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irene arcos© Remy Tortosa

Hablamos con Irene Arcos, la nueva actriz del momento

La protagonista de una de las series más esperadas de la próxima temporada, ‘Todos mienten’, nos cuenta cómo vivió el rodaje de este trepidante ‘thriller’ y nos desvela cómo fueron sus inicios en la interpretación


Actualizado 12 de septiembre de 2021 - 16:14 CEST

No ha dejado indiferente a nadie. Irene Arcos ha causado sensación con su papel protagonista en la serie Todos mienten, de Movistar, que se ha convertido en una de las más esperadas de la próxima temporada. Un trepidante thriller donde la actriz madrileña comparte cartel con un gran elenco, en el que figuran Amaia Salamanca, Natalia Verbeke, Eva Santolaria, Ernesto Alterio, Leonardo Sbaraglia y Juan Diego Botto, entre otros. “El dream team por excelencia”, como lo define Irene, quien nos confiesa que cuando le iban diciendo los nombres de sus compañeros de reparto, tuvo que pedir que se lo repitieran porque no daba crédito. Y entre todas estas estrellas, ha brillado con luz propia y empieza a recoger muy buenas críticas por este trabajo, que le ha llegado después de muchos años de esfuerzo.

Irene Arcos© Remy Tortosa
Al saber el reparto de ‘Todos mienten’, Irene ni se lo podía creer: “El ‘dream team’ por excelencia”, dice.

Licenciada en Comunicación Audiovisual, siempre supo que lo suyo era ser actriz y hasta que le llegó su momento, no paró de intentarlo. Ha hecho mucho teatro -de hecho, ahora está de gira con Antígona-, ha participado en muchas series, pero su gran oportunidad le llegó con  El embarcadero. Irene es un nuevo rostro que pisa fuerte en el mundo de la interpretación y hemos hablado con ella para conocerla un poco más.

-Hola Irene, en los últimos días tu nombre no para de repetirse por tu trabajo como protagonista de Todos mienten, que se estrenará en diciembre. ¿Qué nos puedes adelantar de esta serie?

-Es la nueva serie de Pau Freixas que se estrenará, como bien dices, en diciembre en Movistar. Es un thriller con altas dosis de humor negro donde todos los personajes esconden algo. El pistoletazo de salida es la aparición de un vídeo sexual de mi personaje, Macarena -una profesora muy querida en su comunidad-, con un alumno suyo que, para más inri, es el hijo de una de sus mejores amigas. A partir de ahí, la vida de mi personaje se desmorona y comienza el ‘cluedo’ para el espectador: un muerto, un misterio y muchos secretos que resolver.

-¿Cómo es tu personaje? ¿Tiene algo de ti?

-Macarena es una mujer decidida, carismática, da clases en un instituto, está casada con un prestigioso psicólogo, viven en una lujosa urbanización y tienen una hija adolescente. Tiene lo que para muchos es una vida perfecta. Para ella misma, es todo cuanto ha soñado… pero no es feliz. La serie también habla de esto, de ese momento en el que uno se plantea si la vida que lleva es la que quiere, la que le llena. Macarena es una mujer impulsiva, muy visceral y esto, en muchos casos, la convierte en una kamikaze. Yo también tengo un punto visceral, pero no soy para nada tan kamikaze como ella.

-Cuenta con un reparto de lujo, con Natalia Verbeke, Amaia Salamanca, Eva Santolaria, Ernesto Alterio, Leonardo Sbaraglia, Juan Diego Botto, Miren Ibarguren… ¿Cómo ha sido trabajar con este gran elenco de actores? ¿Los conocías anteriormente?

-Este reparto es el dream team por excelencia; cuando me fui enterando de quién iba a estar en esta serie, tenía que pedir que me lo repitiesen porque no daba crédito. Son todos talentosísimos, versátiles y muy, muy generosos. Me siento profundamente agradecida por formar parte de este elenco. Con todos ellos he tenido momentos de complicidad bestial. Rodamos las escenas del tirón sin apenas cortes, una especie de baile con la cámara; creo que la conexión que hay entre todos nosotros es evidente cuando ves la serie.

-¿Con qué anécdota te quedarías del rodaje?

