La muerte de Jordi Rebellón, el inolvidable doctor Vilches de Hospital Central, ha provocado una enorme tristeza entre su familia televisiva, la que formó durante los años de emisión de una de las series de mayor éxito de Telecinco. Desde el año 2000 al 2012 compartió horas de rodaje con María Casal (Elisa Sánchez), Antonio Zabálburu (Javier Sotomayor de la Vega), Fátima Baeza (Esther García Paredes), Alicia Borrachero (Cruz Gándara), Bárbara Muñoz (Alicia), Nacho Fresneda (Manuel Aimé Torrente), Jesús Olmedo (Carlos Granados) o Roberto Drago (Héctor Béjar). Todos ellos (y muchos más) han lamentado el inesperado fallecimiento del actor barcelonés a los 64 años a causa de un ictus.
Conocido como el George Clooney español por la similitud de la ficción con la estadounidense Urgencias, Rebellón era, como suele decirse, muy amigo de sus amigos, y así lo hizo ver hace apenas unos días en su última publicación, cuando subió una foto junto a sus compañeros de Hospital Central celebrando la actuación de Nacho Fresneda en la obra de teatro Dribbling.
Jordi Rebellón nació el 15 de enero de 1957 en el barrio de Sant Andreu de Barcelona. Según contó en una entrevista concedida al diario deportivo Sport, tuvo una infancia muy feliz, aunque llena de sobresaltos. "Me cayó una olla con agua hirviendo y tuve quemaduras de segundo grado, así que estuve una temporada en el hospital". De pequeño no era tímido y jugaba muy bien al fútbol. "No sé hasta que punto hubiera podido jugar en el Barça o la selección, pero desde luego tenía nivel para haber podido hacer algo", dijo. En aquel momento no se planteaba ser actor. Sin embargo, al cumplir 30 años decidió seguir los pasos de su padre, que siempre hizo teatro amateur. "Ser actor es algo muy creativo. Yo venía de trabajar en un banco y no lo estaba disfrutando, así que llegó un momento, con 30 años, que decidí dar ese paso adelante. Tenía el paro y me lancé. Y es un trabajo que me da mucha felicidad, aunque es una profesión después de todo y la vivo como cualquier otra", manifestó en la citada publicación.
Jordi Rebellón siempre intentó mantener su vida personal con mucha discreción. Lo único que ha trascendido es que estaba divorcio y no tenía hijos. También que mantuvo un romance en 2007 con la actriz Mónica Soria. De hecho, Mónica Soria se ha despedido de él con esta foto y el siguiente mensaje, que hace referencia al libro que el actor publicó en 2015, Yo quise ser Supermán.
El actor siempre respondía con una sonrisa cuando le preguntaban por el amor. En Divinity reconoció que su amor platónico era Michelle Pfeiffer y en una charla con Rosa Villacastín para Diez Minutos dijo: "Si vivo solo es porque prefiero vivir solo antes que mal acompañado. A vivir solo se aprende, como a tantas otras cosas, aunque, lógicamente, hay días que se te cae la casa encima, pero a mí me compensa esta situación".
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Jordi Rebellón estaba muy unido a su familia. Adoraba a sus hermanos, a sus sobrinos y a sus padres. Recientemente, el actor lloraba la muerte de su madre, Paquita, a quien dedicó este precioso mensaje con motivo del Día de la Madre. "Mami, estés donde estés, hoy es tu día. Muchas felicidades en nombre de tus hijos, nietos, biznietos y de todos los que te seguimos queriendo y echando de menos".
El intérprete también adoraba a su perro Bruce, al que adoptó en 2010 cuando tenía 17 meses y del que tuvo que despedirse en mayo de 2020. "Bruce, amigo, compañero, confidente, nunca pediste nada y me lo diste todo. Cuando peor estaba, tú estabas ahí, cuando mejor estaba tú lo compartías conmigo. Me has dado tanta felicidad que supera lo que te voy a echar de menos, imagina cuánta felicidad me diste. Lo que más lamento, lo q más me parte el corazón es no haberme podido despedir de ti y darte un abrazo. Pero sé que has estado felizmente acompañado. Te echaré de menos y te querré siempre". En una entrevista de la que siempre presumía, el actor aseguraba que si "Bruce hablara tendría la voz de Paco Rabal", y estaba tan volcado en su cuidado que acudió al programa de César Millán en Cuatro para educarle lo mejor posible. "Lo que más me preocupa es que coma algo envenenado cuando vamos por la calle", reconoció Rebellón.