión fueron desmentidos tajantemente por el periodista, que siempre ha evitado hablar de su vida privada.
No hay divorcio a la vista
Pero no todo lo publicado corresponde con la realidad. Joaquín no estaba casado con Yolanda, por lo que no hay ningún proceso de divorcio abierto. Lo que sí hay entre ambos es un gran cariño y respeto, al igual que el amor que profesan a su hijo, que nació en abril de 2015. En relación con los temas que afectan al pequeño, ya están acordados de manera amistosa.
Pese a lo difundido por ciertos medios, el comunicador nunca se casó con Yolanda. Consideraban que su hijo era la mejor prueba de su amor
En estos momentos, el presentador se encuentra volcado en sus exitosos proyectos en televisión. Además del incondicional apoyo de sus compañeros de televisión, Joaquín cuenta con el de su familia, con la que ha compartido sus recientes vacaciones en Mallorca. Allí, ha recargado pilas junto a su niño, su madre y la familia de su hermana Alejandra.