Desde que en 2009 conociera a Jaime Martínez-Bordiú en una fiesta e iniciara una relación sentimental con él, la empresaria Marta Fernández copa titulares en periódicos y revistas del corazón. Pero no fue hasta el pasado siete de abril cuando, después de once años de relación, dio su primera entrevista con motivo de su enlace con el abogado y nieto de Francisco Franco para ¡HOLA! Hasta entonces el público sólo conocía su aspecto, pero no su personalidad enérgica y arrolladora ni sus intereses profesionales. Durante los últimos meses, quizá por la noticia de su enlace, su popularidad ha crecido: los ‘paparazzi’ siguen sus pasos. La gallega vuelve a hablar con nuestra revista para enseñarnos su último proyecto: Aüa, un chiringuito que ha supuesto una gran revolución en Marbella y entre cuyos clientes se encuentran aristócratas, empresarios e incluso alguno de los jeques árabes que recalan en la Costa del Sol cada verano. Hablamos con la flamante señora de Martínez-Bordiú.
—Marta, ¿cómo surgió la idea de montar este negocio?
—Conocí el local el año pasado porque lo llevaban unos amigos. Estos traspasaron la gestión del mismo a otros amigos que, este año, me preguntaron si quería entrar como socia y no me lo pensé. Estamos muy contentos, porque ha funcionado fenomenal durante todo el verano. Hemos traído dos chefs muy buenos, que han elaborado una carta muy completa, y queremos que se convierta en un sitio de referencia para la gente que viene a Marbella en verano, pero también en invierno, porque va a estar abierto todo el año.
—¿Qué es lo que ofrece este chiringuito?
— Muchas cosas. La ubicación es perfecta. Está en el centro de la Milla de Oro de Marbella, a orillas del mar, en una de las mejores playas de la ciudad…. Preparamos arroces y pescados muy buenos… y por la noche tenemos actuaciones de flamenco, con las que queremos destacar la tradición de esta región. Pepe Barroso nos está trayendo a las nuevas promesas que está descubriendo con su discográfica, Pep’s Records. Además es una monada, está puesto con gusto, nada pretencioso, con un punto chic, obra de Joaquín Torres.
—¿En qué consiste tu labor allí?
—Yo soy socia, pero hago de todo: estoy pendiente de la carta y ahora mismo, parezco la central de reservas de Iberia. Me encanta recibir a la gente, a mis amigos.
—¿Cuál es tu plato favorito?
—Hay muchos. Tomate con aliño, arroz con bogavante, tortilla de cigalas con boletus y trufa. La materia prima es muy buena y los chefs, también.
—¿Es tu primera experiencia en hostelería?
—Sí, estoy muy ilusionada y creo que lo estamos haciendo bien. Mis socios son muy trabajadores y está siendo muy divertido.
—¿Por qué es especial Marbella para ti?
—Aunque también viajamos a Palma e Ibiza, nuestra sede en verano es Marbella, aquí están todos nuestros amigos. Tiene algo mágico este lugar. El festival de Starlite, de Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer, le ha dado mucha vida. Aquí tenemos muchos planes: cenas, fiestas y estamos muy entretenidos. Jaime juega al golf, le gusta ir a pescar atunes al Estrecho...
—Está siendo un año de muchos cambios. Hace unos meses te casaste. ¿Cuál es el balance de vuestro matrimonio?
—Muy positivo. Llevábamos casi doce años antes de casarnos hace unos meses. Éramos pareja de hecho, pero sí, estar casado te une un poco más, aunque la vida sigue siendo igual. Eso sí, es una responsabilidad ser la mujer de alguien, no es lo mismo que ser novia.
—¿Qué más proyectos tienes para este año?
—Quiero montar otro negocio en Madrid que también tiene que ver con la hostelería. Me gusta emprender, ser independiente económicamente, y generar confianza en uno mismo. ¡Estoy estudiando proyectos!