-Esta pregunta la tengo clarísima. Las escenas del barco, en el mar… ¡Madre mía! Eso nos unió a todos para siempre. Fue la segunda semana de empezar a rodar; en un barco íbamos el equipo de cámara, sonido, mi compañero Lucas y el director Pau Freixas. En otro, para apoyo, el resto del equipo. El mar se puso movido y el barco de apoyo nunca pudo acercarse. En su lugar, veíamos como sacaban en lanchas a los compañeros mareados y los llevaban a tierra. Era una especie de barco de los horrores… En nuestro barco estábamos también fatal, pero había que rodar, no quedaba otra. Pau y yo éramos los más perjudicados… Realmente no sé cómo pudimos grabar todo. ¡Pero lo hicimos! Tardé en recuperarme hasta el día siguiente, eso sí. Después de esto, no sé si tengo muchas ganas de volver a rodar en el mar… (risas) Es pensarlo y me vuelvo a marear.

Irene Arcos© Remy Tortosa
Fue trabajando como auxiliar de cámara en el rodaje de una serie cuando Irene vio claro que lo suyo era la interpretación.

 -¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado en Todos mienten? Además de esta experiencia en barco.

-Más allá de mis desventuras en alta mar, mi reto mayor reto ha sido dar vida a Macarena, este epicentro que conecta a todos; y poder mostrar su verdad, llena de contradicciones, de luces y de sombras, y fluyendo, constantemente, en varios registros.

-Acabas de cumplir 40 años y lo haces en un gran momento profesional, ¿estás donde siempre soñaste?

-Me siento muy bien donde estoy.

-¿Cómo llevas el que la gente te reconozca por la calle? ¿Sigues haciendo las mismas cosas que antes?

-Yo creo que no me reconocen tanto como para perder libertad, la verdad… Y cuando lo hacen, siempre ha sido desde el cariño y el respeto. Así que sí, sigo haciendo absolutamente todo lo que hacía.

-¿Te consideras una persona tímida detrás de las cámaras?

-No, no soy tímida, aunque sí puedo ser vergonzosa, dependiendo de la situación.

-Se dice de ti que eres una de las actrices del momento, una gran revelación y también te han descrito como mito erótico, ¿cómo te sientes cuándo lees estas cosas? 

-Soy actriz, cuento historias y trato de transmitir sentimientos y si eso llega a las personas que ven mis trabajos, pues misión cumplida.

-Eres licenciada en Comunicación Audiovisual, ¿cuándo decidiste dar el salto a la interpretación?

-Siempre quise ser actriz. Desde niña jugaba con mi hermana y mi vecina a representar todos los cuentos que teníamos por casa y luego, se los representábamos a los padres. Cuando llegan los dieciocho años y tienes que decidir qué hacer, me planteé ingresar en la RESAD, pero también me gustaba la idea de ser directora, escribir y contar las historias desde ese lugar; así que, finalmente, decidí estudiar Comunicación Audiovisual e ir viendo. Terminé la carrera y trabajé de cámara en documentales, montando videoclips, de auxiliar de producción… Hasta que, finalmente, cuando estaba de auxiliar de cámara en una serie, lo vi claro. Veía a los actores y me daba mucha envidia, así que dejé el trabajo y me puse a estudiar interpretación en una escuelita en la Latina.

-¿Fue difícil dar el paso? ¿Te apoyaron siempre en tu casa?

-Fue difícil porque fue un cambio de vida radical. Si quería estudiar interpretación, no podía seguir manteniendo el trabajo que tenía, así que tuve que hacer otros trabajos a tiempo parcial para pagarme los estudios. A mis padres creo no les sorprendió porque ya me veían desde niña, pero sí que supongo que les entró la preocupación de si podría vivir de esto. Creo que, hasta que no vinieron a verme a unas muestras en la escuela, no lo vieron claro.

Irene Arcos© Remy Tortosa
“Ha habido muchos ‘noes’ por el camino”, reconoce la intérprete, que ahora resuena como una de las actrices del momento.

-¿En qué trabajaste?

