La boda de Anunciata de Liechtenstein y Emanuele Musini , celebrada el pasado sábado en Viena, no fue el único enlace real del fin de semana. El exclusivo Hotel Olden de Gstaad, la lujosa estación alpina que sirve de refugio invernal para iconos de estilo como Valentino o Cristina Macaya, acogió la celebración de un matrimonio mucho menos mediático, pero también relevante para las páginas del gotha. Se trataba del ‘sí, quiero’ de Fabrizia Caracciolo, una princesa perteneciente a la legendaria casa aristocrática italiana Caracciolo di Castagneto, la familia que un día reinó en Nápoles, con un empresario llamado Davide.
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La novia, periodista especializada en interiorismo, lució un vestido azul de Stephan Janson y recibió la felicitación en las redes sociales de eminentes miembros de la sociedad internacional, como las diseñadoras Laudomia Pucci y Luisa Beccaria, la interiorista Allegra Hicks, la modelo italiana Antonia Dell’Atte o Ginevra Elkann. El día anterior a la celebración, hubo un ágape en el que las invitadas lucieron el Dirndl, traje femenino tradicional de la región.
Fabrizia no es princesa de nacimiento sino por su primer matrimonio con Filippo Caracciolo, fallecido en 2013 a los 36 años y de la que, hasta este fin de semana, ha sido su viuda. Filippo era hijo de Nicola Caracciolo, periodista, corresponsal, director de documentales históricos y hermano pequeño de Marella y Carlo Caracciolo. Marella fue una de las mujeres más elegantes del mundo, musa e inspiración literaria para Truman Capote y esposa de Gianni Agnelli, conocido popularmente como l‘Avvocato y heredero de Fiat.
Por su parte, Carlo, príncipe de Castagneto y duque de Melito, fue fundador de la revista Espresso y el diario La Repubblica. Su muerte en 2008 fue largamente seguida por algunos medios de sociedad debido a la polémica por su vasta herencia. Su hija y heredera, Jacaranda, filántropa y exmujer del príncipe Fabio Borghese, dio el salto a la prensa española hace unos años por su amistad con Rafael del Pino, presidente de Ferrovial.
El funeral de Filippo, padre junto a Filippo de Matilde y Raimonda, se celebró en la casa familiar de los Caracciolo, Garavicchio, una impresionante finca en la Toscana. Allí acudieron a darle su último adiós sus familiares. Entre ellos sus primos más conocidos como Lapo Elkann . Ocho años después de aquel duro momento, Fabrizia ha vuelto a encontrar la felicidad.