Era lo que avanzaban los críticos: el papel de Penélope Cruz en Madres paralelas a las órdenes de Pedro Almodóvar es uno de los mejores de su carrera y todo apunta a que se llevará muchos reconocimientos. El primero de ellos ha llegado en el Festival de Cine de Venecia, donde se ha alzado con la Copa Volpi a la mejor actriz , uno de los galardones más destacados de la industria del cine, que, hasta ahora, no había ganado ninguna intérprete española. Un premio al que también optaba por la película Competencia oficial —filme de los argentinos Mariano Cohn y Gastón Drupat, que protagoniza junto a Antonio Banderas y que también presentó días antes en el Lido—, pero le ha llegado por su trabajo con Almodóvar, su director fetiche con el que consiguió su Oscar en 2009 por Vicky Cristina Barcelona.
La actriz, muy emocionaba, recibía el galardón ante la atenta mirada de Javier Bardem, con quien protagonizó un beso de película antes de subir al escenario, donde pronunció un emotivo discurso en inglés, dedicado a su marido y sus dos “maravillosos hijos, Luna y Leo”, a Pedro Almodóvar y a las otras “dos madres paralelas” de su vida: su madre y Pilar Bardem, que falleció el pasado 17 de julio. “A mi madre, Encarna, la mejor maestra y amiga; te quiero, mamá. Y a mi suegra, Pilar Bardem, que nos dejó hace dos meses. Hizo muchísimo por los actores de nuestro país y su amor y pasión por esta profesión maravillosa era enorme», decía emocionada. “Esto va por ellas dos y por todas las madres”, añadía. Y recordó qué le dijo la última vez que hablaron: “Al final de nuestra última conversación me dijo: “Te quiero”. Iban a ser sus últimas palabras hacia mí, pero luego escuché algo más, muy suave y silencioso y con una sonrisa en la cara me dijo dos palabras más: “Copa Volpi””. Una premonición de lo que ha pasado; por eso, Penélope alzaba su premio al cielo con una sonrisa.
Sin duda, el broche de oro a los inolvidables días que ha pasado en la Mostra, donde ha estado acompañada por Bardem, que presentó uno de sus trabajos más recientes, aunque fuera de competición, la superproducción Dune.