-Desde que dejé mi trabajo en la serie como auxiliar de cámara trabajé en muchas cosas para pagarme los estudios y luego en épocas de poco trabajo como actriz también. He sido teleoperadora, también durante un tiempo ponía los videomarcadores y la música en los partidos del Estudiantes, he sido acomodadora en el Circo Price (lugar donde me hizo especial ilusión recoger el premio de la Unión de Actores… Allí donde no hacia tanto había estado trabajando de acomodadora, fue muy emocionante).

-¿Recuerdas cuál fue tu primer papel y cómo te sentiste en tu primera escena?

-La primera vez que me subí a un escenario fue en el colegio, representábamos Tres sombreros de copa de Miguel Mihura, yo hacía el personaje de Fanny y estaba tan nerviosa que, antes de salir, dije que no podía hacerlo. Entonces, alguien me dio un empujoncito y aparecí arriba del escenario con el texto en la mano; unos segundos en estado de shock y luego todo se organizó dentro de mí. Utilicé el texto de abanico y experimenté la mejor sensación que había tenido nunca.

-¿Te ha costado ir abriendo puertas?

-Sí. Me ha costado. Ha habido muchos ‘noes’ por el camino. Después de 11 años, comencé a poder vivir de mi profesión gracias a El embarcadero.

 -¿Alguna vez pensaste en tirar la toalla?

-No. Nunca. Si he tenido épocas más de bajón, pero soy cabezona y siempre he creído mucho en mí. A veces los ‘noes’ venían muy seguidos y me quedaba tristona varios días, por eso empecé a enterrar los proyectos que no salían. Por aquella época vivía en un piso con terraza y en una de las macetas enterraba un papelito con el nombre del personaje o del proyecto que no había salido; lo lloraba y lo dejaba ir. Así me recomponía antes para lo siguiente.

-En los últimos años has trabajado en series que han arrasado como Élite y El embarcadero, ¿te han servido de trampolín?

-El embarcadero supuso un antes y después en mi carrera, la primera vez que me daban la oportunidad de un protagonista en lo audiovisual. Fue un proceso de casting muy duro y finalmente, confiaron en mí, en una actriz prácticamente desconocida, para interpretar a Verónica. Le debo mucho a Jesús Colmenar, a Alex Pina y a Vancouver en general; me dieron una oportunidad maravillosa y guardo con mucho cariño todo lo que viví con ellos.

-También has hecho mucho teatro, ¿te sientes cómoda sobre las tablas?

-Yo empecé mi carrera en el teatro. Ahí aprendí todo lo que sé. Y necesito hacer teatro, es casi algo terapéutico para mí; siento que me sana... Ese momento de compartir con el público, un montón de gente reunida, a tiempo real… Es un poco volver a sentir la magia de los cuentacuentos que hacía de niña. Pau Freixas me llamó para Todos mienten mientras hacía Traición, en el teatro Kamikaze; y al terminar de rodar, retomé las funciones de Antigona, con la que actualmente sigo de gira. El teatro esté muy presente siempre en mi vida.

Irene Arcos© Remy Tortosa
Irene asegura que, si bien todos los personajes que ha interpretado le han marcado, actualmente, el más importante es Macarena, a quien da vida en ‘Todos mienten’.

-¿Te gustaría hacer cine?

-Mucho.

-De todo lo que has hecho hasta ahora, ¿cuál es el personaje que más te ha marcado?

-Todos. Cada uno en su momento. Ahora es mi Macarena de Todos mienten.

-¿Alguna vez te has llevado irremediablemente un personaje a casa?

-Trato de desconectar cuando termino, pero a veces la intensidad a la que puedes estar expuesta te lo impide. Si veo que me cuesta, utilizo la música para cambiar rápidamente de frecuencia.

-¿Cuáles son tus próximos proyectos?

-Lo más inminente es la gira de Antígona, hasta marzo.

 -¿Qué te gusta hacer para desconectar? ¿Cuáles son tus hobbies?

-Me gusta viajar, conocer sitios y gente. Ir a la naturaleza y desconectar de todo.

-Por último, eres de Madrid, pero Galicia ocupa un lugar muy importante en tu corazón, ¿por qué?

-Toda mi familia materna es de La Coruña y mi padre es de Madrid, pero un poco medio gallego también porque pasaba allí todos los veranos de su infancia, estudió en Santiago… En fin, que Galicia está muy presente. Yo llevo yendo toda mi vida y me siento muy bien allí.

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